10.06.13

 

La Policía china detuvo el pasado 3 de junio a 16 miembros del movimiento religioso Falun Gong por escenificar escenas de torturas y fotografiarlas en una vivienda privada de la ciudad de Qingdao, en el noreste de China, tal como informó la agencia Xinhua, y de lo que se hizo eco la española Efe.

La Policía supuestamente encontró a un grupo de seguidores del movimiento religioso perseguido, encabezado por Lu Xueqin, cuando representaban escenas de “martirio” en la localidad de Dongnvgu, en el distrito de Chengyang, a donde llegaron por el aviso de un informante. Xinhua añadió que algunos detenidos habían esparcido líquidos de color rojo sobre sus cuerpos mientras otros simulaban escenas de tortura con bastones y palos.

El movimiento religioso clandestino en China Falun Gong fue ilegalizado en 1999 cuando contaba con 60 millones de seguidores. Sin embargo, continúa activo en el exterior del país desde donde sus seguidores acusan al Gobierno chino de genocidio y persecución de miles de seguidores del grupo en China. Según los miembros de Falun Gong, ésta es una práctica para “mejorar el cuerpo y la mente” que se basa en los principios de la veracidad, la compasión, y la tolerancia.

Falun Gong acostumbra a ilustrar sus denuncias de torturas y vejaciones por parte de las fuerzas de seguridad de su país de origen con fotografías de esos actos. Con esta operación policial se pone en duda la veracidad de estos apoyos gráficos, al menos en parte.

¿Qué es Falun Gong?

Según explica la Encyclopaedia Britannica, Falun Gong o Falungong(“La práctica de la Rueda del Dharma”), también llamado Falundafa, es un movimiento espiritual fundado por Li Hongzhi en 1992. Sus seguidores hacen ejercicios rituales para obtener la renovación mental y espiritual. Las enseñanzas de Falun Gong se basan en las tradiciones religiosas asiáticas del budismo, el taoísmo, el confucianismo y el folklore chino, así como en los movimientos occidentales de la Nueva Era. La irrupción del movimiento en la década de los 90 fue una gran preocupación para el Gobierno chino, que siempre ha considerado a Falun Gong como una secta. Lo cuenta Jeremy Thomas en Mercury News.

Los orígenes del movimiento se encuentran tanto en las prácticas chinas de gran tradición como en eventos recientes. El Qi Gong (en chino chino: “energía operante”), uso de técnicas de meditación y ejercicio físico para lograr tanto la buena salud y la paz de la mente, tiene una larga historia en la cultura y la religión china; sin embargo, los practicantes de la China moderna presentan estas técnicas como puramente seculares en un esfuerzo por escapar de las restricciones oficiales en contra de la actividad religiosa independiente.

Sin embargo, a finales del siglo XX aparecieron nuevos maestros que enseñaban formas de Qi Gong más claramente enraizadas en la religión. El más influyente de ellos, Li Hongzhi (nacido en 1951, de acuerdo con los seguidores, o en 1952, según los críticos, que sostienen que Li “ajustó” su fecha de nacimiento para dotarla de significado espiritual budista), trabajó en la aplicación de la ley y la seguridad corporativa antes de convertirse en el líder espiritual a tiempo completo de Falun Gong en 1992.

Mientras que en el budismo tradicional china “Falun” significa la “rueda de la ley” o “rueda del dharma”, Li utiliza la palabra para indicar el centro de energía espiritual, que se localiza en la parte inferior del abdomen y cree que puede ser despertado por una serie de ejercicios llamados Xiu Lian (“cultivar y practicar”). A diferencia de otros grupos de Qi Gong, Falun Gong insiste en que su fundador es la única fuente autorizada para determinar los ejercicios correctos y que una disciplina espiritual, el “cultivo de Xinxing” (“Mente-Naturaleza”), es esencial para el éxito de la ejercicios.

¿Y las críticas a la secta?

En un nivel más esotérico, Li también enseña que los extraterrestres demoniacos quieren destruir a la humanidad y, desde su llegada en 1900, han manipulado a los científicos y líderes mundiales. Los críticos del movimiento no sólo se burlan de tales afirmaciones, sino que consideran que su dependencia de Xiu Lian como una alternativa a la medicina oficial es una práctica de riesgo para la salud de los miembros. De hecho, el gobierno chino afirma que 1.400 devotos de Falun Gong han muerto como consecuencia de este supuesto rechazo de la medicina moderna.

Después de reunir a un gran número de seguidores en China (100 millones de dólares, de acuerdo con Falun Gong, o entre 2 millones y 3 millones, de acuerdo con el Gobierno chino), Li pasó a gobernar su movimiento en el extranjero a mediados de la década de los 90, instalándose definitivamente en la ciudad de Nueva York en 1998. El año siguiente fue lanzada una campaña masiva por parte del sistema médico (incluidos los profesionales y académicos) y del Gobierno chino para denunciar a Falun Gong como una xiejiao (“enseñanza de la mentira” o “secta”).

A diferencia de otras organizaciones chinas, Falun Gong respondió con fuerza, con la puesta en escena de una manifestación no autorizada de más de 10.000 seguidores en Beijing el 25 de abril de 1999, lo que provocó una mayor respuesta del Gobierno. En octubre de aquel año, la aplicación de una nueva ley antisectas trajo consigo el arresto de 100 dirigentes de Falun Gong (que se unieron a los mil miembros que habían sido detenidos anteriormente). Los juicios públicos comenzaron en noviembre y han continuado en el siglo XXI, con muchos acusados ​​que reciben penas de prisión de hasta 12 años.

Mientras que el Gobierno chino obtuvo la cooperación de algunos grupos “antisectas” occidentales en su campaña nacional e internacional para exponer a Falun Gong como una “secta”, también fue criticado por organizaciones de derechos humanos que denunciaron, entre otras cosas, las muertes sospechosas, supuestamente por accidente, de algunos miembros de Falun Gong detenidos en las cárceles chinas.

Las acciones del Gobierno, enraizadas en las preocupaciones sobre la reciente reactivación de las actividades religiosas independientes en China y los temores de la naturaleza revolucionaria de los movimientos religiosos en la historia de China (por ejemplo, la Rebelión de Taiping), pueden hacer que Falun Gong sea clandestino, pero sus creencias y prácticas probablemente sobrevivan en una variedad de formas.