24.11.13

Cuestionario del documento preparatorio del Sínodo Extraordinario sobre la Familia – Pregunta 1a

A las 1:24 PM, por Daniel Iglesias
Categorías : Teología pastoral

Dios mediante, a lo largo de una serie de artículos iré planteando las preguntas del cuestionario del documento preparatorio del próximo Sínodo de los Obispos y ofreciendo mis respuestas personales, como un modesto aporte a nuestra reflexión colectiva.

Pregunta

1 - Sobre la difusión de la Sagrada Escritura y del Magisterio de la Iglesia en relación a la familia

a) ¿Cuál es el real conocimiento de las enseñanzas de la Biblia, de la Gaudium et Spes, de la Familiaris Consortio y de otros documentos del Magisterio post-conciliar sobre el valor de la familia según la Iglesia Católica? ¿Cómo nuestros fieles son formados en la vida familiar según las enseñanzas de la Iglesia?

Respuesta

Pienso que es sumamente importante situar la cuestión del conocimiento de la doctrina católica sobre la familia por parte de los fieles católicos en el contexto de una cuestión más amplia y fundamental: la del conocimiento de la doctrina católica en general por parte de los fieles católicos.

En ese sentido, corresponde subrayar con fuerza que, en el seno de las modernas sociedades secularizadas, muchos fieles católicos tienen un conocimiento muy pobre de la doctrina católica, o bien tienen un nivel de formación religiosa muy inferior a su propio nivel de cultura general. Esto pone en riesgo su vida cristiana y contribuye a la debilidad de la cultura católica en esas sociedades, haciendo que a menudo una mayoría cuantitativa de católicos se manifieste como una minoría cualitativa.

El reconocimiento de este problema debería impulsarnos a un profundo análisis de la situación de la educación religiosa y la catequesis en general y la catequesis prematrimonial en particular.

La catequesis no es sólo una iniciación a la vida cristiana, sino también una enseñanza sistemática de la doctrina cristiana. Hoy en muchos ámbitos la catequesis, en su dimensión de enseñanza doctrinal, está dando resultados muy insatisfactorios. Con mucha frecuencia, el nivel promedio de formación religiosa de los católicos es bajo y nuestros niños, adolescentes y jóvenes tienen conocimientos doctrinales pobres respecto a lo que cabría esperar a su edad.

Algunas de las causas de esta deficiencia son:
• la mala formación doctrinal de muchos catequistas;
• el carácter inadecuado de muchos libros de texto utilizados como instrumentos de la catequesis;
• el carácter casi exclusivamente enunciativo y poco argumentativo de gran parte de la catequesis actual (relacionado con la caída en desuso de la apologética católica en muchos ámbitos).
• el escaso interés por el estudio de la doctrina cristiana de parte de muchos catequizandos;
• la escasa exigencia de estudio que los catequistas plantean a los catequizandos (en general);
• la subestimación práctica del valor de la memoria en el proceso catequético;
• la escasez de instancias obligatorias de evaluación de los conocimientos doctrinales de los catequizandos.

En lo que respecta específicamente a la catequesis prematrimonial y la pastoral familiar, podemos agregar las siguientes consideraciones:
• Es común que las distintas parroquias de una diócesis ofrezcan programas de preparación al matrimonio con duraciones y contenidos muy diversos.
• Algunas parroquias establecen requisitos de formación demasiado pobres.
• También muchos agentes de pastoral familiar tienen una formación doctrinal insuficiente.
• Escasean los subsidios sencillos y adecuados para alimentar la fe de las familias y acompañar su camino de vida cristiana.

El Cardenal Joseph Ratzinger habló en 1986 de un fracaso catastrófico y evidente de la catequesis moderna (cf. “Mirar a Cristo”, p. 32). Las causas de este fracaso no son sólo ni principalmente de índole doctrinal. Son más determinantes las deficiencias de nuestro testimonio cristiano. Pero eso no significa en absoluto que las deficiencias de la catequesis moderna en cuanto enseñanza sistemática de la doctrina cristiana no tengan una gran importancia. La mala formación doctrinal y el mal testimonio cristiano se influyen y realimentan recíprocamente.

Todos estos graves problemas deberían ser reconsiderados de un modo urgente, con humilde realismo y verdadera esperanza cristiana, sin sucumbir ni a la desesperación ni al optimismo ideológico, basado en un progresismo utópico.

Daniel Iglesias Grèzes