IGLESIA EN ESPAÑA

Conclusiones del Congreso de SIGNIS ESPAÑA “La mirada de la fe en el cine contemporáneo”


 

El II Congreso de SIGNIS ESPAÑA sobre La mirada de la fe en el cinecontemporáneo celebrado en Madrid en la Universidad Eclesiástica San Dámaso concluyó el pasado viernes 18 de octubre con una reflexión: el cine está cambiando, y, en pocos años, se ha producido un cambio profundo en la mirada de la Iglesia al cine mientras que la cultura se ha vuelto más radicalmente laicista. A esa conclusión llegaron, de muy distinta manera y caminando por diversos derroteros, los dos cardenales que lo inauguraron, el presidente del Pontifico Consejo para la Cultura, Mons. Ravasi, y el arzobispo de Madrid, Mons. Rouco Varela; el obispo de Ciudad Rodrigo, Mons. Raúl Berzosa, y seis sacerdotes presentes en diferentes mesas redondas.

El cardenal Ravasi hizo una reflexión sobre la naturaleza del lenguaje cinematográfico y la importancia de los creadores católicos en su exposición del Misterio, el hombre y la fe. Así, pintó un fresco de directores que han testimoniado la fecundidad y creatividad del diálogo entre la fe y el cine como Andrei Tarkovsky, Igmar Bergman, a quien se refirió como el “teólogo ateo” y Robert Bresson, cuyas palabras hizo suyas el cardenal al decir que “en un flime se necesita experimentar el descubrimiento del hombre, una revelación profunda del misterio”. Asimismo, hizo una bella reflexión sobre la belleza y el silencio al contar cómo, en cierta ocasión, en un encuentro con artistas en el Vaticano, les llevó a la Capilla Sixtina donde entraron charlando alegremente hasta que, poco a poco, todos fueron callándose hasta quedar en profundo silencio ante la imponente obra del Juicio Final de Miguel Ángel. El buen cine, dijo el purpurado, tiene “este poder de hacer silencio en el interior de cada uno de nosotros para que podamos sentir el latido del Misterio que atraviesa toda nuestra realidad” y la Iglesia, concluyó, “no puede ser otra cosa que aliada de este silencio”.

Tras la intervención del Cardenal Ravasi, Juan Orellana, director del Congreso y de Signis España y Alfonso García Nuño, profesor de la Universidad San Dámaso, compartieron mesa de debate sobre La fe en el cine contempóraneo: entre la mixtificación y la subjetividad . En, ella, concluyeron que el “más allá del cine contemporáneo ha roto mayoritariamente con la tradición judeocristiana”.

Otras dos mesas ilustraron la tarde del viernes. En la primera, Rafael Llano e Ignacio Carbajosa analizaron la obra de los que se han venido denominando “místicos del celuloide” y herederos del cine metafisico, Terrence Malick y Andrei Tarkovsky. Y en la segunda, se unieron el director y productor Juan Manuel Cotelo y la cineasta Gracia Querejeta. Esta mesa ilustró cómo, de dos maneras muy distintas de hacer y concebir el cine, se busca la mismo: buscar la verdad del hombre. El punto de vista de Querejeta es la honestidad, el de Cotelo la aspiración de que una película pueda ser el detonante de un cambio radical inducido por Otro. No escatimó su entusiasmo el decir que es la Verdad Revelada la que le inspira a la hora de trabajar.

Entre ellos, el sacerdote José Luis Almarza hizo un repaso sobre la espiritualidad del cine en lo que llevamos de siglo XXI pero también analizo su belleza, su poética y su erotismo entendido desde el eros platónico, no desde el mitológico, desde esa realidad existente entre lo material e inmaterial, algo tan inefable y tan real como las relaciones humanas existentes en La joven de la perla o Copying Bethoven.

El viernes, los críticos de cine José Ángel Cortés y Jerónimo José Martín dieron un salto al mundo de la televisión para ilustrar sobre la nueva realidad de la pequeña pantalla que es la del cine hecho para ver en casa. A medio camino entre las TV movies convencionales y las producciones hechas para salas de cine, la italiana Lux Vide del productor Ettore Bernabei, y la americana Provident Films, proponen una nueva manera de entretenimiento doméstico, con historias de cuidada calidad, pero con valores y principios en que se aúnan el puro entretenimiento y una idea del hombre esperanzadora y trascedente, desde Guerra y Paz y La Cenicienta de la primera, a October Baby y Home Run de la segunda.

Y, por último, el II Congreso de Signis España terminó con una reflexión sobre lo que buscan los Jurados Signis, presentes en más de cuarenta festivales a lo largo y ancho del mundo. Jesús de la Llave dejó claro que el criterio para juzgar películas en los jurados Signis ya no es moralista ni familiar en sentido reductivo sino “antropológico”. En ese sentido Rafael Pérez Pallarés afirmaba que parte de la genialidad del cine es descubrir a las personas que hay detrás de los proyectos como Verónica Forqué, Ana García Rosell o El Brujo, con quien, gracias al cine, ha podido entablar relaciones de amistad.

Además de las mesas redondas, el Congreso ha contado con pequeñas contribuciones de la mano de los comunicadores que trataron de ilustrar la potencia del cine para iluminar las grandes cuestiones de la existencia. Así, Arturo Encinas hizo una interesantísima lectura sobre el trasfondo antropológico en el cine de superhéroes; Julio Rodríguez Chico profundizó en la religiosidad del cine de Ermanno Olmi, Belén Ester Casas aportó su visión sobre la importancia de la oración en el cine de Frank Capra como elemento catártico para la salvación de sus personajes; Eva Latonda disertó sobre el modelo de mujer creyente en el cine; Carlos Aguilera planteó la grandeza del ámbito laboral un espacio para la recuperación del “yo” centrándose en las películas Jobs y Gravity; mientras que Nicolás Aguilaniedo presentó la película Rebellio . Tres Monjes Rebeldes, realizado por un grupo de universitarios.