ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 01 de agosto de 2013

LA FRASE DEL JUEVES 1 DE AGOSTO

"Nunca vaciles en tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende" (Juan XXIII  1881-1963)

 


Jornada Mundial de la Juventud Río 2013

Río 2013, una semana después
Concluida la JMJ brasileña, el pensamiento va a Cracovia 2016

El papa Francisco

Las intenciones de oración del santo padre Francisco para este mes de agosto
Educadores y las iglesias locales de África

Santa Sede

El papa acepta la renuncia de dos obispos eslovenos
La nunciatura apostólica del país espera en la renovación de la Iglesia eslovena

Testigos de la Fe

Monseñor Munilla anima a retomar el espíritu y legado de san Ignacio de Loyola
Homilía en la fiesta del santo patrono de la diócesis de San Sebastián

La voz de la Iglesia en la sociedad
Mensaje de la Conferencia de los obispos suizos para el 1 de agosto 2013

De Wimblendon a Medjugorje
Del sufrimiento a la donación, historia de una tenista que ha descubierto el amor de Dios

Comunicación

Monseñor Celli: Comunicar la cultura del encuentro y a Cristo en las periferias existenciales
Mensaje a la Asociación de Comunicadores Católicos de América Latina y Caribe reunidos en Asamblea

Homilética

Cómo mejorar nuestra predicación sagrada
Columna del P. Antonio Rivero, L.C.

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

San Alfonso María de Ligorio
«Prestigioso jurista, fundador de los redentoristas, Doctor de la Iglesia, patrón de los confesores y moralistas. Para Juan Pablo II: una figura gigantesca no solo de la historia de la Iglesia, sino de la misma Humanidad»

Comentario al Evangelio

Una cuenta en el banco del paraíso
Comentario al evangelio del 18° Domingo del T.O./C


Jornada Mundial de la Juventud Río 2013


Río 2013, una semana después
Concluida la JMJ brasileña, el pensamiento va a Cracovia 2016

Por Ann Schneible

ROMA, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Ahora que la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil ha concluido, muchos de los peregrinos que han vivido este evento, miran hacia atrás y reflexionan sobre los momento inolvidables vividos.

Durante una semana, Río de Janeiro se ha llenado de peregrinos, llegados de todo el mundo a la metrópoli sudamericana para encontrarse con el papa Francisco, junto a millones de jóvenes con los que comparten la fe.

La celebración culminó con la misa conclusiva del domingo pasado en la playa de Copacabana, en la que estuvieron presentes más de 3 millones de personas. Como es costumbre, el papa anunció la sede la próxima JMJ durante el Ángelus: Cracovia, en Polonia.

"Todos parecen estar muy felices del hecho que la JMJ vuelva a la tierra de su fundador, Juan Pablo II", ha declarado a ZENIT, Pedro Guevara-Mann, productor de Salt and Light. Guevara-Mann que acaba de terminar su estancia en Río, cubriendo toda la semana de celebraciones, ha dicho que la JMJ del 2016 será también significativa, ya que coincidirá con el 30ª aniversario de la primera JMJ oficial, que tuvo lugar en 1986.

Una de las características de la JMJ de este año ha sido la persistente lluvia. Lejos de desanimar el espíritu de los peregrinos, sin embargo, Guevara-Mann ha afirmado que, en realidad "ninguno parecía que le diera importancia".

"La gente sencillamente estaba mojada - ha dicho el productor-. En la ceremonia de bienvenida del santo padre, con referencia a los 'cariocas', es decir a los habitantes de Río de Janeiro, ha dicho que "siempre he sabido que a los cariocas no les gusta el frío ni la lluvia pero vosotros estáis demostrando que vuestra fe es más fuerte que el frío y que la lluvia".

El evento que más significado ha dado a la semana, ha añadido Guevara-Mann, ha sido precisamente la ceremonia de bienvenida al papa. El productor ha subrayado como la presentación musical, titulada Rio of Faith, ha sido la demostración de cómo Brasil está profundamente arraigada en la Fe, "Recordaré siempre cuando Francisco pidió un aplauso para Benedicto XVI. Nos ha asegurado que Benedicto XVI estaba viendo la TV en ese momento".

Otro momento clave, según Guevara-Mann, fue el Vía Crucis del viernes, que se ha convertido en uno de los momentos tradicionales de la JMJ. Las estaciones, ha dicho, no han sido "representaciones dramáticas: sino más bien han sido expresiones no-literales de ambientación carioca. Cada una de ellas estaba unida a una problemática particular que los jóvenes afrontan hoy en día".

"Todas las estaciones han sido conmovedoras - ha continuado - muy sencillas y tocantes, y creo que han hablado a los jóvenes en un modo en el que la Iglesia no suele hablarles".

El sábado pasado, cerca de 3 millones de personas llenaron la playa de Copacabana para participar en la Vigilia de oración con el papa Francisco. "La vigilia ha sido una de las más potentes de las que yo he asistido", ha declarado Guevara-Mann. "La música era perfecta y llena de oración; todo estaba en su sitio: música, símbolos, testimonios, adoración, el mensaje del santo padre. Ha sido realmente una noche en la que Dios ha sido adorado sobre la playa de Copacabana".

"Nunca olvidaré cuando el papa dijo a los jóvenes que, para la formación, debemos orar, recibir los sacramentos y amarnos unos a otros. Nos hizo repetir a todos estos tres conceptos y luego agregó, "no lo vais a olvidar ¿verdad? ¿mañana os acordaréis?".

Durante la semana, y más que nunca en la misa de clausura, Guevara-Mann observó cómo "se ha producido un gran desarrollo intelectual pero también emocional y espiritual. Ha habido muchos momentos emocionantes, como el testimonio de la familia de la niña anencefálica, que fueron invitados a subir durante el ofertorio y también durante la vigilia, cuando un joven en una silla de ruedas, pidió a todos coger la cruz que teníamos en las mochilas y sujetarla en la mano: "toma tu cruz". Ésta es la cruz que te da fuerza".

"En un momento, durante la Jornada Mundial de la Juventud, Cristo nos invita a dejar de ser simplemente los discípulos y nos envía como apóstoles. Este último fue el tema de la Jornada Mundial de la Juventud: "id, y haced discípulos a todas las naciones". El papa Francisco nos ha recordado una vez más que ser discípulos es también ser misioneros. Esta fue la esencia del evento".

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El papa Francisco


Las intenciones de oración del santo padre Francisco para este mes de agosto
Educadores y las iglesias locales de África

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - En este mes la intención general de oración del papa Francisco es: “Que padres y educadores ayuden a las nuevas generaciones a crecer con una conciencia recta y en una vida coherente”.

Mientras en el ámbito misionero el pensamiento del Santo Padre está dirigida al otro Continente de la Esperanza: “Que las Iglesias locales en África, fieles al Evangelio, promuevan la construcción de la paz y la justicia”.

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Santa Sede


El papa acepta la renuncia de dos obispos eslovenos
La nunciatura apostólica del país espera en la renovación de la Iglesia eslovena

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco ha aceptado este miércoles la dimisión de los arzobispos de Lubiana, monseñor Antón Stres, y el de Maribor, monseñor Marjan Turnesek, que se han acogido al canon 401, párrafo 2 del código, en el que se dice que " se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo".

Según la nunciatura apostólica en Eslovenia, la decisión se ha tomado "a causa de la grave situación económica en la que se encuentra la archidiócesis de Maribor y en la esperanza que sus renuncias contribuyan a la renovación de la vida de la Iglesia en Eslovenia".  Así mismo, afirman que "para asegurar un gobierno regular a las dos diócesis, el papa ha nombrado obispo de Novo Mesto, a monseñor Andrej Glavan, administrador apostólico de la archidiócesis de Lubiana, y obispo de Celje, a monseñor Stanislav Lipovšek, administrador apostólico de la archidiócesis de Maribor.

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Testigos de la Fe


Monseñor Munilla anima a retomar el espíritu y legado de san Ignacio de Loyola
Homilía en la fiesta del santo patrono de la diócesis de San Sebastián

Por Redacción

SAN SEBASTIáN, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - El obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla ha presidido la celebración eucarística en honor a san Ignacio de Loyola, patrono de la diócesis de San Sebastiánque ha tenido lugar en la Basílica de Loyola a las 11:00 h. con presencia de las autoridades.

Durante la homilía ha hablado del beato José Anchieta S.I.,uno de los intercesores elegidos para la JMJ de Río, "lo que significa que ha sido propuesto como modelo de imitación para toda la juventud del mundo" ha recordado. El prelado ha explicado que este beato nació en Tenerife en 1534, hijo de un azpeitiarra, Juan de Anchieta, originario de uno de los caseríos del valle de Loiola.

"Con diecisiete años ingresa en la recién aprobada Compañía de Jesús. Entre sus hermanos jesuitas destacó en seguida por su fervor y por el vigor de su ascesis. Debido a su salud quebradiza, en 1553 fue enviado a Brasil por sus superiores —para cambiar de aires—, junto con otros seis hermanos de la orden. Con tan solo veinte años, Anchieta fundó junto al padre provincial, una aldea misional que ha llegado a ser en nuestros días la ciudad más grande de Sudamérica. Estamos hablando nada más y nada menos que de la fundación de la actual ciudad de Sâo Paulo (con más de veinte millones de habitantes en este momento). Anchieta enseñó allí gramática, tanto a los hijos de los portugueses como a los indios, y aprendió rápidamente y con toda perfección la lengua de aquella región, el tupí-guaraní, en la que escribió la primera gramática de la lengua tupí y un catecismo en este idioma, que fue el primer catecismo cristiano escrito en una lengua nativa del continente americano. También hizo el primer diccionario. El Beato José de Anchieta llegó a tener una gran actividad literaria en portugués, latín y tupí-guaraní: poesías, obras dramáticas, sermones…

Al poco tiempo, fue requerido por el Provincial de los jesuitas para ciertas tareas muy delicadas. Su primera misión importante fue la de embajador de paz entre los tamoyas, pueblo muy feroz y aguerrido, que constituía una amenaza permanente para la paz. Por espacio de cinco meses, corriendo su vida grave peligro, estuvo retenido como rehén de esa tribu. En ese tiempo predicó sin cesar el Evangelio a sus captores, y realizó entre ellos prodigios admirables. Ordenado sacerdote con treinta y tres años, acompaña de nuevo al provincial en la fundación de Río de Janeiro, la cual tomó el nombre de “San Sebastián de Río de Janeiro”. Durante diez años fue rector del Colegio de San Vicente, en Río, y en este tiempo fundó el Hospital de la Misericordia, y no solo predicó a los portugueses, obteniendo grandes frutos, sino que se encargó también de evangelizar a nuevas tribus indígenas, algunas muy violentas. Fue nombrado Provincial de todos los jesuitas de Brasil en 1577. Aprovechando sus conocimientos de la lengua, se ganó la confianza de los indios, y consiguió que algunos le encomendaran la educación de sus hijos. Estos jóvenes indios, una vez cristianizados, fueron luego misioneros de sus padres. Las penalidades que sufrió son difícilmente imaginables.  Y para hacernos una idea de ello, basta decir que a los tres años de la ordenación sacerdotal de Anchieta, cuarenta de sus compañeros jesuitas habían sido martirizados.

Apóstol delicadísimo de los enfermos, predicador incansable, hombre tan humilde y obediente, como valiente y emprendedor… desgasta sus últimas fuerzas de amor apostólico, con entusiasmo juvenil, en la evangelización de los indios. Iba a buscarles a la selva o adonde fuera, sacando fuerzas de flaqueza. No se cansaba de llamarles a la fe en Jesucristo, invitándoles a dejar la vida nómada y a agruparse en nuevas aldeas misionales. Falleció en olor de santidad en 1587, con 53 años de edad. Fue declarado beato en 1980 por Juan Pablo II".

"Al asomarnos a personajes como el beato Anchieta", ha invitado a preguntarse: "¿Qué hemos hecho del legado de san Ignacio de Loyola, nuestro gran Patrono, que ha sido fermento para regenerar la faz del mundo?" Y aunque reconoce que "son muchos —¡muchos más de los que algunos suponen!— quienes continúan encarnando ese mismo espíritu ignaciano de universalidad, magnanimidad, generosidad y fe. ¡No hay lugar para el pesimismo ni para las nostalgias! Pero tampoco podemos ser ingenuos ante la crisis de secularización que padecemos,  derivada del olvido —e incluso de la ruptura— de nuestras raíces cristianas"

Por eso, ha preguntado el prelado "¿Cuál es la dirección? ¿Hacia dónde vamos? El auténtico progreso solo puede estar enraizado en la Tradición".

Según monseñor Munilla "la pregunta clave, es la pregunta por la ‘dirección’… que es tanto como decir que es la pregunta por la ‘meta’ de la vida… En el fondo, es la misma pregunta que Ignacio de Loyola dirigió, cinco siglos atrás, a Francisco Javier: “¿De qué te sirve ganar el mundo entero, si pierdes tu vida?”.

Para finalizar ha afirmado el obispo de San Sebastián que " este mundo está experimentando cambios vertiginosos; pero LA PREGUNTA —con mayúscula— es la misma de siempre; y la respuesta, al igual que Ignacio, Francisco Javier y José de Anchieta, también la encontramos en el Evangelio. La respuesta tiene un nombre propio: ¡JESUCRISTO!"

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La voz de la Iglesia en la sociedad
Mensaje de la Conferencia de los obispos suizos para el 1 de agosto 2013

Por Redacción

ROMA, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Por qué no se puede prescindir de la voz de la Iglesia (de las Iglesias) es el tema abordado por monseñor Charles Morerod, obispo de Lausana, Ginebra y Friburgo  y vicepresidente de la Conferencia de los obispos suizos, para su mensaje por el 1 de agosto.

"En una sociedad pluralistas como la suiza, nos preguntamos si la Iglesia debe todavía intervenir públicamente o abstenerse. Esta pregunta toca evidentemente cada Iglesia o religión, pero aquí lo afrontamos como Iglesia católica", comienza diciendo en el mensaje.

Continúa afirmando que "hablar de intervención pública no significa limitarse a las declaraciones de los obispos, porque afecta en primer lugar cada acto realizado por personas movidas por la fe. Ser cristiano, de hecho, debe tener un efecto, sino no significa nada. Si el cristiano cree que Dios quiere mucho a los hombres, se siente llamado a hacer lo mismo, manifestándolo en la atención hacia los que nadie considera y en el perdón hasta el amor a los enemigos".

Del mismo modo recuerda que "el perdón y la integración de quién es débil son esenciales a la existencia misma de una comunidad humana unida. Si se recorre la historia atentos a este aspecto, ser verá hasta qué punto el Evangelio ha plasmado nuestra sociedad". 

Como revela un estudio reciente nacional - señala monseñor Morerod  - gran parte de los suizos considera positivo el impacto de las Iglesias (no solo de la católica) al menos sobre los marginados.

De ahí, explica que "las posiciones asumidas por los cristianos no son meramente individuales, porque el ser humano vive en sociedad y la fe integra esta dimensión comunitaria".

Así mismo recuerda que "si el comportamiento de los fieles, clero incluido obviamente, a veces no se corresponde con el del Evangelio, no significa que este Evangelio no vaya anunciado. Es más: lo anunciamos, a nosotros mismo y a los otros, como fuente de renovación ofrecida por Dios, en grado de ser acogido por nuestra libertad. Sin una constante renovación, la fe y sus consecuencias prácticas desaparecen y se arriesga que se pierdan".

A continuación pasa a dar algunos ejemplos de lo que puede aportar a la sociedad una visión cristiana de la vida, entre los que están: el hombre no es solo materia, una óptica puramente materialista no basta para hacerlo feliz; el cristianismo invita a ir más allá del egoísmo y recuerda que la vida terrena no es la única perspectiva; el hecho de conocer el factor religioso en las raíces asume un rol importante en el mundo, el hecho de conocerlo desde el interior favorece la percepción del mundo mismo; una visión religiosa contribuye al diálogo con otras religiones.

Por eso, finaliza el mensaje del obispo, "si alguna vez los obispos intervienen públicamente sobre temas de sociedad, no es sólo para instruir la fe de los católicos, sino también para proponer a todos la contribución de una visión cristiana. Lo hacemos escuchando las ideas de otros y esperando ser escuchados con la disponibilidad presupuesta de una sociedad democrática".  

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De Wimblendon a Medjugorje
Del sufrimiento a la donación, historia de una tenista que ha descubierto el amor de Dios

Por Antonio Gaspari

ROMA, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Al inicio de la película "Bella" el protagonista Eduardo Verástegui cuenta que su abuela le decía a menudo "si quieres hacer reír al Señor cuéntale lo proyectos del hombre".

Parece una frase hecha a posta para lo sucedido a Mara Santangelo, una tenista italiana, con talento y determinada, la cual aún teniendo un problema en los pies que le hace sufrir cada vez que juega, el 22 de junio del 2005 estuvo a punto de realizar el sueño de su vida: jugar en Wimblendon, el campeonato mundial de tenis y ganar contra una de las jugadoras más fuertes: la estadounidense Serena Williams.

Sin embargo, precisamente en el mejor momento, después de haber ganado el primer set, los dolores en el pie izquierdo  se hacen insoportables, pide permiso para ir al baño, se quita las zapatillas y sus pies eran un baño de sangre.

Estoicamente Mara vuelve al campo, juega durante los dos sets siguientes, pero no hay más partida, no consigue apoyar más lo pies sin sentir punzadas de dolor.

Su humor es negro, reza y se lamenta, se dirige a su madre en el cielo, se enfada con el Señor porque parece que la haya abandonado precisamente en el momento más importante.

Aún sufriendo en los pies desde nacimiento por una leve malformación, Mara había prometido a su madre que llegaría a Wimbledon y se convertiría en una campeona de tenis.

No obstante esta decepción, Santangelo va adelante y en el 2006, junto con Francesca Schiavone, Flavia Pennetta y Roberta Vinci conquista la Copa del Mundo (fed Cup). Su set es decisivo cuando gana a la belga Kirsten Flipkens llevando a Italia al dos a dos. En el quinto y conclusivo partido la campeona Justine Henin se vio obligada a retirarse e Italia gana por primera vez la Fed Cup.

Santangelo comenzó a jugar al tenis con 5 años. A los 12 fue convocada al Centro Técnico Federal y siempre ha formado parte del equipo nacional.

Profesional del 1998 al 2010 ha ganado cuatro veces contra las primeras diez del ranking mundial, cuenta con 9 torneos vencidos en individual y 23 en dobles.

No obstante su capacidad de resistir al dolor al final del 2009 Mara debe rendirse. Después de otra lesión, le diagnostican el Neuroma de Morton que implica la eliminación de un nervio. Desde ese momento Mara no podrá jugar más a nivel profesional.

En el libro donde cuenta su historia "Te lo prometo - el partido de la vida, la fuerza de la fe, el valor de levantarse" editado por Piemme, Santangelo escribe:

"Dejar el tenis ha sido duro. El infortunio que siempre me ha dejado lejos de la victoria y de los campos de juego me ha obligado a combatir el partido más difícil de mi vida. No es un punto, no es un juego, no es un set, no es un partido. Es el camino de la fe que, de repente, después de tanto buscar, me ha iluminado el alma en Medjugorje conduciéndome donde no imaginaba poder llegar".

El libro de Santangelo fue presentado el 20 de julio en San Benedetto del Tronto en el contexto de la XIII edición de la manifestación "Escritores bajo las estrellas" promovida por la librería "la Bibliofila".

En el libro la autora cuenta su historia agonística y humana. Una vida difícil, con los padres que se separan cuando ella era aún pequeña. Su amada madre muere en un accidente de tráfico, cuando ella tenía solo 16 años.

Un luto nunca aceptado en el fondo. Un intento de reacción que la empuja a andar adelante por la promesa hecha a la madre y una determinación que refleja la rabia contra el dolor que sufría en los pies.

En realidad Mara estaba enfadada contra el mundo, para el dolor de pies y por la pérdida de su madre. En su camino encuentra muchas personas que la querían mucho y la ayudaban como  Giampaolo Coppo, su entrenador, "maestro en el campo y en la vida" y muchos otros que encontrará después de un viaje a Medjugorje.

Toda la primera parte del libro es la historia de esta rabia, y de una incapacidad de Mara de aceptar el dolor que la penaliza y que le impide hacer lo que más ama, jugar al tenis, y el destino adverso y cruel que la ha privado de su amada madre.

Mara no consigue librarse de los tormentos hasta que no decide ir a Medjugorge. Intensísima la parte del libro en la que cuenta la noche que cambió su vida. Mara que se decía capaz de "hacer apenas la señal de la cruz y apenas recuerda el Ave María" cuenta la primera confesión después de años de silencio y de clausura. En fila frente al confesionario, Mara tiene miedo, pero busca el valor, se dice "Jesús entenderá mis fragilidades. Fuerza Maretta, peor que Williams este sacerdote no podrá ser nunca".

Era desde el día de la Primera Comunión que Santangelo no se confesaba. Después de arrodillarse confiesa todo, un río que se inunda. Se siente amada, entendida, escuchada y una serenidad que nunca había sentido.

Ha escrito en el libro "ha sido el inicio de una nueva vida". Así Mara Santangelo, tenista con talento y fuerte, siempre muy reservada, comienza a hacer asistencia y acogida a otros. Entra en el grupo de Chiara Mirante "Nuevos horizontes" y participa activamente en la iniciativa "abrazos gratis". Confiesa "¡que felicidad ser útil al prójimo. Que alegría acoger con amor, buscando ser fuente de compartir!"

A quién le ha preguntado: "¿por qué una persona de éxito como tú, que tiene de todo, se pone en medio de una calle a regalar abrazos?" Mara responde: "nuestra existencia no es nada sin amor, sin un corazón dispuesto a donar, a amar y ser amado".

"El verdadero renacimiento espiritual - concluye Mara - está en el entender que a través de ti, otros pueden ver una luz que va más allá de tu persona, más allá de la carne y la materia; la luz resplandeciente de Cristo".

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Comunicación


Monseñor Celli: Comunicar la cultura del encuentro y a Cristo en las periferias existenciales
Mensaje a la Asociación de Comunicadores Católicos de América Latina y Caribe reunidos en Asamblea

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - "Los medios de comunicación se han hecho imprescindibles. Estamos siendo testigos de grandes cambios, no sólo a nivel tecnológico y cultural, sino también en la historia de la Iglesia". Así lo afirma monseñor Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales en su mensaje a los comunicadores reunidos en la Asamblea de asociados nacionales de la Organización Católica de Comunicadores de América Latina y el Caribe (OCCLAC) en la que elegirán a sus nuevos directivos para el periodo 2013-2017.

Monseñor Celli afirma que "por la Providencia ha sido elegido un papa del sur del mundo, y concretamente de un continente que está unido por los sufrimientos y esperanzas de sus pueblos, por sus grandes desafíos; y estigmatizado por las grandes desigualdades que se encarnan sobre todo en los pobres y en los que más sufren".

Recientemente el Cardenal Ouellet se dirigió a los obispos de América Latina con motivo de la elección del papa Francisco, planteando algunas preguntas que ahora monseñor Celli vuelve a proponer en esta ocasión a los comunicadores católicos. "Son preguntas que pueden ayudarnos a reflexionar sobre el significado de un Papa latinoamericano para nuestra misión de comunicadores católicos: ¿Qué significa para la “misión continental”, que el Papa Francisco lleva ciertamente en su corazón? ¿Qué significa para el discipulado en vuestras comunidades cristianas? ¿Qué significa para el bien de vuestros pueblos y naciones? ¿Qué significa para la solicitud apostólica universal de la Iglesia latinoamericana y su colaboración con el ministerio universal del Sucesor de Pedro, para irradiar el Evangelio hacia todos los confines de la tierra?"

Desde la reflexión que puede emerger de estas preguntas, monseñor Celli menciona dos características que pueden ayudar a impulsar la "Misión Permanente a la que hemos sido convocados en la Asamblea de Aparecida": comunicadores promotores de la Cultura del Encuentro y llamados a comunicar a Cristo en las periferias existenciales.

En relación a la cultura del encuentro, el presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales recuerda que "hoy en día, la barrera digital no es la única causa de incomunicación; en una sociedad siempre conectada, el ser humano, en tantas circunstancias, vive más aislado que nunca y encuentra gran dificultad en iniciar una verdadera comunicación interpersonal". Añade que el papa Francisco "nos propone instaurar y promover una cultura del encuentro con los demás, a partir de la fe que nace del encuentro personal con Jesús. Nuestros países en América Latina sufren la división económica y política que tantas veces separan a los hermanos y hermanas de este gran continente".

Haciendo referencia a las dificultades que la vocación comunicadora se encuentra debido a que en ocasiones se aprueban normas que atentan contra la libertad de expresión, de opinión, y de prensa, señala monseñor Celli que " nuestra postura cristiana será la de buscar todas las vías lícitas para denunciar estas situaciones de injusticia y promover la difusión de la verdad".

En el segundo punto de la reflexión, "llamados a comunicar a Cristo en las periferias existenciales" cita las palabras del papa en las que dice que "estamos llamados a “no encerrarnos en la soledad, en el desaliento, en el sentimiento de impotencia ante los problemas”. El Papa nos indica que encerrarnos es un peligro: “Nos encerramos en la parroquia, con los amigos, en el movimiento, con quienes pensamos las mismas cosas… pero ¿saben qué ocurre? Cuando la Iglesia se cierra, se enferma. Piensen en una habitación cerrada durante un año; cuando se entra huele a humedad, muchas cosas no marchan. Una Iglesia cerrada es lo mismo: es una Iglesia enferma. La Iglesia debe salir de sí misma. ¿Adónde? Hacia las periferias existenciales, cualesquiera que sean. Pero salir. Jesús nos dice: “Id por todo el mundo. Id. Predicad, Dad testimonio del Evangelio”

Explica monseñor Celli que "para todos los comunicadores católicos y, en especial, para aquellos que se encuentran en las periferias, tendremos que asumir y promover la Nueva Evangelización como un proceso integral del ser humano que ayuda a recuperar la dignidad de los hijos de Dios; buscando nuevas formas de comunicación para el desarrollo; y, como nos alienta el Papa Francisco, “sin encerrarnos”.

Para concluir la reflexión se detiene en dos tentaciones "el retroceder y el progresismo adolescente". Y explica que "una comunicación cristiana nace sobre todo del corazón que cree y ama a Cristo, y que hará que las actividades y los gestos comunicacionales sean efectivos y puedan suscitar fe, esperanza, entusiasmo y seguimiento del mismo Señor".

Recientemente, continúa monseñor Celli,  el papa Francisco se refirió al pasaje evangélico de Mateo (5, 17-19) en el que Jesús dice: “No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir,  porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumplido”.  Por eso invita a reflexionar las palabras del santo padre que se pregunta: "¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en la transmisión de esta ley? Es la ley del Espíritu, la que nos hace libres. Sin embargo, se trata de una libertad que, en cierto sentido, nos da miedo. Porque se puede confundir con cualquier otra libertad humana. Y, luego, la ley del Espíritu nos lleva por el camino del discernimiento continuo para hacer la voluntad de Dios: también esto nos asusta un poco. Pero cuando nos asalta este miedo, corremos el riesgo de sucumbir a dos tentaciones. La primera es la de volver atrás porque no estamos seguros. Pero eso interrumpe el camino. Es la tentación del miedo a la libertad, del miedo al Espíritu Santo"

La segunda tentación es la del "progresismo adolescente". Explica monseñor Celli que "sin embargo, no se trata de auténtico progreso: es una cultura cambiante de la que no logramos desprendernos, y de la cual tomamos las leyes y los valores que más nos gustan, como hacen precisamente los adolescentes. Al final, el riesgo que se corre es el de resbalar, así como el coche patina en el hielo y se sale de la carretera".

Para finalizar, el presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones sociales pide "que los comunicadores católicos de América Latina y el Caribe seamos verdaderos testigos del Resucitado".

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Homilética


Cómo mejorar nuestra predicación sagrada
Columna del P. Antonio Rivero, L.C.

Por Antonio Rivero

BRASILIA, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - PREDICACIONES CIRCUNSTANCIALES (2)

Entremos ya de lleno en las predicaciones circunstanciales más relevantes: bautizo, boda, exequias, fiestas, presentaciones, brindis. Hoy veremos las dos primeras.

BAUTISMO

Lo que debe ser esta predicación: no debe ser una lección de teología de los sacramentos, pero debe decir de un modo cercano a la vida lo que el sacramento del bautismo significa para el hombre de hoy: un nuevo nacimiento en la familia de Dios y lo que eso comporta de dignidad y responsabilidad.

Tema y objetivo de esta predicación: la predicación del bautismo no tiene por contenido –aunque no lo debe excluir- ni la alegría por el nacimiento de un niño, ni la cuestión de su futuro, ni la tarea educativa de los padres. El tema debe ser la gracia divina de la que se hace objeto a este niño, el amor de Dios manifestado en Cristo. Se trata de relacionar la vida humana con los grandes hechos de Dios. Esto es válido también cuando el nacimiento del niño no ha sido recibido con alegría, ya porque no fuera deseado, ya porque ha venido enfermo al mundo, ya porque se temen experiencias amargas en su camino.

Esta predicación debe tener estas características

Primero, real adaptación a los asistentes. Nos deben entender, pues hablamos un lenguaje lleno de cariño y sencillez.

Segundo, seleccionar alguno de los múltiples aspectos del bautismo, para evitar que la homilía sea un inventario rápido y total de ritos, símbolos y contenidos teológicos. Por tanto, una sola idea o tema. Por ejemplo, centrarse en alguna de las ideas más importantes del bautismo: nueva vida, iluminación, regeneración, llamado a la santidad, etc.

Tercero, debe ser breve, porque se supone que ya hubo antes para los padres y padrinos una catequesis en la parroquia; en ellos recae especialmente la tarea de educar a esos neófitos en la fe.

Finalmente, convendría hacer alguna referencia a los signos más importantes, especialmente al baño de agua, la nueva vestidura, las unciones con el aceite consagrado, la vela.

LA BODA

La predicación de la boda es distinta de la del bautismo: la atmósfera es más sentimental y está más expuesta al aire de fiesta que la predicación bautismal.

Tema y objetivo de esta predicación: recordar el aspecto sacramental para evitar que las flores, la música, el vídeo, las fotos, los padrinos y testigos vestidos de etiqueta y el vestido de la novia sean más importantes que la celebración litúrgica.

Las características de esta predicación son éstas

Primero, aunque la homilía parta de un texto bíblico, sin embargo, hay que atender a la situación personal de los que van a recibir el sacramento: están gozosos y felices.

Segundo, el predicador debe ser muy cordial en la forma y expresión y sencillo en las ideas a la hora de la homilía.

Tercero, debe también llevar a la pareja a la admiración, a la acción de gracias y a la petición de gracias a Dios para ser fieles a este compromiso que asumen.

Cuarto, debe infundir a la pareja ánimo y confianza sobre sus expectativas de una vida en común.

Finalmente, ayuda mucho en la homilía emplear alguna imagen que explique plásticamente la importancia del matrimonio y quede grabada para siempre en la mente y en el corazón de los nuevos esposos y en los que asistieron a la ceremonia litúrgica.

Un ejemplo….

Me dio resultado en la parroquia Betania de Buenos Aires la imagen del vino nuevo que Cristo les ofrece en ese día de la boda, cuando comentaba las bodas de Caná (cf. Juan 2, 1-12), vino que ambos deben cuidar para que no se avinagre con la infidelidad, vino que deben compartir con sus hijos y familiares, vino que no deben aguar con la rutina; o la imagen del edificio donde hoy comienzan poniendo el primer ladrillo, si comentaba el pasaje de “construir sobre roca” (cf. Mateo 7, 24-27), ver qué cimientos deben poner, qué columnas, qué tipo de parabólica para vigilar la casa; o la imagen de la barca, cuyo timón lo debe llevar Cristo; cada uno de ellos debe llevar un remo, no para golpearse sino para remar; sin olvidar la brújula, las redes, las velas, cuidando de los posibles piratas que quieren destrozar esa barca matrimonial.  

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


San Alfonso María de Ligorio
«Prestigioso jurista, fundador de los redentoristas, Doctor de la Iglesia, patrón de los confesores y moralistas. Para Juan Pablo II: una figura gigantesca no solo de la historia de la Iglesia, sino de la misma Humanidad»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Este gran maestro de la vida espiritual, cuyo ejemplo ha movido a tantos a perseguir ala santidad, nació en Marianella, quinta cercana a Nápoles, Italia, el 27 de septiembre de 1696. Primogénito de siete hermanos, seguramente ni su padre, capitán de galeras del rey, ni su madre, perteneciente a la aristocracia, olvidaron el vaticinio de san Francisco de Jerónimo, quien al nacer el niño les advirtió que llegaría a ser obispo y que moriría longevo habiendo dado gloria a la Iglesia. Esta profecía del jesuita se cumplió rigurosamente. De manos de su madre Alfonso recibió la instrucción cristiana y la ejercitó junto a su familia con actos cotidianos de piedad. Su inteligencia era tal que a los 16 años, algo verdaderamente excepcional, se graduó por doble vía como doctor en derecho civil y canónico complementando así su gran preparación artística, científica y musical. No eran menos notables sus cualidades espirituales que desarrolló con religiosos de san Felipe Neri y con los padres filipenses.

Siendo flamante abogado, con una importante clientela, compareció en Nápoles ante un tribunal dando pruebas fehacientes de su conocida elocuencia. La fama y el éxito le precedían por su brillante capacidad para salir victorioso de todos los casos que defendió. Pero erró en el pleito que sostuvo contra el duque de Toscana debido a una vil escaramuza ajena a él. Permaneció sumido en llanto en su aposento, colgó la toga, cerró el bufete, puso su espada a los pies de María y se olvidó de la profesión. Las visitas al Hospital de Incurables y la lectura de vidas de santos, junto a la oración que realizaba ante el Santísimo expuesto en las Cuarenta Horas, fueron su único consuelo. Un día, mientas atendía a los enfermos, escuchó: «Deja el mundo y entrégate del todo a Mí», locución que se repitió cuando abandonaba el hospital. Antes había dejado al arbitrio de Dios la respuesta acerca de un matrimonio con la hija de un príncipe. Él le llamaba para sí y conmovido, manifestó: «Dios mío, demasiado he resistido a vuestra gracia; aquí me tenéis; haced de mí lo que queráis». Este fíat particular lo ratificó ante María y después lo comunicó a sus allegados. Su padre no entendía su decisión, y su madre se deshizo en lágrimas. Pero Alfonso, venciendo toda resistencia, lo cual no fue fácil, después de cursar los estudios correspondientes, en 1726 fue ordenado sacerdote cuando tenía 30 años. Su progenitor comenzó por negarle la palabra. Después, pensando en los honores que su hijo podía obtener, se reconcilió con él.

Sin perder tiempo comenzó la evangelización por los barrios marginales de Nápoles. Era un rayo de luz brillando en medio de la sordidez en la que muchos malvivían. Malhechores, prostitutas, los que carecían de lo elemental para sostenerse dignamente, rezaban de forma comunitaria y se familiarizaban con la Palabra de Dios bajo la dirección de Alfonso y de otros sacerdotes. Les animaba a vivir la santidad. Cuando llegó a oídos del arzobispo de Nápoles esta sorprendente labor, cómo daba a conocer la fe al aire libre logrando que trabajadores y personas de escasos recursos pudieran recibir esa gracia, autorizó que se reunieran en las capillas; así nacieron las famosas «capillas del Atardecer». Los jóvenes del lugar se fueron incorporando a la dirección de esta fecunda actividad.

Su anhelo era misionar en China (se había alojado en el Colegio de los Chinos), y morir allí por Cristo. Pero, agotado por su intensa actividad fue a Scala para recuperarse. Al tomar contacto con la gente del lugar y apreciar su deficiente formación religiosa, se sintió llamado a erigir una nueva fundación dirigida a las zonas rurales. El 9 de noviembre de 1732 con un grupo de sacerdotes fundó la Congregación del Santísimo Redentor. Tras muchas penalidades, en 1749 fue aprobada por Benedicto XIV. Paralelamente, y con el fin de proporcionar adecuada formación a los seminaristas, Alfonso comenzó a redactar tratados de Moral. Su obra se fue incrementando con más de un centenar de textos de espiritualidad y de teología universalmente reconocidos. Entre otros se hallan las Máximas Eternas, Las Glorias de María y la Práctica de amor a Jesucristo. Están escritos con un lenguaje sencillo y ameno, accesible para los que no tenían especial preparación. Cristo, el Evangelio y la oración, junto con su devoción por María, la meditación sobre los misterios de la Encarnación y de la Pasión fueron algunos de los pilares de su vida espiritual. Respecto a la oración, hizo notar: «Quien reza se salva». Aseguró también: «Dios no niega a nadie la gracia de la oración, con la que se obtiene la ayuda para vencer toda concupiscencia y toda tentación. Y digo, replico y replicaré siempre, durante toda mi vida, que toda nuestra salvación está en el rezar».

Designado obispo de Sant'Agata dei Goti, se negó en varias ocasiones a aceptar la misión, aunque finalmente fue consagrado en 1762. Los trece años de ejercicio pastoral tuvieron el sello de su exquisita caridad. En 1775 se retiró a Pagani, Salerno. Padecía una dolorosa artrosis deformante que mantenía su espalda curvada, y que se fue agudizando. Pasó años llenos de sufrimientos a todos los niveles, físicos y espirituales, algunos creados por el devenir de la congregación y otros muchos problemas internos. Hasta llegó a ser alejado de la Orden por voluntad de Pío VI en 1780, hecho que acogió con su proverbial sentido de unidad y respeto a la Sede Apostólica. Murió el 1 de agosto de 1787; tenía cerca de 91 años. Pío VII lo beatificó el 15 de septiembre de 1815. Gregorio XVI lo canonizó el 26 de mayo de 1839. En 1871 Pío XI lo proclamó Doctor de la Iglesia. Y en 1950 Pío XII lo nombró patrono de los confesores y moralistas. Juan Pablo II dijo de él: «San Alfonso es una figura gigantesca no solo de la historia de la Iglesia, sino de la misma Humanidad».

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Comentario al Evangelio


Una cuenta en el banco del paraí­so
Comentario al evangelio del 18° Domingo del T.O./C

Por Jesús Álvarez SSP

SANTIAGO DE CHILE, 01 de agosto de 2013 (Zenit.org) - "Uno de entre la gente pidió a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia». Jesús le contestó: «Amigo, ¿quién me ha nombrado juez o partidor de herencias?» Después dijo a la gente: «Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, pues aunque uno lo tenga todo, no son sus posesiones las que le dan vida». A continuación les propuso este ejemplo: «Había un hombre rico, al que sus campos le habían producido mucho. Pensaba: ¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mis cosechas. Y se dijo: ‘Haré lo siguiente: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes; allí amontonaré todo mi trigo, todas mis reservas. Entonces yo conmigo hablaré: Alma mía, tienes aquí muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, pásalo bien’. Pero Dios le dijo: ‘¡Pobre loco! Esta misma noche te van a reclamar tu vida. ¿Quién se quedará con lo que has preparado?’ Esto vale para toda persona que amontona para sí misma, en vez de acumular para Dios»".  (Lc. 12,13-21)

Jesús no vino para solucionar problemas económicos, sino para enseñarnos a vivir de manera que logremos la salvación eterna con todos los medios a nuestro alance, pues la vida eterna es la máxima riqueza, la máxima herencia.

El rico necio de la parábola cree que la felicidad está en lo que tiene. Pero no se da cuenta de que esa felicidad es tan pasajera. La pierde toda de golpe y para siempre.

No es malo tener bienes; lo malo está en adquirirlos mal y acumularlos por egoísmo, haciéndose esclavo de ellos, en lugar de invertirlos en valores más altos, en producir frutos de salvación a favor de los demás, y así asegurarlos en la cuenta bancaria del paraíso.

Es una triste fatalidad que las riquezas posean a quienes las convierten en ídolos, a los cuales inmolan la familia, la amistad, y la misma vida temporal y eterna. Convierten los medios en fin, juntando una economía próspera con una vida en ruinas.  ¡Qué fatal necedad!

El afán de riquezas las convierte en ídolos que suplantan a Dios y al prójimo.

Todos los bienes del mundo no salvan de la muerte ni con ellos se puede comprar la vida eterna. Pero las riquezas se pueden y se deben invertir en obras de misericordia, entre las cuales descuella la evangelización que da acceso a los bienes eternos.

Gran sabiduría es acumular obras buenas en el banco del paraíso, donde nadie puede robar y donde producen inmensos intereses eternos. De lo contrario, se llega a lo más temible: la muerte segunda y la infelicidad eterna.

Necesitamos descubrir y vivir el verdadero sentido de todo lo que Dios pone a nuestra disposición, a fin de que nos sirva para nuestro verdadero destino: el glorioso reino eterno en la casa de nuestro Padre Dios, donde la riqueza es infinita, pues Él mismo, Autor y Dueño de toda riqueza, se hace nuestra herencia para siempre.

“No ojo vio ni mente humana puede sospechar lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman”  (1 Cor. 2,9).                   

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