30.04.13

No acaba de llegar la primavera

A las 10:48 AM, por Jorge
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Siempre me han producido una enorme ternura esos almendros que, confundidos con los primeros rayos de sol de febrero, se lanzan a vestir su desnudez con las flores primaverales. Cuando los veo tan lanzados en esos días no puedo por menos de sentir un cierto dolor: “pobrecillos, ¿no saben que les quedan mil heladas?”. Así es, a los pocos días el frío y la nieve los han convertido en troncos estériles. Los almendros no saben de meteorología y sufren sus despistes.

Parece que tampoco acaba de llegar la tan cacareada primavera eclesial. En cuanto el papa Bergoglio salió a la logia de San Pedro los gritos anunciando la tan por lo visto ansiada primavera eclesial se hicieron ensordecedores. Como los almendros. Enero y con flores. Cuidado… que nunca se sabe por dónde nos puede venir el tiempo.

Hace algunos días unos amigos me decían que por fin se veían signos de cambio, que cada detalle del papa Francisco era el anuncio de unos tiempos nuevos, más amables, más sencillos, donde no haya más condenas, donde la tolerancia, el respeto y el amor fueran la clave.

Los signos de la nueva primavera. Le respondí: “las primeras que han visto los signos primaverales han sido las religiosas de la LCWR”. Efectivamente Mons. Müller ha informado a la Presidencia de que había discutido recientemente la Evaluación doctrinal con el Papa Francisco, quien ha reafirmado las conclusiones de la misma y el programa de reforma para esta Conferencia de superioras mayores de religiosas estadounidenses. Vamos, que el papa Francisco dice que de primavera nada, y que intervenidas por la Santa Sede.

Acabamos de enterarnos de que el llamado P. Beto acaba de recibir otro signo primaveral en forma de excomunión por sostener públicamente tesis contrarias al magisterio de la Iglesia. Si esto hubiera sido en tiempos de Juan Pablo II o Benedicto XVI tendríamos a toda la progresía del país rasgándose las vestiduras. Pero como ha sido en tiempos del papa Francisco, a callar y que no nos pase nada.

Completamente primaveral y casi veraniega la recomendación del papa Francisco de mantener abiertas las iglesias y la lucecita encendida en el confesionario.

Madrid. 30 de abril. 10:30 h. Un frío que pela. Este año no acaba de llegar la primavera.