8.01.14

La normalidad del obispo Munilla

A las 8:13 PM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Obispos españoles

 

Cuando Mons. José Ignacio Munilla fue nombrado por Benedicto XVI como obispo de San Sebastián, muchos sospechamos que el sentido común regresaría a esa diócesis vasca. Una normalidad que se vio acompañada por la que llevó Mons. Mario Iceta al recibir el encargo de ser obispo de Bilbao. La diferencia entre uno y otro era la persona del obispo al que sucedían. Mientras que en Bilbao el anterior obispo era Mons. Blázquez, actual arzobispo de Valladolid, en San Sebastián los predecesores eran Mons. Uriarte y Mons. Setién. Las víctimas del terrorismo pueden explicarles a todos ustedes lo que piensan de los anteriores obispos donostiarras.

De hecho, como escribí recientemente, Mons. Uriarte ha seguido enredando, empozoñando y atacando a las víctimas de ETA desde su condición de obispo emérito. Pero gracias a Dios, a día de hoy el pastor de la Iglesia en San Sebastián es Mons. Munilla. Y desde esa condición les ha dicho a los etarras que no basta con reconocer que han causado daño. Que deben arrepentirse y pedir perdón.

La cosa es bien simple. No hace falta tener calidad moral para aceptar que eso de matar a personas causa daño. Sí hay que tenerla para pedir perdón por haber sido un asesino. Y, esto no lo dice el obispo pero lo digo yo, si el terrorista no se arrepiente de lo que ha hecho, sigue siendo un asesino en potencia. Basta con que crea que volver a matar es necesario para obtener rédito político. Solo un arrepentimiento profundo cambia el corazón de la persona de modo que pueda hablarse de una verdadera novedad en cuanto a su situación ante la sociedad. Se puede salir de la cárcel siendo la misma alimaña que se era al entrar.

Que un obispo deje de buscar equilibrios repugnantes ente asesinos y víctimas, como era el caso de anteriores obispos vascos, no debería ser noticia. Si hoy podemos hablar de normalidad es porque lo que había antes no era normal. Y de hecho, todavía quedan sectores en la Iglesia en el País Vasco que parecen estar al servicio de la banda asesina y su entorno político. Dice Mons. Munilla que son grupos minúsculos. Ojalá tenga razón. Ojalá la Iglesia en el País Vasco se libre por completo de un pasado tenebroso, en el que encontraban acomodo las posturas de los asesinos y sus cómplices políticos.

Por cierto, el obispo de San Sebastián ha hablado también de la reforma de ley del aborto en su entrevista en Cope. Y ha recordado algo evidente. Cree que el supuesto de la salud psíquica de la madre puede ser un coladero. Yo no lo creo. Estoy convencido de que lo será. Pero al menos estamos ante un obispo que no aplaude con las orejas ese proyecto de reforma. Un proyecto, dicho sea de paso, que amenaza con ser abortado por las presiones de los peperos abortistas, que están criticando al ministro Gallardón y que hoy han recibido el respaldo del presidente del gobierno, Mariano Rajoy.

Luis Fernando Pérez Bustamante