6.08.13

Un amigo de Lolo- En realidad ... todo está escrito

A las 12:20 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Un amigo de Lolo

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Hacer como si Dios no estuviera cerca de nosotros es la mejor manera de olvidarlo.

Y, ahora, el artículo de hoy.

Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

En realidad… todo está escrito

“Todo lo que nos ocurre tiene su secreto, su posibilidad, su flor, su norte, su escalera ”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (233)

En el corazón de Dios. Todo está escrito en el corazón de Quien creó y mantiene su creación incluidos, como estamos, todos en ella.

A muchas personas les produce una especie de vértigo tener en cuenta, sólo tenerlo en cuenta, que Dios sabe todo lo que nos ha de pasar a lo largo de nuestra vida. Eso es cierto. Sin embargo, no es poco cierto que aunque lo sepa el Creador (cosa lógica, por otra parte) no nos lo revela en ningún tipo de sueño sino que nos deja libertad para que hagamos de nuestra vida lo que creamos conveniente hacer.

No hay, aunque así pueda pensarse, contradicción entre la libertad donada por Dios a cada uno de nosotros y que todo esté escrito en el libro de la Vida del Todopoderoso. Lo que hay, en todo caso, es una especie de falta de comprensión de muchos de sus hijos de lo que eso significa para cada uno de nosotros. Eso sí que existe, sin duda alguna pues llevados por nuestra carnalidad no podemos hacernos a la idea de que seamos capaces de decidir qué queremos hacer con nuestra vida pero que, en realidad, todo sea contemplado por Dios desde y en su definitivo Reino.

Lo que nos pasa es que no sabemos, claro, cuál es nuestro futuro y con tal secreto (que vive en el corazón de Dios) debemos llevar una existencia lo más acertada posible según la voluntad del Único y Todopoderoso. No nos queda otra si es que queremos, cuando eso llegue, habitar una de las estancias que Cristo nos está preparando en la vida eterna.

Pero todo lo que nos puede pasar y lo que, de hecho, nos pasa, tiene un por qué, una razón de ser, una finalidad. Es cierto, más que cierto, que no comprendemos cómo esto es posible pero cada paso que damos, cada decisión tomada, cada equivocación, han de ser una forma de plasmar, en nuestra existencia, una forma de ser característica de cada uno de nosotros. Somos libres y amados por Dios y, por eso mismo, cada acción o cada omisión con las que caminamos nos conforma mejor a lo que debemos ser. Y eso, se diga lo que se diga, es una forma, tan buena como otra, de ser hijos del Creador.

De todas formas, aquellas personas que tengan por cierto que esto dicho aquí es falso y que, de hecho, no puede demostrarse (pues no tienen fe y son esencialmente mundanas) sólo tienen que aguardar el momento en el que sean llamadas por Dios pues una cosa es no creer en el Creador y otra, muy distinta, que el mismo no exista y que no las tenga en cuenta como tiene cuidado de cada uno de sus hijos. Esto, seguramente, será una lección que aprenderán demasiado tarde.

Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, ruega por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán