22.05.13

 

Joaquina se nos ha dado de baja en las misas. El caso es que sigue acudiendo a la capilla de la adoración perpetua, donde por cierto echa horas. Pero dice que a misa no vuelve, que se ha enfadado con la parroquia y que se acabó. ¿La razón? Que ella no está dispuesta a rezar a un Cristo de espaldas.

Hace ahora unos meses, con motivo de la inauguración de la capilla de adoración perpetua, decidimos comprar una cruz procesional para la parroquia, y adquirimos una de madera tallada y policromada que nos pareció suficientemente digna. En la foto se puede ver dónde está colocada: en un lateral del altar mayor y vuelta al celebrante de forma que este, en la celebración de la eucaristía, pueda fijar su vista en el crucificado. Nos pareció un lugar adecuado y el día que se inauguró la capilla de la adoración perpetua, en la celebración de la eucaristía previa, tras la procesión de entrada, ya se colocó ahí con el beneplácito del señor cardenal y de los sacerdotes concelebrantes.

Sí. Del señor cardenal, de los sacerdotes, de mucha gente… pero no de la señora Joaquina que ha decidido que ella no está por la labor de rezar a un Cristo de espaldas. Se lo hemos explicado, le hemos dicho que la iglesia tiene un enorme crucificado a quien rezar, y que la función de la cruz procesional va más bien dirigida al celebrante. Es igual. Que no y que no.

¿Por qué cuento esto? La verdad es que es una anécdota sin importancia, pero significativa de lo que es el mundo parroquial. De repente un día caes en la cuenta de que Fulanito y Menganita, habituales de la parroquia semana tras semana, han desaparecido. ¿La razón? ¿Misas sacrílegas, predicación inconveniente, abusos litúrgicos, insultos a los fieles? No. Las razones pueden ser mucho más simples. Apunto algunas:

· El Cristo de espaldas, como Joaquina

· Se te olvidó nombrar a su difunto en el memento

· Las flores: no gustan las azucenas

· Hace tres meses que no se pone en el altar mayor el mantel que regaló su madre

· La negativa a colocar ese centro de flores de plástico que regaló con tanto cariño

· La cabezonería del párroco que no quiere colocar en la iglesia ese niño Jesús de Praga de metro y medio que tenían ofrecido regalar

· Que lea Maripili, que le cae fatal

· Los de Cáritas, que dan comida a una vecina que no lo necesita, que lo sé yo

· Cantar la salve en latín, serán antiguos…

· No cantar la salve en latín, parece mentira

· Que pidas silencio en una celebración

· O que no lo pidas

· Que los bautizos tengan que ser en el día que quiera el cura

· No publicar en la revista de la parroquia la poesía de mi nieto

Basta en ocasiones una cosa así para que te hagan cruz y raya y nunca más. Pues qué se le va a hacer.