NOTA DE PRENSA

Dr. Francesc Torralba: “La inteligencia espiritual otorga al ser humano sabiduría y le permite vivir una existencia feliz”


  • El profesor de la Universidad Ramón Llull y consultor del Consejo Pontificio de la Cultura de la Santa Sede ha clausurado con una ponencia el curso ‘Educación Emocional e Inteligencias Múltiples’ de la Universidad Católica de Valencia en Santander


 

SANTANDER | 12.07.2013


El Dr. Francesc Torralba, profesor de la Universidad Ramón Llull de Barcelona y consultor del Consejo Pontificio de la Cultura de la Santa Sede, ha afirmado hoy que la inteligencia espiritual faculta al ser humano para “el análisis valorativo de la propia existencia”, le otorga “una sabiduría vital” y “una orientación que le permite vivir una existencia feliz”. En este sentido, debería abordarse en los centros educativos para que se dé “un desarrollo integral de la persona y de todas sus facultades mentales”, ha subrayado.

El Dr. Torralba ha pronunciado la ponencia “El desarrollo de la Inteligencia Espiritual”, que ha clausurado el curso de verano de la Universidad Católica de Valencia sobre ‘Educación Emocional e Inteligencias Múltiples’ celebrado en Santander. En su intervención ha analizado las bases filosóficas de la inteligencia espiritual así como ha presentado sus propiedades y peculiaridades dentro del conjunto de las inteligencias múltiples.

De este modo, este experto, que preside el Consejo Asesor para la Diversidad Religiosa de la Generalitat de Catalunya, ha considerado la inteligencia espiritual como “exclusiva y única de la especie humana”, que “no es patrimonio de las personas religiosas” sino que es “común y transversal”, en virtud de la cual el ser humano “necesita dar sentido a su existencia y al mundo en el que vive”.

Según ha señalado el Dr. Torralba, “desde que Howard Gardner identificó hace treinta años las ocho formas de inteligencia en el ser humano, se han desarrollado aportaciones muy distintas que, por un lado, confirman y desarrollan la teoría de Gardner, pero, por otro, se han abierto nuevas vías de investigación que amplían y complementan significativamente sus intuiciones”. En este sentido, “desde hace algunos años, investigadores de distintas universidades del mundo sostienen que el cuadro de las inteligencias no es completo si no se incluye en él la inteligencia espiritual, también denominada existencial o trascendente”, ha subrayado.

“Si bien en nuestro entorno la palabra espiritualidad está muy relacionada con la religiosidad, más aún, con la confesionalidad, ciertamente está asociada a ideas como profundidad, interioridad, sentido de pertenencia a un todo o compasión, entre otras”. Así, la inteligencia espiritual “se identifica con apertura, con trascendencia, con voluntad de superar el ámbito exclusivamente racional”, ha expresado.

Así, durante su intervención, el Dr. Torralba ha defendido que la inteligencia espiritual posibilita, entre otras facultades, para “la búsqueda del sentido de la vida” y que “la infelicidad radica, precisamente, en desconocer la propia vocación”. “Cuando uno vive identificándose con su misión, experimenta el entusiasmo de vivir; no vive el tiempo apesadumbrado, esperando el breve momento de descanso para liberarse de su penosa vida cotidiana”. En consecuencia, “la educación debería impulsar en los jóvenes un proceso de descubrimiento del sentido”.

Según ha expuesto en su conferencia este experto, el cultivo de la espiritualidad “capacita a la persona para valorar sus actos y tomar nota de lo bueno y de lo bello que hay en ellos”, “vivir con más plenitud y gozo” así como le otorga profundidad, sentido del humor y gratuidad, entre otras aptitudes. Por el contrario, “la atrofia de esta inteligencia conlleva el fanatismo, la banalidad, el servilismo, el dogmatismo, el sectarismo y otros graves dramas que atañen al mundo actual”.

Finalmente, este experto se ha detenido durante su ponencia en algunas claves para poder cultivar y desarrollar la espiritualidad, como son la práctica de la soledad, el gusto por el silencio, la contemplación estética, la práctica de la meditación, el diálogo e incluso el ejercicio físico.

 

Carola Minguet

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