13.08.13

 

Si ayer escribí acerca de mi “batalla” contra el liberalismo teológico, contra la secularización interna de la Iglesia, hoy me he despertado con dos magníficas noticias que se pueden leer en la portada de InfoCatólica: “Colombia: Cancelado el evento pro gay en la Pontificia Universidad Javeriana” y “El cardenal Cipriani desautoriza las conferencias que Teresa Forcades iba a impartir en el Perú”.

Hasta donde me alcanza el entendimiento, el Código de Derecho Canónico está vigente para toda la Iglesia. Por tanto, estos artículos deben servir para algo:

381.1. Al Obispo diocesano compete en la diócesis que se le ha confiado toda la potestad ordinaria, propia e inmediata que se requiere para el ejercicio de su función pastoral, exceptuadas aquellas causas que por el derecho o por decreto del Sumo Pontífice se reserven a la autoridad suprema o a otra autoridad eclesiástica.

391. 1. Corresponde al Obispo diocesano gobernar la Iglesia particular que le está encomendada con potestad legislativa, ejecutiva y judicial, a tenor del derecho.

756. 1. Respecto a la Iglesia universal, la función de anunciar el Evangelio ha sido encomendada principalmente al Romano Pontífice y al Colegio Episcopal.
2. En relación con la Iglesia particular que le ha sido confiada, ejerce esa función cada Obispo, el cual ciertamente es en ella el moderador de todo el ministerio de la palabra; a veces, sin embargo, algunos Obispos ejercen conjuntamente esa función para varias Iglesias, según la norma del derecho.

678.1. Los religiosos están sujetos a la potestad de los Obispos, a quienes han de seguir con piadosa sumisión y respeto, en aquello que se refiere a la cura de almas, al ejercicio público del culto divino y a otras obras de apostolado.

La archidiócesis de Lima está gobernada por un cardenal, S.E.R Juan Luis Cipriani, que se ha tomado en serio su condición de pastor del rebaño que le ha sido encomendado. Y en virtud de su autoridad ha desautorizado la presencia de Sor Teresa Forcades, monja benedictina española -catalana-, para dar un seminario doctrinal organizado por la CONFER (Conferencia de Superioras y Superiores Mayores de Religiosos) peruana.

Los lectores habituales de InfoCatólica saben bien quién es la Hna. Forcades. Públicamente se ha manifestado a favor del aborto y del matrimonio homosexual:

Sor Teresa Forcades justifica el aborto y afirma que le gustaría que la pastilla del día después estuviera al alcance de todas las mujeres
Teresa Forcades defiende el matrimonio homosexual desde su teología
«Signes dels Temps» entrevista a la religiosa que defiende el derecho al aborto y el matrimonio homosexual

Últimamente ha dado el salto a la política para pedir la independencia de Cataluña:

Sor Teresa Forcades da el salto a la política
Sor Teresa Forcades asegura que se identifica con la CUP, independentista y de extrema izquierda

Llegó a mentir asegurando que había consultado con el cardenal Sistach, arzobispo de Barcelona, precisamente sobre su participación en la política:
Sor Teresa Forcades asegura que consultó con el cardenal Sistach antes de intervenir en la política catalana

La archidiócesis de Barcelona la desmintió:

La archidiócesis de Barcelona desmiente que Sor Teresa Forcades le haya consultado su incorporación a la política

E incluso llegó a criticar al arzobispo de Tarragona por impedir que sus parroquias se usen para actos independentistas:

Forcades critica al arzobispo de Tarragona por impedir que sus parroquias se usen para su proyecto independentista

He aquí otras noticias “peculiares” protagonizadas por esta religiosa:

Sor Teresa Forcades dice que el cáncer de Chávez es consecuencia de su entrega política
Sor Forcades hace un llamamiento a la huelga general indefinida en España

Hace 4 años el cardenal Rodé, por entonces Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, exigió a sor Teresa Forcades que se adhiriera a la doctrina de la Iglesia:

El cardenal Rodé exige a Teresa Forcades que se adhiera públicamente a la fe de la Iglesia

Como ven ustedes, la monja no hizo ni caso. No sabemos si el cardenal Cipriani era conocedor de TODAS esas noticias sobre la religiosa benedictina, pero ha debido de informarse lo suficiente como para decretar lo siguiente en una carta enviada a la presidenta de la CONFER del Perú (negritas mías):

Estimada Hermana Lidia

Junto a un cordial saludo en el Señor, me dirijo a Vd para informarle que he recibido en mi despacho de parte de algunos fieles, su preocupación por el anuncio de parte de la CONFER de la presencia en la jurisdicción eclesiástica de Lima de la Hna Teresa Forcades, OSB, cuya exposición mediática en diversos temas manifiestan una seria contradicción con la enseñanza de la Iglesia en temas fundamentales como por ejemplo el de la moral.
Según he sido informado la religiosa en mención estará en Lima los días 12, 13 y 14, a través de estas líneas le recuerdo que según lo señalado en el Código de Derecho Canónico cánones 381, 391, 756 y 678 es potestad del obispo diocesano velar por la recta doctrina en su jurisdicción por lo que no autorizo a la Hna Forcades a participar en dichas conferencias difundidas por ustedes a través de diversos medios.

Confío en que usted sabrá acoger esta comunicación con verdadero espíritu eclesial, trabajemos para que en la Iglesia brille siempre la unidad y el propósito de comunicar la recta doctrina.

Con afecto en el Señor

Juan Luis cardenal Cipriani Thorne
Arzobispo de Lima y Primado del Perú

Su carta ha tenido efecto inmediato y la religiosa española no dará el seminario anunciado.

Es evidente que todo obispo tiene autoridad para autorizar o desautorizar en su diócesis la presencia de religiosos proabortistas, pro-agenda del lobby gay, pro-cualquier cosa que cause escándalo a los fieles al magisterio de la Iglesia. Pero ha tenido que ser un cardenal peruano el que ponga coto a los excesos de Sor Teresa Forcades. En España, seguimos esperando a que alguno haga lo mismo con ella.

Se me escapan las razones por las que unos pastores defienden la sana doctrina en sus diócesis mientras otros no. Pero una cosa sí es segura. Cuando alguien hace lo que debe hacer, el que no lo hace queda aún más en evidencia. No hace falta dar nombres. Los conocemos todos. Ejemplos como el del arzobispo de Oviedo o el obispo de Córdoba no abundan.

Solo cabe rogar a Dios que cunda el ejemplo del cardenal Cipriani. No puede ser que la Iglesia deje vía libre a alguien que, día sí y día también, hace de su oposición pública y notoria al magisterio su modo de vida. Sobre todo si hablamos de una persona consagrada.

Una última reflexión. Gracias a internet, todo se sabe antes y mejor. Cada vez son más los fieles que hacen uso de su derecho a “recibir con abundancia de los sagrados Pastores los auxilios de los bienes espirituales de la Iglesia, en particular la palabra de Dios y les sacramentos. Y manifiéstenles sus necesidades y sus deseos con aquella libertad y confianza que conviene a los hijos de Dios y a los hermanos en Cristo. Conforme a la ciencia, la competencia y el prestigio que poseen, tienen la facultad, más aún, a veces el deber, de exponer su parecer acerca de los asuntos concernientes al bien de la Iglesia” (Lumen Gentium 37).

En otras palabras, en esa batalla de la que hablaba ayer, no estamos solos. El pastor con olor a oveja debe librar a su rebaño de los lobos, de aquellos que se disfrazan como ministros de luz cuando en realidad sirven a Satanás (2ª Cor 11,13-15). ¿Es dura esta palabra? Más duro es caer en la perdición por seguir a quienes se separan de la verdad y de la vida. Es más enemigo de la cruz de Cristo quien adultera el evangelio y la fe de la Iglesia desde dentro que quienes se enfrentan a la misma desde fuera de la comunión eclesial

Luis Fernando Pérez Bustamante