ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 25 de septiembre de 2013

LA FRASE DEL MIÉRCOLES 25 DE SEPTIEMBRE

"Da el primer paso con fe. No tienes por que ver toda la escalera. Basta con que subas el primer peldaño" (Marthin Luther King 1929 - 1968)


 

 


El papa Francisco

El papa invita a rezar incesantemente por la paz en Siria, Líbano y Oriente Medio
Francisco hace este llamamiento en la homilía de Santa Marta

Francisco animó al obispo de Lérida a seguir con el proyecto para familias desahuciadas
Monseñor Piris concelebró la eucaristí­a con el papa Francisco el sábado 21 en Santa Marta

El papa 'Mejor morderse la lengua que murmurar', porque el chismerío hace mal
En la catequesis de la audiencia general Francisco habla sobre la unidad de la Iglesia

El santo padre: 'Es triste ver una Iglesia «privatizada» por pequeños grupos'
Advertencias durante la catequesis semanal. Invita a rezar por los cristianos perseguidos. Texto completo

Santa Sede

El Card. Ravasi y el director de 'Reppublica' debaten sobre sociedad y comunicación
El Atrio de los Gentiles dedica una sesión a los periodistas. Scalfari 'Mensaje importante para una sociedad con tasa de narcisismo patológica'

El Vaticano organiza un seminario sobre la dignidad de la mujer
Lo organiza el Consejo Pontifico para los Laicos el 10 y 11 de octubre, a los 25 de la publicación de la Carta apostólica Mulieris Dignitatem del beato Juan Pablo II

La Santa Sede participa en las Jornadas Europeas del Patrimonio 2013
El domingo 29 de septiembre la entrada al Museo Vaticano será gratuita

Mirada al mundo

La Iglesia en América Latina: GUATEMALA
Una mirada al continente del papa Francisco (Especial XVIII)

La Orden de la Merced recibe la medalla de oro al Mérito Social
En reconocimiento por su compromiso en la labor pastoral en las cárceles españolas

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

San Sergio de Rádonezh
«Monje, fundador, patrón de Rusia, gran propagador del culto a la Santísima Trinidad. El famoso icono de Andrej Rubljow es heredero de sus enseñanzas»


El papa Francisco


El papa invita a rezar incesantemente por la paz en Siria, Lí­bano y Oriente Medio
Francisco hace este llamamiento en la homilí­a de Santa Marta

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - El papa esta mañana ha concelebrado la eucaristía matutina en Santa Marta con los cardenales Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y Béchara Boutros Raï, patriarca de Antioquía de los maronitas, junto a un grupo de obispos maronitas venidos del Líbano, de Siria, de Tierra Santa y de otros países de todo el mundo. Las ideas que han estado al centro de su predicación han sido "la vergüenza delante de Dios, la oración para implorar la misericordia divina y la plena confianza en el Señor".

El santo padre ha comentado las lecturas de la liturgia deteniéndose de forma particular en el fragmento del libro de Esdras. Francisco ha desarrollado la homilía en torno a tres conceptos.

En primer lugar la actitud de vergüenza y confusión del Esdras delante de Dios, hasta el punto de no poder alzar los ojos hacia Él. Vergüenza y confusión de todos nosotros por los pecados cometidos, que nos han llevado a la esclavitud porque hemos servido a ídolos que no son Dios.

A continuación ha pasado al segundo concepto: la oración. "Según el ejemplo de Esdras, que de rodillas alza las manos hacia Dios implorando misericordia, así debemos hacer nosotros por nuestro innumerables pecados". Ha continuado el papa remarcando que es necesario elevar también una oración por la paz en Líbano, en Siria y en todo Oriente Medio. Y ha añadido que "la oración es siempre y sin embargo, el camino que debemos recorrer para afrontar los momentos difíciles, como las pruebas más dramáticas y la oscuridad que a veces nos rodea en situaciones impredecibles. El pontífice ha subrayado que para encontrar el camino de salida de todo ello es necesario rezar incesantemente".

Finalmente, el santo padre ha hablado de la confianza absoluta en Dios que nunca nos abandona. "Estamos seguros que el Señor está con nosotros y, por tanto, nuestro caminar debe hacerse perseverar gracias a la esperanza que infunde fortaleza. La palabra de los pastores será tranquilizante para los fieles: el Señor no nos abandonará nunca", ha señalado el papa.

Después de la comunión, el cardenal Bechara Raï ha dirigido un agradecimiento al santo padre y un saludo cordial en nombre de los obispos participantes, de todos los maronitas y de todo el Líbano, confirmando su fidelidad a Pedro y a su sucesor "que nos sostiene en nuestro camino a menudo espinoso". En particular ha dado las gracias al papa por el fuerte impulso que ha dado a la búsqueda de la paz: "Su oración y exhortación por la paz en Siria y en Oriente Medio ha sembrado esperanza y consuelo".

(Fuente: Radio Vaticana)

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Francisco animó al obispo de Lérida a seguir con el proyecto para familias desahuciadas
Monseñor Piris concelebró la eucaristí­a con el papa Francisco el sábado 21 en Santa Marta

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco alentó el obispo de Lérida, España, Joan Piris a seguir trabajando en el Proyecto de las Viviendas Sociales del Seminario para familias desahuciadas y en riesgo de exclusión. El pasado sábado, 21 de septiembre, el santo padre conoció directamente del obispo de Lérida esta iniciativa, que se está llevando a cabo con un grupo de voluntarios.

Debido a la crisis económica europea en España y el aumento del paro o desempleo, muchas familias que habrían comprado casa con un crédito hipotecario, no están logrando pagarlo y las están perdiendo.

“¡Adelante, adelante! Cosas como ésta son las que necesitamos hoy en día”, animó el santo padre, según ha explicado el propio obispo Piris, tal y como informan en un comunicado publicado en la página web de la diócesis.

El obispo aprovechó este encuentro, que se produjo después de la misa en Santa Marta, para hacerle llegar al papa una carpeta que habían preparado los voluntarios que trabajan en el proyecto de las viviendas. En ella se explicaba la historia y evolución de esta iniciativa social. “Fueron ellos los que me sugirieron que aprovechara el encuentro para hablar de ello, puesto que el papa Francisco hace pocos días que ha pedido habilitar los conventos y edificios de la Iglesia en desuso por los más necesidades, algo que aquí ya estamos haciendo desde hace ocho meses”, explica el obispo Joan.

“Lo hice así, al acabar la misa. Le entregué la carpeta y él se interesó mucho, haciendo preguntas para conocer detalles del proyecto, y se alegró. Y cuando vio la foto de los cuarenta voluntarios que se comprometieron desde su inicio, me dijo: ‘Veo que sois unos cuántos, pero cuanto más gente impliques mucho mejor”, continua explicando el prelado.

Fue entonces cuando el papa Francisco animó al prelado a seguir trabajando con el proyecto. "Los pobres son la carne de Cristo. ¡Vamos hacia ellos! ¡Vamos!”, sigue contando el obispo.

El obispo Piris cree que el proyecto de las viviendas sociales del Seminario no es solo una casualidad. “Creo que Dios nos está llamando y le hemos dado una respuesta. Por eso pido y animo a los voluntarios a seguir colaborando y a tirar adelante con el proyecto. Son ellos quienes lo conducen. Los animo a darlo a conocer y a buscar más gente para poderlo materializar”, comenta.

El viaje del obispo de Lérida al Vaticano de la semana pasada se realizó en ocasión de la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, donde se abordó el tema de la acción evangelizadora a través de la red.

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El papa 'Mejor morderse la lengua que murmurar', porque el chismerío hace mal
En la catequesis de la audiencia general Francisco habla sobre la unidad de la Iglesia

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - La unidad de la Iglesia ha sido el tema central en la catequesis de la audiencia general de hoy miércoles. Como ya es habitual, una gran multitud de peregrinos llegados de todas las partes del mundo esperaban al papa Francisco en la plaza de San Pedro. El santo padre ha salido en el jeep descubierto a las 9.50 y ha recorrido los pasillos para saludar y bendecir a los presentes. Durante este tiempo, un especial protagonismo tienen los niños, que el papa abrazaba con ternura.

A las 10.30 ha comenzado la catequesis del santo padre en la que ha hablado principalmente sobre la unidad de la Iglesia. Como ha recordado, aún en la diversidad de culturas, existe una unidad en la fe, en la esperanza y en la caridad. Del mismo modo que existe unidad en los sacramentos y en el ministerio, que son los pilares del edificio que es la Iglesia. Francisco ha comparado a la Iglesia con una familia, que aún estando lejos se siente unida.

Ha interrogado a los presentes sobre si rezamos y tenemos presentes a los cristianos que sufre o que son perseguidos sintiéndoles como hermanos. Y ha dado cuatro ideas sobre los verdaderos caminos de la Iglesia: humildad, dulzura, magnanimidad y amor para conservar la unidad.

Como ya lo ha hecho en otras ocasiones ha advertido que el chismerío hace mal a la Iglesia y aconseja que un cristiano antes de murmurar, debe morderse la lengua, porque de este modo se hincha y así no se puede hablar.

Para finalizar la catequesis, el obispo de Roma ha recitado algunos versos de la oración de san Francisco "que allí donde haya odio, ponga yo amor; 
donde haya ofensa, ponga yo perdón; 
donde haya discordia, ponga yo unión..."

Publicamos a continuación el resumen que el santo padre ha hecho de la catequesis en lengua española.

Queridos hermanos y hermanas

En el Credo profesamos la fe en "la Iglesia, que es una". En efecto, la Iglesia es única, aunque esté esparcida por todo el mundo y haya muchas diversidades. Lo hemos visto en la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro: tantos rostros, tantas lenguas, tantos lugares de proveniencia, pero una sola Iglesia, como una gran familia, unidos como hermanos en una misma fe y esperanza, en la caridad y en los sacramentos, en el ministerio apostólico instituido por Cristo. ¿Vivimos así, o estamos encerrados en nosotros mismos o en nuestro propio grupo? ¿Nos preocupamos por los demás, aunque estén lejos? ¿Rezamos por ellos, especialmente por los cristianos que están perseguidos? A veces surgen tensiones y conflictos que hieren la unidad de la Iglesia, pero somos nosotros quienes las provocamos. Y una de las cosas que más desunen a la Iglesia es el chismerío. Un cristiano no puede ser chusma, no puede andar hablando mal de otros. Le conviene primero morderse la lengua y después hablar mal de otros. Y por eso hay que fomentar siempre la comunión en todos los ámbitos de la vida para crecer en la unidad que Dios nos da, y también para favorecer el camino ecuménico. Y, como esta unidad no es fruto de acuerdos humanos, sino obra del verdadero artífice, el Espíritu Santo, hemos de pedirla con perseverancia en la oración.

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a la comunidad del Colegio Mexicano de Roma, a las peregrinaciones diocesanas de Tarazona, con su obispo Eusebio Hernández, y de Tortosa, con su obispo Enrique Benavent, así como a los demás grupos venidos de España, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México y otros países latinoamericanos. Muchas gracias.

El texto completo de la Catequesis del papa puede leerse aquí

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El santo padre: 'Es triste ver una Iglesia «privatizada» por pequeños grupos'
Advertencias durante la catequesis semanal. Invita a rez por los cristianos perseguidos. Texto completo

Por Francisco papa

CIUDAD DEL VATICANO, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - Queridos hermanos y hermanas, buenos días:

En el «Credo» decimos «Creo en la Iglesia, una», profesamos por lo tanto que la Iglesia es única, y que esta Iglesia es en sí misma unidad. Pero si miramos a la Iglesia católica en el mundo descubrimos que abarca a cerca de tres mil diócesis repartidas en todos los continentes: ¡muchas lenguas, muchas culturas! Aquí están obispos de diferentes culturas, de muchos países. Está el obispo de Sri Lanka, el obispo de Sudáfrica, un obispo de la India, hay muchos aquí ... Obispos de América Latina. ¡La Iglesia está dispersa por todo el mundo! Y más aún, las miles de comunidades católicas constituyen una unidad. ¿Cómo puede suceder esto?

1 . Una respuesta concisa la ​​encontramos en el (Compendio del) Catecismo de la Iglesia Católica, que afirma: la Iglesia católica extendida en todo el mundo "tiene una sola fe, una sola vida sacramental, una sucesión apostólica única, una esperanza común, la misma caridad" (n. 161). Es una hermosa definición, clara, nos orienta bien. Unidad en la fe, en la esperanza, en la caridad; unidad en los sacramentos, en el Ministerio: son como pilares que apoyan y mantienen unidos el único gran edificio de la Iglesia.

Dondequiera que vayamos, incluso en la parroquia más pequeña en el último rincón de la tierra, está la única Iglesia; nosotros estamos en casa, estamos en familia, estamos entre hermanos y hermanas. ¡Y esto es un gran regalo de Dios! La Iglesia es una sola para todos. No hay una iglesia para los europeos, una para los africanos, una para los americanos, una para los asiáticos, una para los que viven en Oceanía, no, es la misma en todas partes. Es como en una familia: se puede estar muy lejos, esparcidos por todo el mundo, pero los profundos lazos que unen a todos los miembros de la familia permanecen intactos sea la que sea la distancia. Pienso, por ejemplo, en la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro: en esa inmensa multitud de jóvenes en la playa de Copacabana, se podía oír hablar muchos idiomas, se veían rasgos muy diferentes entre sí, se encontraron diferentes culturas, y sin embargo había una profunda unidad, se formaba una única Iglesia, se estaba unido y se sentía.

Preguntémonos todos: yo como católico, ¿siento esta unidad? Yo como católico, ¿vivo esta unidad de la Iglesia? ¿O no me importa, porque estoy encerrado en mi grupo pequeño y en mí mismo? ¿Soy de aquellos que "privatizan" la Iglesia para su propio grupo, su nación, sus amigos? Es triste encontrar una Iglesia "privatizada" por este egoísmo y esta falta de fe. ¡Es triste! Cuando oigo que tantos cristianos en el mundo están sufriendo, ¿soy indiferente, o es como si sufriera uno de mi familia? Cuando pienso u oigo decir que muchos cristianos son perseguidos y hasta dan la vida por su fe, ¿esto toca mi corazón o no me llega? ¿Estoy abierto a aquel hermano o hermana de la familia que está dando su vida por Jesucristo? ¿Oramos los unos por los otros? Déjenme preguntarles, pero no respondan en voz alta, sino solo en el corazón: ¿cuántos de ustedes están orando por los cristianos que son perseguidos? ¿Cuántos? Cada uno responda en el corazón. ¿Rezo por aquel hermano, por aquella hermana que está en problemas, por confesar y defender su fe? ¡Lo importante es mirar más allá de su propio espacio, sentirse Iglesia, una sola familia de Dios!

2. Vayamos un poco más allá y preguntémonos: ¿hay heridas a esta unidad? ¿Podemos herir esta unidad? Lamentablemente, vemos que en el curso de la historia, incluso ahora, no siempre vivimos la unidad. A veces surgen malentendidos, conflictos, tensiones, divisiones, que la hieren, y entonces la Iglesia no tiene el rostro que nos gustaría, no manifiesta el amor, aquello que Dios quiere. ¡Somos nosotros los que creamos las heridas! Y si nos fijamos en las divisiones que aún existen entre los cristianos, católicos, ortodoxos, protestantes... sentimos el esfuerzo de mantener plenamente visible esta unidad. Dios nos da la unidad, pero a menudo tenemos dificultades para vivirla. Hay que buscar, construir comunión, educar a la comunión, a superar malentendidos y divisiones, comenzando por la familia, desde las realidades eclesiales, también en el diálogo ecuménico. Nuestro mundo necesita unidad, es un momento en el que todos necesitamos unidad, tenemos necesidad de reconciliación, de comunión y la Iglesia es la Casa de la comunión. San Pablo decía a los cristianos de Éfeso: "Los exhorto, pues, yo, prisionero por el Señor, a que vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados, con toda humildad , mansedumbre y paciencia, soportándose unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz" (4, 1-3 ).

