27.07.13

 

En estos últimos días me ha llegado por varios caminos (mail, facebook…) un texto supuestamente del papa Francisco sobre los santos que necesita el mundo de hoy. Un texto que comienza con estas palabras: “Necesitamos santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos de jeans y zapatillas. Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos…” Se encuentra en internet en mil sitios.

A mí el texto me pareció flojito, un tanto naïf, lejos de la profundidad del discurso de Francisco, manido… Por eso desde el primer momento dudé de la autoría de Francisco. Afortunadamente internet tiene sus medios que nos permiten conocer la realidad de cada cosa. Y lo que he visto es que este texto ya se atribuyó en su momento a Juan Pablo II, y posteriormente a Francisco, bien como texto original o como reelaboración de lo escrito por el beato Juan Pablo II. Aciprensa, agencia católica de reconocido prestigio, lo ha tenido que desmentir con claridad. Para nada es un texto de Francisco.

Interesante con qué facilidad damos por buena cualquier cosa. Nos llega un texto que no digo que esté mal, pero flojito desde luego, que alguien ha decidido distribuir como del papa Francisco y hale, no hay más que pensar ni comprobar. A repartir la última ocurrencia que nos han enviado. Para que nos demos cuenta de cómo circulan noticias, bulos y demás rumores. Gracias a quien lo inventa, y gracias a quienes, sin el más mínimo espíritu crítico, acaban creyendo que los bueyes vuelan.

No descarto que alguien acabe diciendo eso tan viejo y tan superado de que bueno, no es suyo, pero es el espíritu de Francisco. Nos pasó con los documentos del concilio Vaticano II, que siendo imposible que justificaran muchas barbaridades que se hicieron en su nombre, fueron sustituidos por un ignoto espíritu del concilio que nadie sabía definir pero al que se apelaba como suprema autoridad.

El papa Francisco está empezando a decir y decidir cosas que mucho me temo chirrían entre algunos colectivos. Por ejemplo, la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII juntos, la próxima beatificación de monseñor Álvaro del Portillo, o haber puesto al frente de los dineros vaticanos a un sacerdote nada menos que del Opus Dei. Famosa la ratificacion del estacazo a las religiosas disidentes norteamericanas. Habla del demonio, de confesión, eucaristía y vida sacramental, señala el respeto a la vida, a la familia y a la educación integral como pilares de la sociedad y hasta dice que el hombre necesita pan, pero necesita sobre todo a Dios, y que la Iglesia es mucho más que una ONG.

A ver si nos va a pasar que se comiencen a silenciar las palabras serias de Francisco mientras se nos ofrecen otros textos apócrifos como el auténtico espíritu, porque la historia es muy vieja. ¿Qué no nos gusta lo que Francisco hace o dice? Pues nada, echamos la culpa a la curia y a distribuir otros textos que esta vez sí reflejarían su auténtico espíritu. Me da que no va a colar.