IGLESIA EN ESPAÑA

Nace el Grupo de Comunicación Loyola, fruto de la unión de los sellos editoriales Sal Terrae y Mensajero


 

Las editoriales centenarias Sal Terrae y Mensajero –con su sello en euskera Mezulari-, pertenecientes a la Compañía de Jesús, han culminado el proceso de unificación en el que han trabajado desde hace más de dos años y al que se ha sumado la nueva oficina de desarrollo de contenidos digitales, sjdigital. De esta unión nace una nueva entidad, Grupo de Comunicación Loyola, que mantendrá la línea editorial de cada uno de sus sellos con la fortaleza que proporciona esta alianza. La integración es parte de un proceso natural que hace posible afrontar los nuevos retos globales del siglo XXI con mayor fuerza y ganar eficacia en esa misión común de servicio eclesial y social.Las direcciones literarias y los departamentos comerciales de ambas editoriales han trabajado conjuntamente desde el inicio del proceso, acudiendo juntas a las ferias más representativas del sector. Esta colaboración ha tenido su reflejo en las numerosas coediciones Sal Terrae-Mensajero como son las colecciones Manresa, Principio y Fundamento, el Diccionario de la Biblia y las infantiles y juveniles Creciendo en la fe y El planeta de los sueños.

 

Fruto de este tiempo de colaboración estrecha, la unión es un paso avalado por la experiencia atesorada por dos editoriales centenarias. Y al mismo tiempo, el Grupo de Comunicación Loyola presenta la novedad de integrar nuevos equipos al proyecto que permitan su adaptación a las realidades y lenguajes del siglo XXI, como la oficina de contenidos digitales, sjdigital, con sede en Valladolid y que desarrolla y alimenta, entre otros proyectos, las páginas rezandovoy.org y pastoralsj.org. Gracias a esta incorporación se ofrecen servicios editoriales y de internet como la creación de páginas web, y se posibilita la producción en formato electrónico de cada uno de los títulos.

 

Al frente del equipo humano y profesional se encuentran Antonio Allende, jesuita nombrado consejero delegado del grupo, y el seglar José Manuel Díaz, director general.  La labor editorial se desarrolla en tres provincias: Santander, Bilbao y Valladolid. Y si antes cada provincia era la seña de identidad de cada sello, ahora cada sede acoge las funciones necesarias para cumplir con un objetivo común que abarca un amplio abanico temático comprendido entre la teología, estudios bíblicos y pastoral hasta la literatura infantil y juvenil. Santander acoge la administración general del grupo, la dirección comercial y de marketing, la edición de las revistas ya centenarias Sal Terrae, Catequética y Homilética, el almacén y las suscripciones. Bilbao, por su parte, es la sede de la gerencia, de los pedidos y facturación, de la dirección de contenidos, de la tramitación de los derechos de autor, permisos de publicación, edición de libros en euskera, edición de las revistas Jesuitas y Mensajero, diseño y maquetación y recursos humanos. La tercera provincia, Valladolid, alberga la dirección literaria, la recepción de manuscritos, los contenidos digitales, el diseño web, el libro electrónico y el gabinete de prensa.