¡Humildad, dulzura, nobleza, amor para mantener la unidad! Estos son los caminos, los verdaderos caminos de la Iglesia. Escuchémoslo una vez más. Humildad contra la vanidad, contra el orgullo; humildad, mansedumbre, paciencia, amor para mantener la unidad. Y Pablo continuaba: un solo cuerpo, el de Cristo que recibimos en la Eucaristía; un solo Espíritu, el Espíritu Santo que anima y continuamente recrea la Iglesia; una sola esperanza, la vida eterna; una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios, Padre de todos (cf. vv. 4-6). ¡La riqueza de lo que nos une! Y esta es la verdadera riqueza: lo que nos une, no lo que nos divide. ¡Esta es la riqueza de la Iglesia! Que cada uno se pregunte hoy: ¿hago crecer la unidad en la familia, en la parroquia, en la comunidad, o soy un hablador, una habladora. ¿Soy motivo de división, de malestar? ¡Ustedes no saben el mal que le hace a la Iglesia, a las parroquias, a las comunidades, el chisme! ¡Hacen daño! Los chismes hacen daño. ¡Un cristiano antes de chismear tiene que morderse la lengua! ¿Sí o no? Morderse la lengua: esto nos hará bien, porque la lengua se hincha y no pueden hablar y no pueden chismear. ¿Tengo la humildad de recomponer con paciencia, con sacrificio, las heridas a la comunión?

3. Finalmente, un último paso más en profundidad. Y, esta es una buena pregunta: ¿quién es el motor de esta unidad de la Iglesia? Lo es el Espíritu Santo que todos hemos recibido en el Bautismo y también en el sacramento de la Confirmación. Es el Espíritu Santo. Nuestra unidad no es principalmente el resultado de nuestro acuerdo, o de la democracia dentro de la Iglesia, o de nuestro esfuerzo para estar de acuerdo, sino que viene de Él que hace la unidad en la diversidad, porque el Espíritu Santo es armonía, siempre crea la armonía en la Iglesia. Es una unidad armoniosa en medio de tanta diversidad de culturas, lenguas y pensamiento. Y el Espíritu Santo es el motor. Por esta razón, es importante la oración, que es el alma de nuestro compromiso de hombres y mujeres de comunión, de unidad. La oración al Espíritu Santo, para que venga y realice la unidad en la Iglesia.

Pidamos al Señor: Señor, concédenos estar cada vez más unidos, de no ser nunca instrumentos de división; haz que nos comprometamos, como dice una bella oración franciscana, en llevar el amor donde haya odio, a llevar el perdón donde haya una ofensa, a llevar la unión donde hay discordia. Que así sea.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

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Santa Sede


El Card. Ravasi y el director de 'Reppublica' debaten sobre sociedad y comunicación
El Atrio de los Gentiles dedica una sesión a los periodistas. Scalfari 'Mensaje importante para una sociedad con tasa de narcisismo patológica'

Por Redacción

ROMA, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - Una nuevo encuentro del Atrio de los Gentiles se ha celebrado esta mañana en Roma. Esta iniciativa de diálogo entre creyentes y no creyentes, creado por Benedicto XVI y desarrollado por el Consejo Pontificio de la Cultura, hoy ha estado dedicado a los periodistas.

En el centro del encuentro ha estado el diálogo entre el presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi y el fundador del periódico italiano La Repubblica, Eugenio Scalfari.

"No estamos aquí para convertirnos o viceversa, pero tenemos en común la convicción de que nuestras posiciones diferentes deben ser levadura para una tierra que necesita ser fertilizada", así ha concluido el periodista Scalfari la conversación con el cardenal Ravasi, con el que ha confesado de tener desde hace tiempo un territorio espiritual y mental común.

El fundador de La Repubblica ha explicado su interés por el diálogo con los católicos en la muerte de Cristo en la cruz, el culmen de la encarnación y el mensaje cristiano. Y en esta elección de anteponer el amor por los otros al egoísmo, Scalfari encuentra un mensaje importante para una sociedad donde "la tasa de narcisismo se ha convertido en patológica".

Ravasi por su parte ha tratado también el tema del rol de la Iglesia en la revolución de la comunicación de la era digital. Ha recordado el purpurado que Jesús en los evangelios nos ofrece un método cuando utiliza el lenguaje de los 'tuits' de forma sistemática, el guión televisivo a través de las 'parábolas' y basa sobre la corporeidad su anuncio.

Así mismo ha mencionado que tomar la iniciativa de esta renovada y eficaz presencia de la Iglesia en el ágora, aparecen precisamente en las cartas del papa Francisco y del papa emérito al periódico La Repubblica y la entrevista de Francisco a Civiltà Cattolica

Scalfari se ha mostrado de acuerdo sobre la idea del nacimiento de un nuevo lenguaje, confía precisamente a la religión la tarea de transmitir a la nueva civilización, en curso de formación, el legado indeleble de los valores del pasado.

