Los tres mensajes del Papa con la creación de nuevos cardenales

La Iglesia no es la vieja Europa, en la Iglesia no hay condecoraciones y el Sínodo de los obispos va en serio.

Jesús Colina | 15.01.2014


 

El anuncio de los nombres de los primeros cardenales elegidos por el Papa Francisco generaba expectativa, pues muestra su visión para la Iglesia, particularmente en estos momentos de reforma de la Curia Romana.
 
La lista de los 19 futuros purpurados, procedentes de 12 países, permite sacar conclusiones bastante evidentes sobre las intenciones del obispo de Roma.
 
La Iglesia no es la vieja Europa

Entre los nuevos cardenales, faltan nombres de países que durante siglos acapararon los cargos cardenalicios: España, Francia, Bélgica o Estados Unidos. Sin embargo, podemos ver a obispos que guían diócesis desconocidas, como la de Cotabato, en la isla de Mindanao en Filipinas, o la de Les Cayes en Haití. Nadie había previsto ni podía prever estos nombramientos.
 
Al nombrar a estos dos cardenales, así como a arzobispos de Burkina Faso, Costa de Marfil, Nicaragua…, en vez de elevar a arzobispos de históricas ciudades europeas, el Papa está lanzando un mensaje claro y fuerte: la Iglesia  no es la vieja Europa, la Iglesia no es una institución anquilosada en el pasado. La Iglesia es universal y está cerca de los pobres, de los últimos, de todas las periferias del planeta.
 
En la Iglesia no hay condecoraciones

Esta misma constatación ofrece un segundo mensaje muy claro de este Papa: en la Iglesia no hay diócesis de primera división y diócesis de segunda. Ser cardenal no significa disfrutar de privilegios o hacer carrera.
 
Por si no había quedado claro, el Papa ha enviado una carta muy directa a los recién nombrados cardenales: “El cardenalato no significa una promoción, ni un honor, ni una condecoración; es simplemente un servicio que exige ampliar la vista y agrandar el corazón”.
 
“Así que te pido , por favor, que recibas esta designación, con un corazón sencillo y humilde. Y, aunque lo hagas con alegría y con gozo, intenta que este sentimiento se aleje de cualquier expresión mundana, de cualquier celebración ajena al espíritu evangélico de austeridad, sobriedad y pobreza”, añade el Papa.
 
El Sínodo va en serio

Por último hay un nombramiento significativo. El Papa ha nombrado cardenal al arzobispo italiano  Lorenzo Baldisseri, a quien recientemente ha nombrado secretario General del Sínodo de los Obispos. Había otros cargos tradicionalmente cardenalicios en la Curia Romana, que el Papa no ha querido tener en cuenta, y sin embargo ha nombrado este arzobispo, que desempeña un cargo que en los últimos años no había sido cardenalicio.
 
Al dar un papel fuerte al nuevo coordinador del Sínodo de los Obispos el Papa está manifestando la gran importancia que piensa dar a esta institución en su pontificado. Las reuniones sobre la reforma de la Curia Romana realizadas por la Comisión de 8 cardenales nombrada por Francisco, comenzaron precisamente por la reforma y potenciación del Sínodo de los Obispos.
 
En esta institución Francisco ve el ambiente natural para promover la colegialidad, la colaboración, entre los obispos del mundo y el Papa, entre las diócesis y la Santa Sede. El mensaje es claro. El próximo Sínodo sobre la familia, que se celebrará en octubre próximo en el Vaticano será la prueba.
 
¿El Papa ha lanzado otros mensajes con los arzobispos? Puede usted exponer su reacción en el recuadro de los comentarios.
 

 

sources: Aleteia