17.10.13

Foto: misa en Notre-Dame, noviembre de 2012 ©AFP

Han tenido que pasar casi 50 años para subsanar el error. Según cuenta Famille Chrétienne, la nueva traducción de la «Biblia litúrgica» en francés será publicada el 22 de noviembre.

La «Bible liturgique» es la referencia para los textos litúrgicos y las oraciones en francés. Ya ha transcendido que el Vaticano le dio el visto bueno en julio, y que por fin los católicos podrán decir en francés «Et ne nous laisse pas entrer en tentation» en lugar del confuso «Ne nous soumets pas à la tentation». Porque, hombre, hay que retorcer un poco la traducción para que no diga lo que dice. Aunque se puede, claro. Y se hace. Mejor así, que no da pié a malas interpretaciones.

Habrá más sorpresas, parece que también el «Magnificat» y las Bienaventuranzas, tendrán una mejor traducción. Y se rumorea que el cambio llegará a más términos como «sacrement de réconciliation» que volverá a ser «confesión» y eliminará su ambigüedad. Falta confirmación del cambio en los misales y devocionarios, pero previsiblemente también será aprobado.

Setenta expertos de varios países y 50 años. Ya está, no sirve de nada lamentarse, aunque sí quizá aprender de los errores.

La traducción incorrecta fue impuesta en después de un acuerdo entre católicos, protestantes y ortodoxos franceses para rezar la misma oración, entre 1964 y 1965, quizá por un malentendido espíritu ecuménico. Los protestantes no tuvieron ningún problema en cambiar su mala traducción en 1966 y los católicos se quedaron colgados de la brocha.

Me parece una buena noticia en el «Año de la Fe».

¿Un consejo?, rezarla en latín.