Abuso y atropello el secuestro de la universidad por parte de Rojas Olaya

Venezuela: quieren convertir en «territorio bolivariano» una universidad católica

 

Cuatro colectivos armados, Bicentenario La Pastora, San Juan, Radio 23 y Los Guerreros de Capitolio, tomaron ayer por la mañana la Universidad Católica Santa Rosa de Caracas (Ucsar), para apoyar al rector Alí Rojas Olaya, quien fuera destituido por la junta directiva de la casa de estudios. El jueves pasado, Rojas Olaya envió un comunicado al personal de vigilancia de la universidad para informar que la actividad laboral y académica quedaba suspendida.

05/05/13 8:46 AM


(Zenit/InfoCatólica) En la misiva ordenó que bajo ningún concepto se le permitiera la entrada a los trabajadores sin su consentimiento. «Se deben tomar algunas medidas importantes y no quiero que esté toda la gente porque aquí se juegan algunos poderes fundamentales y porque hay en juego también dos modelos de país», indicó. El vicerrector administrativo de la universidad, Ramón Guevara, denunció que era un abuso y un atropello el secuestro de la universidad por parte de Rojas Olaya, por lo que decidieron destituirlo del cargo.

El problema comenzó a raíz de la destitución de Isidro Aldana, vicecanciller de la Fundación Universitaria Santa Rosa, creada en 2003 por la Archidiócesis de Caracas junto con el entonces presbítero –y también rector– Martín Zapata, para que sirviera de apoyo económico a la casa de estudios. Aldana se había negado a firmar la toma de posesión de Ana Rosa Fonseca –madre del difunto rector– como directora de esa fundación, por no estar de acuerdo. «Inmediatamente llamó a los colectivos para que nos invadieran», afirmó Guevara.

Los colectivos forzaron el candado para entrar en el recinto, lo que avivó la violencia en el lugar. Guevara denunció que el asesor jurídico de la universidad fue golpeado salvamente por miembros de los colectivos.

Desde que fue elegido rector de la Ucsar, en diciembre de 2012, la abierta inclinación política en apoyo al chavismo que manifó Rojas Olaya con frecuencia, incomodó al resto de la junta directiva. «Quiero que la universidad sea comunitaria, quiero involucrar a los colectivos, quiero reivindicar a los consejos comunales, a los estudiantes, quiero comedores donde pueda comer la comunidad», afirmó ayer.

El rector dijo que se le critica por decidir crear un comedor popular que no sea sólo estudiantil sino que también gente del barrio y los obreros puedan comer en él. «¿Eso tiene algo de malo?», expresó el rector, quien comentó que el pasado 7 de marzo creó la «Cátedra Libre de Integración Nuestramericana Hugo Rafael Chávez Frias», lo cual generó molestias en el rectorado.

«Hay en juego varias cosas: la comunidad quiere que la universidad sea del Estado, asumirla popular. Yo me imagino que esos procesos no son fáciles, todavía no he hablado con Pedro Calzadilla (ministro de Educación Universitaria) sobre eso», detalló.

Mientras, a puerta cerrada, los vicerrectores académico y administrativo se reunían con el rector y los insurgentes, mientras del otro lado del portón un grupo de estudiantes exigían respuestas sobre la situación. «Estamos en contra de que la universidad sea pública. Si la toma el Gobierno ¿a dónde vamos a llegar? Se le va a poner un tinte político, algo que nos afecta a nosotros», criticó un estudiante.

El diario El Universal daba la noticia el 3 de mayo afirmando que los grupos armados llegaron a la universidad a las seis de la mañana con la finalidad, dijeron, de «proteger los espacios que son del pueblo». Fue el vicecanciller de la Fundación Universidad Santa Rosa Isidro Aldana quien llamó a los colectivos populares para que acudieran a la sede educativa, argumentando que «les estaban dando un golpe de estado y tenían que ir a defenderlos».

Minutos más tarde, cerca de 40 motos con dos personas cada una, llegaron a la universidad y tomaron las instalaciones. Tumbaron el portón principal porque los vigilantes no quisieron darles acceso. Entraron con las unidades hasta el patio central, saltando torniquetes y violando todos los espacios internos. Con armas en la mano, comenzaron a gritar que habían llegado para «cuidar los espacios del pueblo y convertir a la universidad en territorio bolivariano».