Solidaridad
15 de agosto del 2013

El conflicto armado en Colombia deja víctimas sin casa y sin medios. Cáritas inicia la campaña "Por el derecho a la vida digna y a la restitución de tierras"

El día 13 de agosto se dio inicio a una campaña para paliar los efectos del pasado conflicto armado en Colombia. La campaña se ha presentado en Cúcuta en el Departamento Norte de Santander donde alrededor de 90.000 familias han tenido que abandonar sus tierras al ser perseguidos por los actores del conflicto.


 

El propósito de este proyecto es informar a las víctimas sobre los derechos que tienen en un conflicto de estas características. En concreto los derechos que se refieren a la protección de su vida y a la restitución de las tierras que han perdido. Otro propósito que Cáritas tiene en mente al iniciar la campaña es sensibilizar a la comunidad internacional de las necesidades que se viven en Colombia. Monseñor Héctor Fabio Henao, director de la Pastoral Social, declaró en la presentación de la campaña: "Si queremos un Estado Social de Derecho es necesario resolver estos dos problemas".

Desde la Conferencia Episcopal colombiana, el secretariado Nacional de Pastoral Social, ACNUR y la Oficina de Derechos Humanos de la ONU se ha presentado la campaña. El objetivo del Gobierno es restituir dos millones de hectáreas de los 6,63 millones que han sido afectadas.

Tibú ha sido una ciudad muy castigada. A finales junio los campesinos de la región se han manifestado allí bloqueando los accesos a la ciudad y el abastecimiento de la misma. Pedían la erradicación de los cultivos ilegales de coca y exigían al Gobierno que se ponga en marcha un plan de sustitución de cultivos. El objetivo es sacar a la región del abandono institucional crónico que se ha agravado con la guerra. Las movilizaciones terminaron el 9 de agosto con un Acuerdo de Garantías entre el Gobierno y los campesinos. También se ha propuesto un calendario de reuniones para mantener la continuidad del acuerdo.

El trabajo de Cáritas Diocesana de Tibú ha estado estos meses desarrollando una experiencia de organización social con las comunidades para fortalecer íntegramente a los líderes sociales y para apoyar a la creación de espacios de interacción y participación democrática con los distintos sectores sociales. Los procesos que se han llevado a cabo han sido de producción agropecuaria o de servicios y la creación de políticas públicas para la zona rural de Catatumbo.

Estos proyectos, impulsados por Cáritas Colombia y también por la colaboración de Cáritas Española ha dado una serie de resultados a corto plazo que permiten ver poco a poco los frutos del trabajo. Uno de esos frutos es ASOPROCOMP, una asociación de productores de Pacelli formada por 11 mujeres que decidieron organizarse para comprar productos agroecológicos que producen las familias para comercializarlos. Los pequeños proyectos se convierten con el tiempo en la reparación que un país necesita para salir adelante. A veces, como en este caso, solo necesitan apoyo, información y algo de financiación para empezar.