6.09.13

 

Cuarenta niños y adolescentes de la secta “Doce tribus” fueron rescatados ayer, 5 de septiembre, por la policía de Baviera (Estado federado del sur de Alemania) después de que la Justicia retirara la custodia a sus padres por sospechas de maltrato. La operación policial contra la comunidad religiosa “Doce tribus", considerada una secta por muchos de sus críticos, comenzó por la mañana, cuando un centenar de agentes y funcionarios de los servicios de protección de menores entraron en un centro situado cerca de la pequeña localidad de Deiningen, tal como informa Efe.

Según un portavoz policial, la policía recogió a los menores sin que los adultos ofrecieran resistencia y después rescató a otros 12 niños en la cercana localidad de Wörnitz. Todos se encuentran ahora bajo la tutela de los servicios de protección de menores, aunque no se descarta que pasen a familias de acogida.

“Doce tribus” es una polémica organización que se declara devota de la Biblia y que fue creada en Estados Unidos, aunque desde hace casi quince años varias familias viven en una comunidad en Deiningen, donde cultivan verduras y cereales y hasta producen su propia energía. El año pasado la revista alemana Focus informó de maltratos en “Doce tribus", donde los niños eran supuestamente golpeados con varas, pero la comunidad, formada por un centenar de miembros, rechazó las acusaciones y defendió su transparencia.

Los servicios de protección de menores y la fiscalía de Augsburg (Baviera) vigilan desde hace tiempo al grupo, que se ha enfrentado en numerosas ocasiones a las autoridades al rechazar enviar a sus niños a la escuela publica por estar en contra de las clases de educación sexual. Las autoridades retiraron en julio de este año la autorización a la escuela privada que mantenía “Doce tribus” al no contar con el profesorado necesario, con lo que la veintena de niños que acudían al centro deberían comenzar en breve el nuevo curso en una escuela pública o en un colegio cercano.

En AFP leemos que durante las redadas se encontraron “evidencias que apuntan a importantes y permanentes abusos infantiles”, según apuntaron las autoridades locales, citadas por los diarios Augsburger Allgemeine y Der Spiegel. El grupo, que se describe como una “hermandad espiritual”, ya ha tenido problemas con las autoridades por negarse a enviar a sus niños a las escuelas públicas.