Mundo
12 de septiembre del 2013

El Gobierno canadiense se opone a la propuesta del Partido Quebeqés de prohibir a los empleados públicos llevar símbolos religiosos

Tras la propuesta de la líder del Partido Quebequés, Pauline Marois, de imponer una política de "neutralidad religiosa", el Gobierno de Canadá, por medio del ministro de Empleo, ha mostrado su rechazo a esta iniciativa por ser una violación de la libertad religiosa.


 

Tras la propuesta del Partido Quebequés de establecer una legislación de "neutralidad religiosa" el partido conservador, cuyo presidente Joseph Harper, ostenta el cargo de Primer Ministro, manifestó su oposición a esta iniciativa alegando que se trata de una violación de la libertad religiosa. Si esta propuesta fuese aceptada por el gobierno provincial, ningún empleado público tendría permitido llevar cualquier tipo de símbolo religioso.

El ministro de empleo Jason Kenney, quien también supervisa las políticas multiculturales escribió en un Tweet: "Nuestro gobierno defenderá la libertad religiosa contra cualquier ley que pueda socavarla"

El texto con la propuesta incluye un gráfico en el que se explica con claridad cuáles son los símbolos religiosos que el Partido Quebeques de Pauline Marois' considera inapropiados para un funcionario.  De acuerdo con el gráfico los empleados públicos no deberán llevar símbolos religiosos fácilmente visibles como crucifijos, hijabs, burkas, kippas, velos y turbantes. Aquellos símbolos considerados discretos como un pequeño crucifijo, o un anillo con la estrella de David, si que estarían permitidos.

Según esta ley todos los crucifijos deberían ser retirados de los juzgados así como de cualquier edificio público. Del mismo modo debería prohibirse jurar con la mano sobre la Biblia en los juicios. El partido de Marois ha puesto un número de teléfono a disposición de todos los ciudadanos de Quebec para que den su opinión sobre esta propuesta de ley.