IGLESIA EN ESPAÑA

Card. Piacenza: “Sólo quien posee un real y profundo cuidado de la propia fe puede hacerse cargo de la fe de los otros”


 

“Debemos recordar que por medio del mandato divino que hemos recibido, las personas buenas y el mismo pueblo nos miran como ejemplo esperando de nosotros una palabra cierta, un testimonio cristalino y una paternidad auténticamente capaz de ser y servir de compañía”.

Son las palabras que ha dirigido el Prefecto de la Congregación para el Clero, el Cardenal Mauro Piacenza, a los Delegados y Vicarios para el Clero de las distintas diócesis españolas. Reunidos en unas Jornadas nacionales en Madrid, del 27 al 29 de mayo, los participantes han escuchado la ponencia que el Cardenal Piacenza ha impartido en esta mañana de martes día 28 con el título “La conversión del sacerdote en el Año de la fe”. ‘El sacerdote, hombre de fe’, y ‘el sacerdote, llamado por la Gracia a sostener la fe sus hermanos’, son los dos sólidos soportes sobre los que hoy ha fundamentado su disertación el Prefecto para el Clero.

“Para el sacerdote, la oración no es sólo un trabajo a realizar, sino que es un respiro que hay que mantener”, ha añadido el Cardenal Piacenza, que sobre todo ve al sacerdote como un hombre de fe “si vive en constante y profundo contacto con Dios”. Por eso añadía más tarde que “tener una auténtica y profunda vida de oración y convertirse diariamente al propio sacerdocio, son realidades posibles sólo en el Cuerpo de la Iglesia”.

“Uno se convierte sólo delante de una presencia. Y tal presencia es la Iglesia, el Cristo en nuestro tiempo”, puntualizaba el Prefecto del Clero, quien antes ha recordado como en el seminario “la Iglesia ha sido llamada a aceptar a quienes creen haber recibido una sobrenartural vocación al sacerdocio, verificando, sobre todo, que estos sean hombres de fe, con una fe limpia, robusta y probada, y, por tanto, capaces de desafiar la cultura dominante”.

Refiriéndose a la celebración del Año de la fe, el Cardenal Piacenza indicaba que “cada sacerdote -como cada cristiano- ha sido llamado a una claridad en su modo de pertenecer, ha sido llamado a ser sacerdote de la Iglesia, en la Iglesia y para la Iglesia”. Y añadía más tarde que “sólo quien posee un real y profundo cuidado de la propia fe puede hacerse cargo de la fe de los otros”.

El Prefecto para la Congregación del Clero proseguía su intervención ante los Delegados y Vicarios de las diócesis españoles afirmando que “el ministerio que se nos ha dado es la cosa más extraordinaria que se haya podido dar a un hombre en su breve vida terrena, porque constantemente, gracias al fiel ejercicio de nuestro ministerio, podemos contemplar las obras de Dios, que llama, convierte, plasma y santifica las almas”. Asegurando luego que “el acto mismo de cuidar la fe de los hermanos aumenta nuestra misma fe y nuestra conversión”.

Y recordaba, además, que “en un contexto profunda y gravemente secularizado como es nuestro mundo occidental, el ser misionero, tener cuidado de la fe de los otros, significa, sobre todo, estar auténticamente convertido y, por tanto, convencido”.

Antes de terminar, el Cardenal Piacenza no se ha olvidado de recordar a los sacerdotes participantes en estas Jornadas nacionales del Clero 2013 que “por medio del mandato divino que hemos recibido, las personas buenas y el mismo pueblo nos miran como ejemplo, esperando de nosotros una palabra cierta, un testimonio cristalino y una paternidad auténticamente capaz de ser y servir de compañía”.