(Fuente: Radio Vaticana)

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El Vaticano organiza un seminario sobre la dignidad de la mujer
Lo organiza el Consejo Pontifico para los Laicos el 10 y 11 de octubre, a los 25 de la publicación de la Carta apostólica Mulieris Dignitatem del beato Juan Pablo II

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - El Consejo Pontificio para los Laicos quiere proponer una vez más el estudio de la Carta apostólica Mulieris dignitatem del beato Juan Pablo II, en el año del vigésimo-quinto aniversario de la publicación. En esta ocasión, la hacen a partir de la significativa frase que sirve como título al Seminario: «Dios confía el ser humano a la mujer»

En esta frase, explican desde el dicasterio, "podríamos decir que el papa recoge las intuiciones de la reflexión 'en forma de meditación' que propuso a lo largo del documento, y esclarece algunos puntos sobre la específica dignidad y vocación de la mujer".

El seminario analizará los cambios históricos en la imagen de la mujer, se preguntará si estos cambios han significado una renuncia de las mujeres a su rol y se analizarán los múltiples rostros de la hodierna crisis cultural. Así mismo se reflexionará sobre el rol de la mujer en la construcción de la civilización del amor; se intentarán plantear algunos principios teóricos necesarios para la salvaguardia del humanum y se presentarán algunas propuestas para una nueva civilización del amor.

Además, el seminario ofrecerá amplios espacios para intercambios de ideas y debate. De este modo, se espera que el encuentro pueda hacerse eco de la invitación que dirigía el papa Francisco en la misa de inicio de su pontificado, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a ser «custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente» exhortando a no permitir «que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro».

Profundizando en la Carta apostólica de Juan Pablo II, en un comunicado publicado por el dicasterio se explica que "partiendo de una breve referencia a los cambios en la vida de la mujer en los años precedentes, el papa llama la atención ante aquello que, en medio de tantos cambios, permanece firme porque fundado en Cristo, el mismo ayer, hoy y por los siglos.

A continuación, el papa polaco presenta el concepto del “orden del amor” que le ayuda a definir lo específico de la feminidad". Añaden también que la mujer tiene, en palabras del papa Juan Pablo II, "una especie de 'profetismo' particular en su feminidad (MD, 29) porque de modo particular ella es quien recibe amor para amar a su vez y esto no solamente en la relación específica del matrimonio sino como su característica más universal y que por ello puede ayudar a comprender la especificidad femenina".

A partir del rol específico de la mujer en el 'orden del amor` y de una reflexión sobre el paradigma bíblico de la mujer, Juan Pablo II propone en este documento  una importante conclusión: «La fuerza moral de la mujer, su fuerza espiritual, se une a la conciencia de que Dios le confía de un modo especial el hombre, es decir, el ser humano. Naturalmente, cada hombre es confiado por Dios a todos y cada uno. Sin embargo, esta entrega se refiere especialmente a la mujer --sobre todo en razón de su femineidad-- y ello decide principalmente su vocación» (MD, 30).

Y esta frase será el punto de partida para el estudio que propone el Consejo Pontificio para los Laicos a los participantes en el próximo Seminario de estudio. Con el paso de los años, explican en el comunicado, "parece crecer cada vez más entre nuestros contemporáneos lo que el papa Benedicto XVI llamaba un 'extraño odio de sí mismos' que se traduce en múltiples expresiones de malestar como la crisis de identidades masculinas y femeninas, el creciente influjo de la ideología de gender, la difusión de la cultura de muerte (aborto, mentalidad anticonceptiva, eutanasia), el deterioro de las relaciones humanas producido por la 'revolución sexual', la emergencia educativa, la ley que se convierte en aliada del subjetivismo ético, por mencionar solamente algunas".

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La Santa Sede participa en las Jornadas Europeas del Patrimonio 2013
El domingo 29 de septiembre la entrada al Museo Vaticano será gratuita

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - La Santa Sede participa también este año en la Jornadas Europeas del Patrimonio, una iniciativa común del Consejo de Europa y de la Comisión Europea a la que se adhieren 50 estados del continente. La Jornada se celebra este domingo, domingo 29 de septiembre.

La temática elegida en esta ocasión es “Las imágenes de la fe en el patrimonio europeo” y en la elaboración del programa han colaborado el Pontificio Consejo para la Cultura y los Museos Vaticanos. En ocasión de la Jornada la entrada a los Museos Vaticanos será gratuita.

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Mirada al mundo


La Iglesia en América Latina: GUATEMALA
Una mirada al continente del papa Francisco (Especial XVIII)

Por José Antonio Varela Vidal

LIMA, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos a nuestros lectores la tercera y última parte de la serie sobre la Iglesia en América Latina, con información de algunos países sud y centro americanos, así como de El Caribe.

Conscientes del interés que viene suscitando el subcontinente del papa Francisco, ZENIT viene difundiendo el valioso estudio del Observatorio Pastoral del Celam (OPC), que nos acerca a la realidad pastoral, social y devocional de los pueblos latinoamericanos.

En esta oportunidad, conoceremos un poco más a la Iglesia de Guatemala, un país ubicado en la zona noroeste de Centroamérica, con una extensión de 108.889 km² que acoge a cerca de 13.276.517 habitantes, de los cuales el 60% serían católicos.

Orígenes de la evangelización

El 18 de diciembre de 1534, el papa Paulo III erigió la diócesis de Santiago de Guatemala y nombró al licenciado Francisco Marroquín como su primer obispo, el mismo que años atrás había sido designado como Cura de la ciudad por fray Juan de Zumárraga, obispo de México. En el OPC se lee también que fue el papa Benedicto XIV quien creó el Arzobispado Metropolitano, el 16 de diciembre de 1743, y nombró arzobispo a fray Pedro Pardo de Figueroa, peruano. El 27 de julio de 1921, Benedicto XV divide la Arquidiócesis y crea las diócesis de Los Altos y el Vicariato Apostólico de Verapaz y Petén.

