24.04.13
Abuelas de Plaza de Mayo y el Papa, encuentro conveniente
Del Vatican Insider
Apenas duró dos minutos. Fue amistoso y distendido el encuentro que sostuvieron este miércoles Francisco y Estela Carlotto, la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, la organización dedicada a la búsqueda de nietos desaparecidos durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983). Un saludo conveniente. Atrás quedaron las críticas contra el cardenal Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires. “Hoy es Papa, líder de miles de personas, lo demás es cosa del pasado”, aseguró la activista de derechos humanos.
“Voy a saludar a los argentinos” dijo el Papa al finalizar la audiencia general ante unas 100 mil personas en la Plaza de San Pedro y se dirigió a un costado del atrio, la zona reservada para el “besamanos”. Allí lo esperaban también la abuela Buscarita Roa y el nieto recuperado Juan Cabandié, legislador en la capital argentina por el Frente para la Victoria.El obispo de Roma dialogó con ellos por unos instantes. Entonces Carlotto le entregó una carta y exclamó: “Ahí está lo que queremos pedirle”. El texto, además desearle un prolífico ministerio, le solicitó ayuda para que la Iglesia –tanto argentina como en El Vaticano- colabore en la identificación de desaparecidos abriendo sus archivos. “En la carta no hay reproches ni se le echan culpas”, precisó.
Esas palabras contrastaron con las declaraciones de la misma presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo dos días después de la elección del cardenal argentino como Papa. “Bergoglio representa esa Iglesia que oscureció la historia del país. Este hombre nunca habló ni se acercó a las Abuelas para ayudarnos”, dijo entonces a una estación de radio de su país.
Hoy, tras su encuentro con el pontífice, Carlotto sostuvo esas palabras pero las minimizó. “Las críticas están, la historia no se borra, él nunca habló de los desaparecidos. Pero son críticas constructivas, la verdad no ofende. Nosotros vinimos porque quisimos, no porque nos hubiesen obligado. Hoy es un Papa, representante de un poder, de un estado, de un sector que guía a miles de personas”, señaló.
Insistió en que “parte de la cúpula de la Iglesia fue cómplice y otros fueron responsables por omisión”, pero consideró que “ahora tienen la oportunidad de ayudarnos a encontrar a los 400 nietos” desaparecidos. “Nosotras, las abuelas, no queremos morirnos sin conocerlos y transmitirles personalmente quienes fueron sus padres”, estableció.
Según Carlotto las autoridades de la Iglesia pueden aportar mucho porque diversos organismos católicos, como el Movimiento Familiar Cristiano, recibían los bebés robados a las mujeres desaparecidas y dados a luz por ellas durante su cautiverio.
Asimismo tomó distancia con otros personajes argentinos que habían acusado a Bergoglio de complicidad con la dictadura: “Las sombras que otros han querido echar sobre él nosotros no las echamos. Para echar culpas hay que tener pruebas y, en todo caso, ahí está el aparato judicial y no la infamia”, aclaró.
En el encuentro de este miércoles el Papa Francisco exclamó: “Cuenten conmigo, estoy a su disposición” y esto fue tomado por las Abuelas de Plaza de Mayo como un compromiso concreto. Esas seis palabras bastaron para hacerles cambiar de opinión.
“Paradójicamente nunca había estrechado la mano de Bergoglio, pero en el encuentro de hoy recuperamos el tiempo perdido”, reconoció Carlotto. Y apuntó: “Por su edad podría ser nuestro hermano, es argentino y sabe lo que pasó y si dijo que contemos con él nosotros nos vamos contentos”.
“Ahora nace otra instancia y nosotros estaremos en un compás de espera. Nosotros queremos que se abran los registros de la Iglesia en Argentina y los archivos del Vaticano para obtener la información. Los curas que saben que nos digan. La palabra de la Iglesia es muy importante para los católicos practicantes y devotos. Eso ya es suficiente, porque es su palabra. Rebotará en la Iglesia argentina, nosotros sólo queremos encontrar a los nietos”, sostuvo.