21.07.13

Dos cartas del comité de Montcada i Reixac

A las 9:28 PM, por Santiago Mata
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El testimonio presentado por Josep en el post anterior sobre el cementerio de Montcada me lleva a presentar estas dos cartas que ilustran lo sucedido en el bando republicano y en la posguerra. En la primera, un preso (cuya modesta ilustración es patente en la redacción de su texto) lamenta el odio que le inculcaron, que califica de veneno diabólico. En la segunda, un miembro del comité de Montcada intercede por alguien falsamente acusado y, como diríamos en lenguaje actual, se muestra dispuesto a tirar de la manta y mostrar que muchos culpables andan sueltos mientras se condena a inocentes. Represión que no se correspondía con el perdón que pidieron los mártires ni con la justicia. Injusticia que no pudieron evitar los mártires, que sin embargo parecen haber pagado por ella con el retraso de sus causas de beatificación.

La carta de V. Villaverde
El 7 de marzo de 1940, V. Villaverde escribía desde la cárcel la siguiente carta a Esteban Riera Pubill:

“Amigo Esteban. Desearía que al rrecibir esa des frutes de un prefecto estado de salud en conpañia de tu hesposa y demás familia; la mía es buena G.D.- Un perdon te pido ati y alos emas camaradas y amigos del Padronato por todo lo que os aya ofendido- En estos momentos mas tristes de mi vida según peticion Fiscal y sin el calor de mi Ojar que es la perdida mas grande por un padre dejar los seres mas queridos del Mundo- Amigos míos me doy cuenta del orror que ecometido al separarme de bosotros amigos mios- Fue satanas que en jerto mis benas con ese beneno que bomitó Espinasa en todo el Pueblo y el sea probechao y hanosotros nos atirao ala miseria y ala muerte- Ati me dirijo y como amigo de la infancia un perdon tepido si noes pormi aslo por me Hesposa y Hijas que noson culpabres ellas del beneno que esta Vivora le en beneno con su doctrina- Tu y los demas amigos del Patronales y con la ayuda Dios esta mi suerte porque sois personas de corazon y podeis haberiguar mi in nocencia de los crimenes que me a cusan rresponsable donde sabeis bosotros y todas las pobres biudas que lo pueden justificar; donde abia amigos muy queridos de profundo a mistat como Capella Farjas Lorés Moran y Anton el cuñao de nuestro amigo Alcalde Y Magas personas todas queridas mias- Piensa amigo que si mi conciencia no estoviera limpia de estas criminal barbarida te pediria que icieras todo lo que es verdad y a ningun amigo como tu que de este momento estoy atu lado y lo estare mientras tenga bida- Telo juro por la salud de mis hijos quees lo que quiero mas en el Mundo ten en cuenta lo que digo que no son palabras lo que digo son letras que afirma y ojala Dios me de fuerzas para poder rresistir el peso de la justicia para podertelo demostrar- Un perdon os rrepito a todos los amigos del Padronato por todas mis ofensas y un saludo y muy agradecido del el nuestro amigo Alcalde- Y Megas que rrecuerdo unas palabras que me dijo al Puente de Besos- Se despide a Dios- V. Villaverde”.

La carta de R.C., del “comité rojo de Moncada”

El tenor de la segunda carta, fechada en Barcelona el 30 de marzo de 1941, dirigida al mismo personaje para intereceder por un acusado llamado José Mañosas, dice:


“Sr. Riera: Sin duda le estrañarála firma de esta carta pero después de leida V. ya comprenderá que no puedo hacerlo de otra manera porque de lo contrario yo mismo me pondría al alcance de la Justicia- Bien Sr. Riera yo soy uno de los del Comité Rojo de Moncada, y para el asunto que voy a exponerle, mi gusto sería hacerlo personalmente, pero no puedo, y menos en su casa de V., pues su señora y su cuñada de V. me reconocerían en el acto, pues soy uno de los que actué en su casa de V., todavía me acuerdo de cuando las teníamos encerradas en su despacho de V. fue en una de las casas que me supe muy mal, de intervenir, pues la verdad, no creía yo que estas dos señoras sobrevibieran a tan terrible golpe pero Sr, yo también tenía a mis superiores que me mandaban, ahunque fuese contra mi voluntad- Bien Sr. Riera voy a explicarme a V. de un asunto que seguramente tendrá interés en que se esclarezca, se trata de los hermanos Mañosa- Habiendo estado yo ausente desde la Aliveración, hasta ahora que he regresado en Barcelona, y por mis familiares, me he enterado, de tal asunto, y según me han dicho la acusacion es de la detención de los Sres. Gamisans- De manera que si es que hay culpabilidad en esto, de los dos habia solamente uno, y este hera Adjutorio, y me estraña mucho que un hombre como el, no lo haya esclarecido antes, y de su padre también me estraña mucho, pues el sabe también que su hijo José no estuvo nunca en el Comité ni en ningún trabajo de los nuestros- Pues en algunas ocasiones habiamos hablado de sus maneras por no intervenir con nosotros y decian, el Pep ya empieza a volverse fascista, e influido por su tio Vicente que V. ya sabra quien es- Bien Sr. Riera una vez mas le repito que si existe algo de culpabilidad sobre este asunto es a Adjutorio el que nosotros mandávamos para dicha detención; pero también le digo que como a hijo de Moncada lo defiendan, pues nunca se ha teñido las manos de sangre ni a muerto a nadie, solamente que tenia que estar a las ordenes del Comité como yo tambien tenia a mis Superiores- Pues si hubiese sido malo cuando dijimos de detener Juan Vilar no hubiera dicho que no, e incluso se escapo por una ventana para darle aviso- Eso Sr. Riera se lo dice un hombre que ahunque Rojo, mi conciencia, me roeria siempre de pensar que por no decir la verdad tiene que perderse un hombre, y eso es lo que tenia que haber hecho Adjutorio decir la verdad de todo lo que sabe- Pues yo Sr. Riera si algun dia caigo en poder de la Justicia no me callaré nada de lo que sé y quiza algunos de los que corren los detendran y algunos encerrados saldran y entonces V. sabrá quien es que ha escrito estas letras pues me quedo copia, como también de unas letras que dirijo a sus padres- Bien se despide de V. uno del Comité- R.C.”.