12.11.13

La reforma de Francisco tiene sello latinoamericano

A las 12:17 AM, por Andrés Beltramo
Categorías : Curia Romana

Del Vatican Insider

La reforma a la Curia Romana que prepara Francisco busca tener el mayor consenso posible. Pero tiene un especial sello latinoamericano. No sólo por la nacionalidad del Papa, sino también por el protagónico papel que ya está desempeñando el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, coordinador del grupo de los ocho purpurados que asesoran al pontífice en el gobierno de la Iglesia universal, conocido como G-8.

Activo arzobispo, políglota y “eterno papable", el pastor de Tegucigalpa ha sido uno de los cardenales más activos en la recopilación informal de los pareceres de todos los obispos (especialmente de lengua española) sobre cuál deberá ser el semblante de la nueva estructura del Vaticano.

Uno de los momentos claves de esta consulta tuvo lugar en la ciudad de Panamá del 13 al 17 de mayo pasados, en la asamblea ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). Dos cardenales y más de 60 obispos sesionaron con un espíritu especial: por primera vez lo hacían bajo el pontificado de un Papa venido de continente.

Ese encuentro fue el momento ideal para la consulta pedida por el Papa al G-8. Bajo la moderación de Rodríguez Maradiaga, muchos de los prelados presentes se desfogaron. ¿Conclusión? La Curia Romana salió muy mal parada. Varios de ellos se quejaron, por ejemplo, de malos tratos por parte de los oficiales vaticanos, porque no les reciben debidamente e incluso “les ponen los pies en la cabeza".

En el debate tomó la palabra el nuncio apostólico en Panamá, Andrés Carrascosa Coso, para defender a Roma. Pero no logró convencer a sus interlocutores. Quienes estuvieron presentes refieren de un momento tenso, casi polémico.

Rodríguez Maradiaga logró captar las propuestas de ahí surgidas que se resumen en una gran exigencia de internacionalización, tanto de la Curia como del Colegio de Cardenales. Mayor apertura y colegialidad.

Una solicitud en la que coincide buena parte del episcopado latinoamericano. Aparte y sobre las novedades traídas por Francisco el arzobispo mexicano de Monterrey, Rogelio Cabrera, sostuvo que la predicación del Papa sólo pide volver a lo esencial.

“(Sorprenden sus gestos) porque ocurre como en las casas, uno las va adornando por cariño hasta que llega un momento en que se pierde lo esencial. A veces se debe adornar y otras se deben quitar adornos. A veces hay que volver a la simpleza de la estructura misma de la Iglesia, porque las apariencias pueden desviar de la realidad“, señaló en declaraciones al Vatican Insider.

Por otra parte Francisco Nazar, vicario episcopal para las poblaciones indígenas de Formosa (Argentina), aseguró que la reforma de la Curia le va a costar mucho al Papa y por ello recibirá ataques como Jesús, “porque vendrán desde adentro".

“No es fácil que un continente europeo de mucho poder, en todo sentido y también eclesial, ceda rápidamente. Debemos mirar los signos de los tiempos, esto no es una lucha de continentes o de lugares, es una lucha de una Iglesia nueva que se quiere proyectar. Todo el mundo católico debe aprovechar porque es un momento de Dios, lo querramos o no. Renunció un Papa porque no supo cómo llevar la cosa, quizás el último Papa europeo, y abrió las puertas al espíritu que eligió a un hombre del continente latinoamericano. Hay que aprovechar, ver, desestructurar y salir de los sótanos“, aseguró.

Estableció que Jorge Mario Bergoglio promoverá, sobre todo, un “cambio simbólico” porque la Iglesia “debe dejar de ser una monarquía", algo que “Jesús nunca quiso".

“El mayor problema de Jesús fueron las instituciones, se peleó contra los sumos sacerdotes. La Iglesia es la comunidad de hermanos y de hermanas que se reúnen y que creen en su Dios, le rezan y que viven relaciones sociales, económicas y políticas justas. Es eso y nada más. No se puede hacer un cambio de estructura sin cambiar nada. El Papa tiene mucha conducción y es un hombre muy político en el sentido amplio de la palabra. Lamentablemente es un hombre mayor, pero sabe hacia donde quiere ir“, apuntó.

Serafines susurran.- Que el cardenal Stanislao Dziwizs, histórico secretario personal del Papa Juan Pablo II y actual arzobispo de Cracovia, parece que dejó pasar una oportunidad de oro para aclarar a fondo -de una vez por todas- su papel y el de otros cercanos colaboradores de Karol Wojtyla en el encubrimiento de la información referente a la escandalosa vida del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado.

Apenas unos días atrás se presentó en Roma el libro “He vivido con un santo", una serie de entrevistas concedidas por Dziwizs al periodista italiano Gianfranco Svidercoshi. En las páginas 116 y 117 salió a relucir este asunto. La explicación del ex secretario papal resultó corta y poco convincente. Perso, sobre todo, no logró acabar con la mancha que la historia de Maciel ha causado al inminente santo Juan Pablo II.

A continuación las palabras del cardenal incluidas en el libro. Cita textual.

Svidercoschi: Permanece el problema de cuando un Papa no recibe todas las informaciones que podrían serle de ayuda, o de cuando no se le refieran sobre hechos objetivamente graves, embarazantes. Incluso algún importante cardenal habla todavía de desafortunado episodio, a propósito de la audiencia que Juan Pablo II le concedió al fundador de los Legionarios de Cristo, padre Maciel Degollado, que finalmente se reveló un individuo escandaloso…

Dziwizs: ¡Pero el Santo Padre, cuando lo encontró, no sabía nada! ¡Absolutamente nada! ¡Para él era aún el fundador de una gran orden religiosa y punto! ¡Ninguno le había dicho nada! ¡Ni siquiera de los rumores que corrían!

Svidercoschi: A decir verdad circulaban ya desde hacía tiempo algunas noticias cochantes; habrá sido porqu la cosa era tan gorda que parecía inverosímil, o porque se pensaba que las noticias habían sido lanzadas por algún enemigo de los Legionarios, como había ocurrido años antes, cuando Maciel había sido considerado inocente tras una campaña difamatoria en su contra, el hecho es que casi ninguno finalmente le daba credibilidad. Mientras tanto él, jugando con habilísimas maniobras con pistas falsas y extorsiones inmundas, lograba bloquear una investigación tras otra, a hacer callar las acusaciones.

Dziwizs: Lo se también yo -pero razonando a posteriori- que el Santo Padre no habría debido recibir a aquel individuo. Son, por desgracia, las consecuencias de una estructura aún extremadamente burocrática. Los mecanismos cada tanto se blocan de golpe y la máquina no funciona como debería.

¿Se acuerdan de lo que sucedió al tiempo en el cual se debía revocar la excomunión a los cuatro obispos lefevbristas? Uno de ellos hizo en televisión una serie de afirmaciones que quitaban la respiración, porque negó el Holocausto, las cámaras de gas, los seis milones de judíos asesinados. Pero nadie había referido nada a Benedicto XVI. Y dos días después, como si nada hubiese ocurrido, se dio a conocer oficialmente la noticia de la remisión de la excomunión. Por todos lados explotaron polémicas, protestas. Y en la carta que debió escribir a todos los obispos del mundo, el Papa Ratzinger observó que, para evitar aquel incidente, hubiese bastado controlar el internet.