IGLESIA EN EL MUNDO

El Arzobispo de Río Janeiro reitera la matriz católica de Brasil


 

Durante dos años, los símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud han estado peregrinando por diferentes lugares de Brasil y otros países limítrofes. El icono de la Virgen María y la Cruz de la Juventud han visitado más de 250 diócesis. Es decir, alrededor de 40 millones de personas han podido ver estos símbolos, regalos del Beato Juan Pablo II. Y ha sido en este mes de julio cuando han llegado a la ciudad carioca. El Arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani João Tempesta, bendijo la cruz y el icono de Nuestra Señora en una ceremonia en el barrio de Santa Cruz y luego fueron recibidas en la fiesta de acogida en la que participaron cientos de familias.

“Un día Dios fue clavado en la cruz, nosotros estamos aquí hoy para hacer ver al mundo lo que sufrió, pero también para hacer ver que nos acompaña y sigue con nosotros” son palabras de una fiel brasileña mientras ayudaba a llevar la Cruz a su llegada a Río de Janeiro.

La historia de esta cruz se remonta al Año Jubilar de 1984 cuando Juan Pablo II la entregó a los jóvenes, y desde entonces acompaña a chicos de todo el mundo en sus viajes. Además el Papa Wojtyla entregó también el icono de María inspirado en la imagen de la Virgen: Salud Pueblo Romano.

Recordando el descubrimiento de Brasil por los navegantes portugueses en el siglo XIX, el Arzobispo de Río Janeiro reiteró la matriz católica del país. “Brasil -dijo- Nació con el símbolo de la Cruz, nació con una misa”. Su primer nombre fue “Tierra de Santa Cruz”. Y así Río de Janeiro es un lugar con el Coraje de Dios Cristo que ha resucitado y está en medio de nosotros. Continuó diciendo que no tenemos que tener miedo de construir un nuevo mundo porque sabemos que Cristo está de nuestro lado.

(MZ-RV)