1.10.13

 

Tiempo sin saber de Rafaela. Hasta que hace un rato, el teléfono. Un torbellino esta mujer, te saluda y rápido comienza a soltar todo lo que tiene dentro.

Mira, te llamo porque me tienes que explicar algunas cosas que me parece que no estoy entendiendo bien. Cosas del papa Francisco que no acabo de comprender, y he pensado que tú lo mismo podías explicarme algo. Te llamo por lo de la entrevista esta última que ha salido esta mañana. Me la he leído unas cuantas veces y tengo que preguntarte algunas cosas.

Mujer, no sé, yo lo que pueda…

Es facilito. Yo te cuento mis dudas y tú me explicas. ¿Te parece? Bueno, lo intentamos…
Por ejemplo, eso de que “cada uno de nosotros tiene una visión del Bien y del Mal. Nosotros debemos animar a dirigirse a lo que uno piensa que es el Bien". ¿Eso quiere decir que vale lo de cada uno? Es que si es eso me estáis tomando el pelo. Mujer, yo creo que quiere decir que hay que respetar a todos…

Ya… Luego leo eso de que “La Iglesia es o debe volver a ser una comunidad del Pueblo de Dios y los presbíteros, los párrocos, los obispos que tienen a su cargo muchas almas, están al servicio del Pueblo de Dios”. ¿Qué pasa, que ahora no es una comunidad? Convencida estaba de que sí… Ay Rafaela, querrá decir que hay que ser cada día más comunidad. Digo yo…

¿Y a qué viene eso de que “Los jesuitas fueron, y siguen siendo todavía, la levadura -no la única pero quizás la más eficaz- de la catolicidad: cultura, enseñanza, testimonio misionero, fidelidad al Pontífice”? Porque ya sabes que tengo un primo dominico y una prima segunda clarisa. ¿Es que esos no eran tan buenos como los jesuitas, mis primos son de segunda categoría? Anda, anda, mujer, no exageres…

No me gusta esto que también he leído: “El Vaticano II, inspirado por el papa Juan y por Pablo VI, decidió mirar al futuro con espíritu moderno y abrirse a la cultura moderna. Los padres conciliares sabían que abrirse a la cultura moderna significaba ecumenismo religioso y diálogo con los no creyentes. Después de entonces, se hizo muy poco en esa dirección. Yo tengo la humildad y la ambición de querer hacerlo“. Es como si Juan Pablo II y Benedicto XVI no hubieran sabido hacer su trabajo. Pues no estoy de acuerdo. Mujer, tranquila…

Una última cosa, que hoy no estoy de humor, porque he leído eso de que no hay que hacer proselitismo. ¿Qué quiere decir, que no hay que invitar a nadie a venir a misa, a rezar, a acudir a la catequesis? ¿Qué cada vez que digo a la Joaquina que no sea tonta y que se venga a misa lo hago mal? Yo creo que querrá decir que no seas pesada…

Que no sea pesada… Ya te llamaré algún rato que esté más tranquila, porque tampoco tú me has aclarado nada…

Colgué el teléfono impotente para explicar más. Bajé al perro a la calle y mientras paseábamos pensaba: “pues igual que hay una pontificia comisión para la correcta interpretación de los textos legislativos, lo mismo merecía la pena otra para la correcta interpretación de las palabras del papa Francisco… porque si no las Rafaelas de turno, y los que no somos Rafaelas, vamos a acabar hechos un lío…”