6.06.13

El día menos pensado el Papa nos cita Santiago 5,1-6

A las 12:07 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Papa Francisco

De nuestro papa Francisco se podrán decir muchas cosas pero seguro que nadie le podrá acusar de hablar de manera que no se le entienda. Por ejemplo, en la audiencia del miércoles ha dicho:

…lo que dominan son las dinámicas de una economía y de una finanza carente de ética.

y

hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos del beneficio y del consumo. Es la cultura del desecho, del descarte. Si se rompe un ordenador es una tragedia, pero la pobreza, los necesitados, los dramas de tantas personas acaban por entrar en la normalidad.

y

 

Esta cultura del desecho nos ha hecho insensibles también al derroche alimentario, que es aún más despreciable cuando en todas partes del mundo muchas personas sufren hambre y malnutrición.

y

Recordemos siempre que la comida que tiramos es como si la hubiésemos robado de la mesa de quien es pobre, de quien tiene hambre

No hay que ser doctor en teología dogmática para entender esas palabras. Son claras, rotundas y, sobre todo, verdaderas. Otra cosa es que no estemos acostumbrados a que se nos hable así. Digo “se nos” porque lo que el Papa ha afirmado no va solo para los que están fuera de la Iglesia sino, quizás principalmente, para los que estamos dentro. En mayor o menor medida todos contribuimos a esta cultura del desecho. O al menos no damos la batalla desde el evangelio. Alguno me dirá que sí lo hace. Pues enhorabuena. Yo, mísero pecador, no lo hago.

En todo caso, como sospecho que el papa Francisco ha vuelto a poner de los nervios a los que ven en sus palabras una crítica clara y nítida al capitalismo y el sistema financiero-bursátil mundial, les recomiendo que se leen los siguientes versículos del capítulo quinto de la carta de Santiago:

Y vosotros los ricos llorad a gritos sobre las miserias que os amenazan. Vuestra riqueza está podrida; vuestros vestidos, consumidos por la polilla; vuestro oro y vuestra plata, comidos del orín, y el orín será testigo contra vosotros y roerá vuestras carnes como fuego. Habéis atesorado para los últimos días. El jornal de los obreros que han segado vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en delicias sobre la tierra, entregados a los placeres, y habéis engordado para el día de la matanza. Habéis condenado al justo, le habéis dado muerte sin que él os resistiera.

Se puede ser rico y honesto. Se puede ser empresario y considerar a tus trabajadores como lo más preciado de tu empresa. De hecho, necesitamos gente que invierta su riqueza en crear empleo. Pero ay de quienes siendo ricos y empresarios ven como esas palabras de la Escritura les encajan como mano a guante.

Y no vayamos a olvidar que nosotros, en comparación con los que pasan hambre en el mundo, somos unos ricachones. Pensemos en ello cuando en nuestras parroquias pasen el cesto para recoger dinero para Cáritas o las misiones.

Luis Fernando Pérez Bustamante