IGLESIA EN EL MUNDO

Reunión de Obispos y religiosos del sur de Europa y norte de África: “Debemos ser más cada día hermanos de los desheredados y más vulnerables”


 

19 Obispos y religiosos del sur de Europa y norte de África se han reunido en Marsella para dialogar sobre la realidad migratoria entre los países ribereños del Mediterráneo. Son los miembros de la Comisión Mixta Magreb-Europa-Mediterráneo, que se reúne cada dos años, por iniciativa de la Conferencia de Obispos del norte de África y del servicio a la Iglesia Universal de la Iglesia en Francia. En este año se han encontrado, del 5 al 8 de mayo, para tratar el tema de la influencia de la “primavera árabe” en sus respectivos países, y las repercusiones de las revoluciones árabes, así como los trágicos acontecimientos y cambios sucedidos en la región subsahariana del Sahel en el continente africano.

Este momento de reflexión y cambio coincide ahora cuando en tierras del islam sobre los cristianos recaen amenazas y violencia que afecta a la actividad cotidiana de sus habitantes, agravados, además, con graves situaciones y dificultades sociales, como es el caso de Egipto. A este respecto, la Comisión se ha pronunciado por promover ua autentico diálogo entre las distintas religiones.

En este sentido, el Vicario general de Túnez Nicolás Lhernoud señalaba que “en su país no hay una crispación anticristiana como sucede a veces en Egipto y Libia, pues la revolución apenas ha tenido una dimensión religiosa. Pero los aspectos positivos de la primavera árabe conviven con la inflacción, el paro, etc, y a veces surge la sospecha de que se vivía mejor antes de la antedicha primavera. Los cristianos vivimos con ellos la esperanza en medio de los sufrimientos”.

Los Obispos de Oran y Constantina señalan que la dificultad no es tanto con el Islam como con los musulmanes. En este sentido el Obispo monseñor Claude Rault Obispo del Sahara en Argelia proclama: “Mi catedral es el desierto. Cada vez que yo abro la puerta de mi casa en Gardhaia, no me encuentro más que con musulmanes. El dialogo con ellos es lo que da sentido a mi labor de sacerdote. Más allá de todos los movimientos que atraviesan el mundo árabe nosotros vamos tejiendo lazos fraternos atravesando el tiempo”.

Los componentes de la Comisión Mixta Magreb-Europa- Mediterráneo ha abordado también el papel de la Iglesia en los países europeos del Sur afectados por la crisis como en España, Italia y Portugal.

La participación española recayó en el Presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones Monseñor Ciriaco Benavente y en el Director del Secretariado P. Jose Luis Pinilla Martin s.j. Se abordó el tema de la crisis en España y en los países del Sur de Europa, y como esta ha coincidido con la crisis en el Mediterráneo.

Monseñor Benavente apuntó: “Al lado de los muchos inmigrantes africanos que han hecho el viaje hacia España; contando con los que lo están intentando, bien por caminos legales o bien arriesgando su vida por los caminos de la clandestinidad no protegidos; sabiendo de los muchos que lo desean a pesar de nuestra crisis o que mueren en el Mediterráneo sin ni siquiera saber su número o su nombre, la fe nos dispone como hijos de Dios a encontrar un hermano donde otros han visto “solo” a un inmigrante”.

Era una convicción compartida que la posible solidaridad con los habitantes afectados por las revueltas árabes ha disminuido en eficacia, pues ha primado más garantizar la seguridad que la necesaria solidaridad con los afectados, con el consiguiente deterioro en la defensa de los derechos humanos, tanto en los países árabes de origen como con las numerosas personas que intentaban atravesar el Mediterráneo. Invitaron a no hacer solamente una lectura eurocéntrica del problema, sino a ser consciente de la necesidad de definir una postura más clara y universal, tanto respecto a los mismos desplazamientos internos de los países árabes entre sí como en el sostenimiento de la defensa de los derechos humanos por parte de Occidente.

La crisis del Sahel ha supuesto para España una mayor “presión migratoria” en sus fronteras con el consiguiente aumento en los peligros, fallecimientos y sufrimientos de los inmigrantes que intentan llegar a España y a Europa por el sur de España. Ante esta cruda realidad la participación Española y la Francesa advirtieron del desenfoque de la ayuda en cooperación, que busca más la seguridad y la externalización de fronteras hacia los países del Centro de África, que el propio desarrollo de los países afectados a través de la Cooperación internacional.

En la rueda de prensa final, el Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones, P. Jose Luis Pinilla s.j. declaró que, al respecto de la inmigración en España, la Iglesia es hoy de las la instituciones que más están haciendo en favor de los inmigrantes, a través de Caritas y las Delegaciones de Migraciones. Señaló asimismo que “ la Iglesia Española ha declarado en varias ocasiones que los emigrantes son víctimas y no causantes de la crisis. Y que la actuación eclesial se dirige fundamentalmente hacia la defensa imprescindible de la hospitalidad y la acogida ante posibles deterioros de la misma por la nueva reforma del código penal, la ayuda ante los injustos recortes sanitarios que afecta sobre todo a los inmigrantes con documentación irregular y sobre todo la armónica integración social y comunión eclesial que ya va surgiendo efectos en las generaciones más jóvenes”.

Haciendo mención de la alegría por la reciente elección del nuevo Papa Francisco, se alegró como jesuita y se congratuló que todos los participantes del Encuentro sintieran que “somos y debemos ser más cada día hermanos de los desheredados y de los más vulnerables” para ser “una Iglesia pobre , para los pobres” como ha dicho recientemente el Papa.

La reunión presidida por el Arzobispo de Marsella Monseñor Georges Pontier, elegido Presidente de la Asamblea Episcopal Francesa, culminó con una celebración eucarística en la Basílica de “Nuestra Señora de le Garde” y una plegaria por las comunidades cristianas en las riberas del Mediterráneo