Comunidad que sirve

El OPC informa que la Iglesia católica guatemalteca está organizada con dos arquidiócesis, diez diócesis, dos vicariatos apostólicos, una prefectura y una prelatura personal. Son dos las provincias eclesiásticas: Santiago de Guatemala con las diócesis sufragáneas de La Verapaz, Zacapa, Jalapa, Escuintla y Santa Rosa de Lima, que además incluye los vicariatos apostólicos de Petén e Izabal y la prelatura de Esquipulas. La Provincia de Los Altos está conformada con la arquidiócesis de Los Altos–Quetzaltenango–Totonicapán y las diócesis sufragáneas de Suchitepéquez-Retalhuleu, Sololá-Chimaltenango, San Marcos, Quiché y Huehuetenango.

Para cumplir con esta tarea, la Iglesia de Guatemala cuenta con dos arzobispos, diez obispos titulares, dos obispos auxiliares y cinco obispos eméritos conforman el episcopado guatemalteco. Existen 404 parroquias y participan en la labor evangelizadora 508 sacerdotes diocesanos, 484 sacerdotes religiosos, 2.743 religiosas y 181 religiosos. El OPC ilustra también que numerosos laicos catequistas ayudan en la evangelización y muchos más en los diversos frentes de la pastoral, ya sea a través de los movimientos apostólicos o las comunidades eclesiales. Cerca de 5.700 Ministros extraordinarios de la Eucaristía colaboran en las parroquias, tanto urbanas como rurales.

La Conferencia Episcopal de Guatemala está organizada en 17 comisiones que atienden los diversos campos pastorales bajo las orientaciones de la Asamblea, el Comité Permanente y se guían por el Plan Global 2008–2016.

Relación Iglesia-Estado

En el OPC se lee que el Concordato entre la Santa Sede y el Gobierno de Guatemala fue firmado en 1852, "luego de arduas y difíciles negociaciones".

Asimismo explica que "la Iglesia católica goza de libertad de expresión y respeto por parte del Gobierno en los puntos en que hay diversidad de opiniones, lo que permite una adecuada acción de la Iglesia en lo pastoral y la elaboración de propuestas para la solución de los problemas que aquejan a la sociedad, como es el caso de la violencia generalizada que afecta al país".

Entre el Estado y la Iglesia existe colaboración subsidiaria en programas sociales, que adelanta el Gobierno a favor de los más pobres.

Presencia en la sociedad

Si bien anteriormente --recoge el Informe--, la Iglesia Católica era el único interlocutor con la sociedad así como con el Gobierno, "hoy se habla de consulta 'a las Iglesias', dentro de las cuales está también la Iglesia Católica".

Según el OPC, esto responde a que las iglesias de corte protestante así como los nuevos movimientos religiosos presentes en el país "han ido gestando su propio puesto en medio de la sociedad guatemalteca".

"Sin embargo --continúa, la Iglesia Católica es vista como una institución que goza de un profundo prestigio ante los demás, especialmente por la labor que ha desarrollado en cuanto a preservar los valores humanos y cristianos así como en la defensa de los más débiles".

Entre las demás actividades de la Conferencia Episcopal, el OPC informa que "se viene trabajando intensamente en temas como el de la minería de metales a cielo abierto, dadas las terribles consecuencias que la misma genera en el medio ambiente, el del desarrollo rural para lograr una paz estable y duradera, el tema agrario en general así como la solución de conflictos en este campo en particular, la atención de los migrantes, entre otros".

Se resalta en el Informe que en el mundo de la educación, la Iglesia Católica ha estado presente tanto a nivel de colegios, sean parroquiales o propiedad de diversas congregaciones religiosas, como también a nivel universitario. La Universidad Landívar de los padres jesuitas, la Universidad Mesoamericana de los padres salesianos y la del Istmo, del Opus Dei, inciden en la formación humana y cristiana de los futuros profesionales.

Por otro lado, se explica que el papel de la Iglesia Católica a través de los medios de comunicación social, "ha crecido su influencia con los años, aunque todavía no es suficiente: la mayor parte de las diócesis de Guatemala integran una cadena radial que les permite, prácticamente, cubrir el territorio nacional; algunas diócesis cuentan también con canales de cable y algunos obispos y sacerdotes colaboran con diversos medios de comunicación social escritos y de amplia difusión".

Agentes de paz y reconciliación

Como un punto a destacar del OPC, está el hecho de que en los así llamados “años de la violencia en Guatemala”, los años ochenta, "la Conferencia Episcopal de Guatemala asumió unánimemente el compromiso de luchar por la paz y comisionó al entonces obispo de Zacapa, monseñor Rodolfo Quezada Toruño, para que interviniera directamente en las pláticas y encuentros preparatorios para la firma de la paz, los cuales duraron varios años de intenso trabajo".

El Informe menciona a monseñor Juan Gerardi Conedera, --asesinado en abril de 1988, a los dos días siguientes de la entrega de un informe sobre los derechos humanos en el país--, "quien en su tarea de devolver a los guatemaltecos la memoria histórica de los años de violencia, (tomó) muy en cuenta a aquellos que sufrieron tal violencia en carne propia o en sus familiares cercanos, involucrando en esa enorme labor a todos los obispos".

Frutos de santidad

En la devoción del pueblo guatemalteco está el humilde «Hermano Pedro», quien fue un religioso terciario franciscano y misionero español, fundador de la Orden de los Betlemitas.

Este gran apóstol de América central nació en Vilaflor, Tenerife, Islas Canarias, España el 21 de marzo de 1626 y muere en la Ciudad de Santiago de los Caballeros, Guatemala, el 25 de abril de 1667 debido a una bronconeumonía que atacó a su organismo debilitado por las mortificaciones y los ayunos.

Isabel Orellana cuenta que uno de sus biógrafos lo ha calificado «sabio en misericordia». Juan Pablo II lo beatificó el 22 de junio de 1980, y lo canonizó el 30 de julio de 2002. Es el patrono de Guatemala, de las Islas Canarias, de América central, de los catequistas de Guatemala y de los que no tienen hogar.

Santuarios de fe

Entre los lugares de culto más importantes del país está el Santuario del Señor de Esquipulas. Este hermoso templo de estilo barroco alberga la imagen del Señor de Esquipulas, que toma su nombre del municipio de Esquipulas, situado en la parte sur-oriental del departamento de Chiquimula, que a la vez recoge voces originarias indígenas que significarían "paraje o lugar donde abundan las flores".

Cuenta la historia que en el año 1594, en una época próspera para los agricultores del lugar, estos decidieron mandar a esculpir una imagen de Jesús Crucificado de quien tanto les habían hablado sus evangelizadores. 

Con el paso de los años las peregrinaciones o “romerías” al Señor de Esquipulas fueron creciendo en número y la pequeña ermita no atender más las necesidades de los peregrinos. Fue monseñor Pedro Pardo de Figueroa, quien luego de su nombramiento como obispo de Guatemala decidió mandar a construir un templo más grande. El día sábado 6 de enero 1759 se efectuó el traslado de la imagen del Señor de Esquipulas a su nuevo Templo, que hoy abre sus puertas ininterrumpidamente a los peregrinos que se cuentan en cerca de cuatro millones y medio al año.

Otros lugares de devoción importantes son el Santuario Nacional Expiatorio del Corazón de Jesús, el Santuario de Guadalupe y la Iglesia de San Francisco el Grande en la Antigua Guatemala, que alberga los restos del Hermano Pedro de San José Betancur o conocido como «San José de Betancourt», entre otros.

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La Orden de la Merced recibe la medalla de oro al Mérito Social
En reconocimiento por su compromiso en la labor pastoral en las cárceles españolas

Por Redacción

ROMA, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - La Orden de la Merced ha recibido la Medalla de Oro al Mérito Social por su compromiso social en su labor pastoral en las cárceles españolas. De la entrega de la medalla se encargó el ministro del Interior de España Jorge Fernández en un acto celebrado ayer 24 de septiembre, fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona, de Jerez de la Frontera y de las cárceles españolas.

El ministro, acompañado de todo su equipo, asistió a una eucaristía por los presos y manifestó al superior y párroco de la comunidad, el padre Alejandro Fernández Barrajón, que deseaba recuperar una tradición que se había perdido en los últimos años, informa la agencia SIC.

Al finalizar la eucaristía, la comunidad mercedaria se dirigió al Ministerio de Sanidad, donde recibió de manos del ministro la medalla de oro y el diploma que lo acredita.

El ministro destacó en su discurso, este compromiso de la Orden de la Merced con los cautivos de ayer y con las nuevas formas de cautividad de hoy, desde su fundación en Barcelona, hace ahora casi 800 años. Además, el ministro felicitó a “todo el colectivo de la Institución Penitenciaria” y manifestó su “profunda admiración por la tarea que desempeñáis y por la dedicación, el compromiso, el sentido del deber y la responsabilidad con la que lleváis a cabo vuestra tarea profesional”. “En ella”, subrayó Fernández Díaz, “siempre están presentes la eficacia, el servicio público, la eficiencia, la humanidad, y el sentido de la solidaridad como características esenciales, y también el mandato que la Constitución os encomienda de rehabilitación y reinserción social del penado para que éste tenga un retorno a la sociedad con voluntad y capacidad de respetar las leyes”.

El 10 de agosto de 1218, san Pedro Nolasco fundó en Barcelona la Orden de la Virgen María de la Merced de la redención de los cautivos, con la participación del rey Jaime de Aragón y ante el obispo de la ciudad, Berenguer de Palou.

Con el papa Gregorio IX, llegó la confirmación el el 17 de enero de 1235, cuando la Iglesia testificó la acción del Espíritu Santo en la fundación de la Orden; la ratificó en la práctica de la regla de San Agustín; le dio carácter universal incorporándola plenamente a su vida y sancionó su obra como misión en el pueblo de Dios. A lo largo de la historia, laOrden de acuerdo con las necesidades de la Iglesia y el mundo ha adoptado diversos ministerios caritativos y apostólicos.  Actualmente continua con esos ministerios y los organiza de acuerdo a las necesidades de las iglesias particulares donde realizan su apostolado.

