IGLESIA EN ESPAÑA

La Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis organiza en la Universidad Pontificia de Salamanca unas Jornadas sobre la fe


 

La Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, que preside el Obispo de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López Llorente, organiza unas Jornadas en la Universidad Pontifica de Salamanca para los días 4, 5 y 6 de julio, orientadas a profesores de Religión y moral católica. La temática gira en torno a ‘La didáctica de la religión al servicio de la transmisión de la fe’. La cultura actual tiende a excluir a Dios o a considerar la fe como un hecho sin ninguna relevancia social. Aunque el conjunto de valores, que son el fundamento de la sociedad, provenga del Evangelio -como el sentido de la dignidad de la persona, de la solidaridad, del trabajo y de la familia-, se constata una especie de amnesia de Dios, un verdadero rechazo y negación del cristianismo.

La estabilidad y la seguridad son hoy día las cuestiones que más ocupan la mente de los jóvenes. La cuestión del trabajo y del porvenir asegurado es un problema grande. Sin embargo, cada generación siente también ese impulso de ir más allá de lo habitual, desear algo más que un empleo seguro. El hombre está en realidad creado para lo que es: “Nos hiciste Señor para ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en tí” (San Agustín). El deseo de la vida más grande es un signo de su “huella”, de que él nos ha creado.

Es un contrasentido pretender eliminar a Dios de la vida del hombre, porque Dios es vida, el hombre tiende a la vida, está hecho a imagen y semejanza de Dios, aspira al amor, a la alegría, a la paz. El relativismo que se ha difundido, para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con las modas del momento. La experiencia enseña que una vida sin Dios se convierte en un “escenario” donde prevalece el egoísmo, las divisiones de las familias, la falta de amor, de alegría y esperanza. En cambio, cuando las personas acogen la presencia de Dios y escuchan su voz, se crece en dignidad y amor, con los frutos que ello conlleva.

En nuestros días, se siente el profundo deseo de que las relaciones interpersonales sean verdaderas. Muchos manifiestan la aspiración de construir relaciones auténticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real que pueda garantizar un futuro feliz. En este sentido, las Jornadas constituyen el marco idóneo: las ponencias tratan temas como “la didáctica de la fe para la integración de la cultura”, “la comunicación de Dios al hombre en perspectiva didáctica”. “la didáctica aplicada a los sacramentos” o “sentido y salvación. Aperturas didácticas”; además de la presentación del documento ”la coordinación de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe”. Este curso de formación es un medio de afianzar la fe. La Iglesia cuenta con nosotros, necesita nuestra fe viva, creativa y el dinamismo de nuestra esperanza. Nuestra presencia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da impulso.