5.06.13

©AFP ED Jones

El «paraíso socialista» en estado puro. El resultado previsible de todos los ejercicios de ingeniería social. El gobierno de la ciudad de Wuan –7 millones de habitantes– ha presentado proyecto de ley que obligará a pagar multas a las mujeres que den a luz fuera del matrimonio o que se queden embarazadas de hombres casados.

Según la Oficina de Planificación Familiar el objetivo es reducir la natalidad, ya no basta con obligarte a tener un solo hijo y tener abortar los siguientes (eso que suelen contar los abortistas de que nadie te obliga).

La reacción de distintas organizaciones de Derechos Humanos ha sido fulminante, alertando especialmente de que la medida incrementará el número de abortos y de bebés abandonados.

Más que «deslizamiento por un plano inclinado ético» podemos hablar del precipicio moral al que se enfrentan las sociedades que han sido sometidas a muchos años de socialismo. El desprecio por el hombre de estas ideologías que se autodenominan humanistas es manifiesto. Eso sí, un desprecio al que no se le puede reprochar incoherencia, percute siempre e inmisericordemente sobre los más débiles: niños y mujeres.

No se multa al padre –actor necesario para que haya bebé–. Aunque la poligamia en paralelo está prohibida en China (la secuencial, como en occidente, está permitida) no es extraño que si el varón dispone de recursos pueda mantener a la ‘querida’. Tan poco extraño que esa ‘querida’, normalmente de pocos recursos económicos, reciba el nombre de «segunda esposa», ‘Ernai’. De ese modo, quien económicamente puede, se salta la «Política de un solo hijo».

Todo muy socialista. ‘Papá estado’ quiere tener todos los derechos de la paternidad y ninguna de sus obligaciones.

Y es que rotos los diques morales de la «ley natural» el despeño de la sociedad es inevitable. La Naturaleza devuelve a la naturaleza humana a su lugar, y no hay leyes que suplan.

G.K. Chesterton: lo dice mejor (siempre lo dice mejor):

Cuando rompes las grandes leyes no obtienes la libertad; ni siquiera obtienes la anarquía; sólo obtienes las pequeñas leyes

–Daily News, 29 de julio de 2005

Es sorprendente que no sepamos escarmentar en cabeza ajena. Todavía habrá quien piense que esto no llegará aquí. Seguro que lo hay.