7.01.14

Un amigo de Lolo - Sólo Dios basta

A las 1:06 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Un amigo de Lolo

Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Sólo Dios basta

“La presencia invisible de Dios es el gran testigo de la verdad de nuestra esperanza”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (780)

El ser humano vive en el mundo, vive en un mundo, en el suyo propio. Cada cual, pues, tenemos que considerar lo que nos pasa desde un punto de vista, eso es cierto, muy particular que consideramos el mejor para nosotros.

Mentiríamos si dijéramos que todo lo tenemos claro y que no hay dudas en nuestra vida. Eso ni puede ser ni es, además, recomendable porque también crecemos espiritualmente cuando corregimos errores que, a lo mejor, no creíamos tener o cuando nos damos cuenta, simplemente, de que las cosas no son como creemos que son…

Es instintivo (también los seres humanos respondemos, debemos responder, de nuestro instintos) querer acertar siempre. Pero sabemos que nos equivocamos, sabemos que pecamos y que, muchas veces, hacemos, como diría san Pablo, lo que sabemos que no debemos hacer. Y con él tenemos más que claro que se trata del pecado que anida en nosotros y que nos convoca a estar con el mundo más que con Dios.

Pero el Creador nunca hace dejación en el hecho real y cierto de amarnos.

Eso es, como podría decirse, una expresión gozosa y bonita pero ¿acaso nada más hace falta que tengamos para ser felices?

Si recordamos ahora aquello que el Evangelio nos dice acerca de lo que aquel hombre rico quería hacer para su vida sin tener en cuenta que aquella misma noche le iban a pedir la vida, bien deberíamos saber que las cosas del mundo son perecederas, que nada de las mismas, nos vamos a llevar a la eternidad, que, sobre todo, aquí la polilla lo corroe todo y que no debemos acumular en este valle de lágrimas.

¿Qué, entonces?

Sólo Dios basta. Esta expresión puede parecer radical pero es que resulta que sólo lo que es de raíz sirve para construir hacia arriba, hacia el Creador, y por eso sólo aquello que es esencial ha de mostrarnos el camino correcto hacia el definitivo Reino de Dios. Por eso sólo Dios basta.

Y basta Dios, nada más es importante salvo lo que supone que Dios baste y, por tanto, el amor, el ser para el otro, el entregarse… en fin, lo que es que Dios baste, así de sencillo.

Sólo son dos palabras: Dios basta. Y, además, una definición de qué: sólo, de solamente, de nada más, de todo el resto, en realidad, sobra y nos sobra.

Alguien, incluso, ha llegado a decir algo más: sólo Dios. Pero basta.
Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, ruega por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán