El obispo de Bilbao hace balance de la JMJ

Mons. Iceta: «Tenemos que agradecer al Papa que nos invite a una vida austera»

 

El obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta, fue uno de los trece obispos españoles que acompañaron al Papa Francisco durante la JMJ de Río de Janeiro. Acompañado por un grupo de jóvenes de su diócesis, el prelado ha sido testigo del entusiasmo que genera el Santo Padre, no sólo en los jóvenes, sino también en toda la Iglesia.

05/08/13 7:54 AM


(ABC/InfoCatólica) ¿Qué le ha parecido este primer encuentro del Papa con los jóvenes?

Muy positivo. En primer lugar, por la actitud del Santo Padre con los jóvenes. Es una actitud abierta, de franqueza, de cercanía. Se ve que el Papa conoce bien la situación en que viven los jóvenes de hoy. Además, el Santo Padre tiene un estilo de hablar directo, que llega al corazón, un lenguaje claro y asequible para todos, sin rehuir ningún tema difícil y dando respuesta a los interrogantes de la juventud.

¿Qué le han parecido sus mensajes?

Se trata de una propuesta novedosa y actualizada de los fundamentos evangélicos. Se ha referido a la misión de la Iglesia de anunciar el Evangelio y hacerlo presente en todos los ambientes. Es una tarea en la que estamos todos implicados. Por eso decía a los jóvenes que quería lío en las calles y en todos los ambientes. Y les invitaba a ser protagonistas en primera persona de la historia. También ha tenido palabras para la propia Iglesia. Nos ha recordado tanto al pueblo de Dios como a sus pastores cuál es el estilo evangélico y el estilo de vida de Jesús. Y nos ha pedido que ajustemos nuestro estilo de vida a la radicalidad del Evangelio. Es un programa ciertamente ilusionante y que nos abre nuevos horizontes de una profunda renovación espiritual.

¿Por qué este Papa genera tanto entusiasmo entre los jóvenes?

La sintonía entre el Santo Padre y los jóvenes ha sido perfecta. Les ha dado lo que ellos ardientemente necesitaban: palabras de Vida verdadera, indicaciones para edificar una vida auténtica, abundantes mensajes y testimonios que tanto precisan en estos momentos de la historia. Y por eso estoy seguro de que los frutos de vida cristiana, de compromiso por edificar un mundo justo, serán formidables.

¿Cómo están recibiendo los prelados esta preocupación del Papa por que los pastores y todos los miembros de la Iglesia vivan la pobreza evangélica?

Todos estamos llamados a desterrar de nuestras vidas los ídolos que nos esclavizan. El poder, el hedonismo y el dinero constituyen los principales ídolos de nuestra sociedad actual. El Santo Padre nos invita a una conversión profunda, desterrándolos de nuestra existencia y purificando toda clase de ambiciones. Tenemos que agradecer al Papa que nos invite continuamente a retomar la senda de una vida evangélica austera y entregada al servicio de los demás, desprendida de todo tipo de ambiciones.

¿Cree que sus gestos y carisma pueden ser un revulsivo para la Iglesia?

Sin duda es un gran servicio de caridad que el Papa nos presta, al recordarnos cuáles son los fundamentos que configuran nuestra identidad como pastores de la Iglesia y cuál debe ser nuestro estilo y tenor de vida. Personalmente, no me cabe sino agradecer profundamente al Papa que muestre su corazón de padre, corrigiéndonos y animándonos a vivir una vida plenamente identificada con lo que debe ser un discípulo de Jesús. El estilo del Papa Francisco ya comienza a calar en la vida de la Iglesia. Estoy seguro de que contribuirá a una magnífica renovación y purificación de todos nosotros para vivir nuestra vocación en verdad.