«Nadie puede decir que a las 13 semanas y 4 días no era un bebé»

Las fotos de Nathan, de 14 semanas de gestación, muestran la humanidad de los no nacidos

 

Según la ley de Texas, Nathan no tuvo la edad ni el peso suficiente para obtener un certificado de defunción, aun así sus padres, que sufren la irreparable pérdida de su hijo, quisieron darle un entierro digno. Allison y Daniel estaban emocionados con un nuevo embarazo y el hecho de poder darle un hermanito a su hijo Mattew: seguir día a día su desarrollo, escuchar su corazón, verle como movía sus brazos y piernas en las ecografías. Allison: «Yo lo amaba desde el momento en que supe que era mío».

29/09/13 12:31 PM


(HO/InfoCatólica) Sin embargo, a las 15 semanas las pruebas delataron lo peor, el corazón de Nathan no latía y su peso y talla sólo correspondía a un feto de 13 semanas y 4 días de gestación. Allison relata a LifeNews que sintió como si corazón dejase de latir con el de su hijo.

Solo cuatro días menos y el cuerpo de su hijo hubiese sido tratado como un residuo

«El doctor nos dijo que no había signos de infección por el aborto involuntario y que podíamos regresar» a casa y «acudir a mi ginecólogo». «Sólo así, sin funeraria, sin ataúd, sólo yo, mi marido y nuestro hijo muerto en mi seno debíamos volver a casa y esperar a las horas normales de oficina». «Yo sé que el Señor me dio una paz más allá de mi comprensión durante este tiempo».

Al día siguiente a Allison le provocaron el parto para que tuviese a su hijo ya muerto, pues le dijeron a partir de la semana 13 era el medio más eficaz para extraer al bebé y que no quedaran residuos en su interior, además se lo podría llevar a casa y enterrar. Nathan tenía, según las ecografías, 13 semanas y 4 días. «Sólo cuatro días antes y el cuerpo de mi bebé posiblemente hubiera sido víctima de horrores indescriptibles y seguramente descartado como residuos. ¿Cómo puede ser eso?», exclama Allison.

Testimonio de una madre sobre su hijo perfectamente formado

«Su pequeño cuerpo era tan perfecto, con diez dedos minúsculos y diez dedos de los pies diminutos. Tenía una nariz, una boca, dos pequeños ojos y oídos». «Estaba tan perfectamente formado. Nadie puede decir que a las 13 semanas y 4 días de edad no era un bebé».

La familia quiso enterrarlo adecuadamente aunque, según la ley, hasta la semana 20 de gestación el bebé no necesita un certificado de defunción o estar legalmente enterrado en un cementerio.