12.10.13

 

El abuso dentro de las sectas es poco común en los Países Bajos, según informa el medio NL Times en un artículo firmado por Audrey Graanoogst, pero las consecuencias para las personas que son víctimas de este abuso sectario son conmovedoras. Esto queda claro en el estudio de los nuevos movimientos religiosos encargado por el WODC, el Centro de Investigación e Información, dependiente del Ministerio de Seguridad y Justicia holandés.

Los investigadores estiman que hay probablemente varios cientos de movimientos sectarios activos en los Países Bajos. En su investigación, presentada esta semana en la Cámara de Representantes, encontraron 84 movimientos de los cuales hay denuncias de abusos por parte de la ciudadanía. 46 de los 84 se refieren a temas de gravedad, como delitos sexuales, lesiones, amenazas y en algunos casos de asesinato y secuestro.

En 76 de los 84 movimientos en los que se afirma que hubo abuso psicológico las personas afectadas informaron de que no se les permitía tener una opinión o una vida privada, o que fueron obligados a realizar cursos costosos.

El año pasado se inició una línea de teléfono directo, Sektesignaal, que constituye claramente en una necesidad en la actualidad, según concluye el ministro de Seguridad y Justicia, Ivo Opstelten, basándose en el estudio. Entre el 1 de diciembre de 2012 y el 1 de septiembre de 2013 más de 100 personas llamaron a esa línea directa. Muchos informes se referían a abusos financieros y aislamiento social.

De todas maneras, tal como informa el diario De Telegraaf, el ministro se refirió a lo delicado de la cuestión, ya que se trata de personas adultas que en ocasiones entran libremente en estos grupos, y no se dan siempre los abusos, por lo que el Gobierno no quiere interferir demasiado.