12.06.13

Cerremos todas las televisiones públicas imitando a Grecia

A las 8:22 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

Recortes y más recortes estamos viendo durante el largo periodo de la crisis económica, social y moral que nos aplasta de modo inmisericorde. La sanidad, la educación, las pensiones, las medicinas, las ayudas sociales….todo está llegando a agotarse.

El paro sube como la espuma, los jóvenes emigran fuera de España, donde por salarios de hambre están colocados en puestos que nadie desea, y para lo que no estudiaron en el minifundio universitario español.

Desde Bruselas se recomienda a España que corte gastos públicos absurdos.

Grecia, desde anoche, se ha quedado sin televisión pública y estatal, cuyos casi tres mil funcionarios irán a la calle debidamente indemnizados.

¿Por qué no imitamos a los griegos en esto?

En España sobran televisiones nacionales, regionales, municipales y de comunidades de vecinos. En España tenemos televisiones de sobra que son deficitarias económicamente, aunque sean rentables electoralmente al partido que domine en ese medio de comunicación.

En España deben cerrarse todas las televisiones públicas, cuyos trabajadores, si están dispuestos a quedarse como cooperativistas que lo hagan, pero sin subvenciones, sin sopas bobas, sin pegar tiros con pólvora real.

En España deben privatizarse todas las televisiones públicas. Se puede vivir sin ellas, porque son máquinas de adoctrinamiento político, lingüístico, social y moralizante.

En España deben desaparecer las cadenas públicas de radio y televisión, porque son abrevaderos y pesebres de amigos y familiares, donde la influencia clientelar es tan visible que da asco mental y moral ver un informativo o las superproducciones de contar la historia siempre con los ribetes de un sectarismo imposible de defender desde el punto de vista de la sana ciencia y conciencia profesional.

El valor de los griegos ha sido contundente. Con el paso de los días se alegrarán de que no los manipulen los paniaguados de siempre.

Ahora, en Grecia, cuna de Pericles y patria de la primera democracia histórica, existe más libertad para los usuarios de la televisión. Ahora tendrán solamente que entretenerse con la televisión privada y nada más.

El gobierno del partido popular, más cobarde no lo he conocido, no dará ese paso adelante para cerrar todos los canales públicos de televisión. Si todavía no ha abolido todo el entramado de la ingeniería social que dejó el nefasto septenato zapaterino, menos le meterá la podadera al inmenso pulpo televisivo público que por desgracia pierde dinero a chorros que pagamos usted, amigo lector, y un servidor.

Sirva resaltar el ejemplo de Grecia, ya sin televisión pública, para que se recuerde el refrán que cuando las barbas del vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar.

Para saber más hagan clic aquí.
 

Recomiendo leer la novela:

El hombre que nunca votó

Prologada por don Juan Manuel de Prada

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Tomás de la Torre Lendínez