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


San Sergio de Rádonezh
«Monje, fundador, patrón de Rusia, gran propagador del culto a la Santísima Trinidad. El famoso icono de Andrej Rubljow es heredero de sus enseñanzas»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 25 de septiembre de 2013 (Zenit.org) -  Canonizado por el papa Nicolás V en 1449 quien, al proclamar sus virtudes, se hizo eco de la veneración que ya recibía y continúa dispensándole en Rusia, país del que fue originario y del que es su patrón. Nació en Rostov al inicio del siglo XIV en año impreciso; el arco fijado por diversas fuentes que incluyen fechas distintas se halla entre 1312 y 1322. Fue bautizado con el nombre de Bartolomé. Consciente de su dificultad para el aprendizaje, oraba a Dios para que abriese su mente. En medio de un hecho prodigioso que le aconteció, a través de un monje recibió la gracia solicitada. Su temprana vocación a la vida monástica no obtuvo la aprobación de sus padres que se mantuvieron firmes en su disconformidad hasta poco antes de morir, cuando él había entrado en la veintena. Entonces, junto a Esteban, su hermano mayor que compartía el mismo ideal, dejó la casa paterna y herencia en manos del benjamín y se dispuso a cumplir su sueño. Ambos eligieron como morada un lugar recóndito del bosque cercano al río Conchúry. Allí pusieron el signo monástico erigiendo una Iglesia y una humilde celda que dedicaron a la Santísima Trinidad; fue bendecida por el sacerdote Feognósto.

Esteban partió a Moscú para hacerse cargo de otro monasterio, y Sergio prosiguió empapándose de la soledad monástica, entregado a una intensa oración y ayuno siguiendo la estela de los antiguos monjes del yermo. Habiendo tomado el hábito que le entregó Mitrofan, abad de un monasterio, se esforzaba por seguir los pasos de los grandes eremitas del desierto, como san Antonio o san Juan Clímaco, entre otros. La gracia de Dios y el ejemplo de lucha contra toda clase de tentaciones que le dieron los venerables cenobitas le ayudaron a superar las suyas; afrontó múltiples dificultades y sorteó también muchos peligros. Los animales salvajes –hacia los que tuvo un don especial– le respetaban.

Los frutos de su penitencia y humildad se manifestaron de un modo inesperado para él. Aunque detestaba la notoriedad y quería mantener a resguardo su austera vida, no pudo evitar que muchos llegasen hasta allí queriendo emularle y seguir a Cristo bajo su amparo. Y es que la providencia esparcía las semillas del amor que había germinado en su corazón con el brillo inmarcesible de la humildad y el desasimiento de todo lo que impide correr en pos de la unión con la Santísima Trinidad. Rechazó la misión de abad hasta que en 1354 una voz interior le persuadió de que debía acoger sin reservas la voluntad de Dios. Instado por Él, dio respuesta a las peticiones de sus seguidores, convirtiéndose en fundador y abad del monasterio de la Santísima Trinidad. Predicaba con su virtuosa vida, además de hacerlo con su palabra, movido por gran celo apostólico y caridad. Oraba con tanta fe que siempre llovían del cielo las bendiciones paliando las necesidades de la austera comunidad. Hasta él llegaban personas confundidas que esperaban ver en él signos externos de opulencia. Y se encontraban con un hombre santo, humildemente cubierto por un más que remendado sayal, desempeñando modestas tareas. Al recibirles y hablarles, se obraban milagros que suscitaban un inmediato arrepentimiento y la conversión de sus corazones.

Sergio había sido agraciado con el don de las apariciones. En una de ellas la Virgen María le aseguró que los protegería a todos. También se le vaticinó que el monasterio sería favorecido con numerosas vocaciones. Muchos pedían su bendición y consejo. Entre ellos, el príncipe moscovita Dmitry Ivanovich, al que en 1380 ayudó en la famosa batalla de Kulikov contra los tártaros. Quiso que le acompañaran dos de sus monjes, que perecieron en la contienda. No había sido una decisión precipitada; sabía bien el riesgo que corrían. De hecho, cuando expuso su parecer al príncipe con valor y firmeza, consciente de que un discípulo de Cristo vive al límite en su ofrenda confiado en la gracia de Dios, le había dicho: «Si los enemigos quieren de nosotros el honor y la gloria se los daremos, si quieren plata y oro, se los daremos también; pero si por el nombre de Cristo, por la fe ortodoxa es necesario entregar el alma propia, entonces que la sangre corra».

En el entorno del convento fueron floreciendo nuevos moradores, y los monjes comenzaron a recibir limosnas y a extender su labor acogiendo a enfermos y peregrinos. Sergio tuvo que afrontar momentos internos de gran dificultad. No le agradaba el gobierno que había acogido por obediencia, hasta que la sublevación de algunos discípulos le instó a dejarlos, y se estableció nuevamente en el bosque, en soledad, a la vera del río Kirzhach. Allí vivió pocos años porque el metropolitano Alexis de Moscú, que le tenía en alta estima y le encomendó misiones diplomáticas para reconciliar a algunos príncipes, le rogó que volviera al convento. Cuando Alexis, deseoso de que el santo fundador le sucediese quiso condecorarle con la cruz de oro, símbolo de tan alta misión, Sergio la rechazó, diciendo: «Desde la infancia no usé oro, a la vejez con más razón quiero mantenerme en la humildad».

Su convento de la Santísima Trinidad fue bendecido por el patriarca Filofey quien aprobó también sus reglas. Antes de morir rogó a sus hermanos que las cumplieran escrupulosamente. Fue el insigne propagador del culto a la Santísima Trinidad. El conocido icono del monje Andrej Rubljow sobre este misterio –que pintó bajo el patriarcado de Nikon, sucesor de Sergio–, es heredero de sus enseñanzas. Este gran patrón de Rusia murió en Moscú el 25 de septiembre de 1392.

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