CARTA DEL OBISPO

MOVIMIENTO DE VIDA ASCENDENTE

Testimonio de la fe

 

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SANTANDER | 31.01.2014


 

Queridos hermanos en Cristo:

El día 2 de febrero, festividad de la Presentación del Señor en el templo, el Movimiento de Vida Ascendente celebra su fiesta, porque en esa ocasión los ancianos Simeón y Ana reconocieron a Jesús como “luz para alumbrar a las naciones y gloria de su pueblo Israel”. Con ese motivo se celebra una Eucaristía de acción de gracias en la Catedral, la víspera de la fiesta, por la tarde.

 “Aunque uno viva setenta años, y el más robusto hasta ochenta, la mayor parte son fatiga inútil, porque pasan aprisa y vuelan” (Salmo 90, 10). El Papa Juan Pablo II introducía con este versículo del salmo su Carta a los ancianos, que comienza con esta confesión: “He sentido el deseo, siendo yo también anciano, de ponerme en diálogo con vosotros”.

El Papa Wojtyla continuaba diciendo, citando el salmo 71, 17-18: “Dios mío, me has instruido desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas,; ahora en la vejez y en las canas, no me abandones, Dios mío, hasta que describa tu brazo a la nueva generación tus proezas y tus victorias excelsas”.

Esto que dice el salmista es lo que hace Vida Ascendente, cuando le pide a Dios que le dé fuerzas para que “describa tu brazo a la nueva generación”, es decir, para ser  buenos transmisores de la alegría de la fe.

No es cierto que los jóvenes no valoren nuestro testimonio de fe. Ninguna palabra dicha con amor, ningún gesto de cariño y generosidad en el seno de la familia, resultan infructuosos, aunque el fruto tarde en llegar. Hemos de dar testimonio sin pretender imponer nada, pero sin desanimarnos; de forma amable, con la dulce persuasión del ejemplo. Los actos convencen más que las palabras, aunque éstas también sean necesarias.

En varias ocasiones he tenido la oportunidad de hablar y escribir sobre la importancia de este movimiento apostólico que es Vida Ascendente.

Desde esta carta pastoral hago una llamada a las numerosas personas mayores de nuestra Diócesis de Santander para que se inscriban en las parroquias en grupos de Vida Ascendente. Los pilares básicos del Movimiento son: espiritualidad, apostolado y amistad. En los grupos se aprende a envejecer, a seguir siendo útiles y a servir.

            Con mi afecto, agradecimiento y bendición,

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander