5.11.13

Carmen Viel, apóstol de Sueca. Un patrón para el Gómez Ulla

A las 10:39 AM, por Santiago Mata
Categorías : Sin categorías

Dos personas han sido beatificadas entre las que murieron violentamente el 5 de noviembre de 1936: una mujer en Sueca (Valencia) y un hospitalario que trabajaba en el Hospital Gómez Ulla en Madrid.

Precursora de Acción Católica en Sueca
María del Carmen Viel Ferrando, suecana de 42 años, Colaboró intensamente en la fundación en Sueca de la Acción Católica, la Congregación de la Doctrina Cristiana y en la creación de un Colegio de Religiosas, dedicado a la enseñanza de niños pobres. Previamente, fue una de las fundadoras de la obra Intereses Católicos, precursora de la Acción Católica, y trabajó para dar vida a un Sindicato Laboral de Corte y Confección.

A instancias de María Lázaro, Rosalía Roglá y Manuel Pérez Arnal, promotores del Sindicato de la Aguja, fue a Barcelona,para estudiar allí más libremente la Obra Social. Escribió a la provincial de las Hijas de María Auxiliadora hasta conseguir que fueran a Sueca para educar a las jóvenes obreras.

Durante la guerra, se trasladó a Valencia, donde la denunció una mujer a quien ella había favorecido mucho. Detenida en la checa de la calle del Grabador Esteve, el 2 de noviembre de 1936, no perdió la serenidad y en las primeras horas del 5 de noviembre fue fusilada en El Saler. Fue beatificada en 2001.

Un patrón para el Gómez Ulla

Juan Antonio Burró Más, de 22 años, hermano profeso de la orden hospitalaria de los hermanos de San Juan de Dios (hospitalarios) de Ciempozuelos, huérfano de madre, junto a un hermano suyo fue criado en el Asilo de San Juan de Dios de Barcelona. Profesó en Ciempozuelos en 1933. Hizo el servicio militar en Sanidad, en la Clínica psiquiátrica militar de Ciempozuelos, el Hospital militar de Carabanchel y el Hospital número 1 de Madrid. Sus jefes lo apreciaban por su laboriosidad, cualidades y excelente conducta, pero algunos compañeros extremistas descubrieron que era religioso y decidieron acabar con él tras el comienzo de la guerra. Él, al saberlo, manifestó no tener miedo y estar dispuesto a dar la vida por causa de la religión. Aunque solía rechazar la invitación de salir del hospital para tomar café con los compañeros, el 5 de noviembre la aceptó. Una vez fuera del hospital fue arrestado y fusilado. Murió dando vivas a Cristo Rey y a España. Fue beatificado en 1992.

Más sobre los 1.523 mártires beatificados, en “Holocausto católico”.