Junto a 49 asociaciones de 20 países

Profesionales por la Ética apoya a Rafael Correa por sus palabras sobre la ideología de género

 

Profesionales por la Ética, ha promovido junto a entidades de la sociedad civil de diferentes países, una campaña internacional de apoyo a las firmes y valientes declaraciones de Rafael Correa, presidente del gobierno de Ecuador, en las que denunció la ideología de género. Según Leonor Tamayo, directora del Área Internacional de Profesionales por la Ética, «pese a su militancia socialista y a sus cuestionables y controvertidos posicionamientos en otros temas, Correa ha demostrado que el derecho de todos a la vida, la identidad sexual o la familia natural no son cuestiones de derechas o de izquierdas sino de sentido común y de respeto de la realidad de las cosas».

29/01/14 8:59 AM


(PpE/InfoCatólica) Tamayo confirma que, si bien los ataques al presidente Correa a raíz de este discurso han sido muchos y muy agresivos,  también ha sido relevante el respaldo a sus declaraciones por parte de 49 asociaciones de 20 países, que han expresado el sentir de millones de personas de todo el mundo. «Y es que la mayor parte de la población  ha experimentado en sus vidas y en sus comunidades el valor y el significado de la vida y la familia natural», concluye Tamayo.

Palabras de Correa

El pasado 28 de diciembre, el presidente ecuatoriano dijo las siguientes palabras:

La ideología de género no resiste el menor análisis. ¡Es una barbaridad que atenta contra todo! Les respetamos, pero no traten de imponerlo al resto: A los niños hay que dejarlos en paz. Esa ideología es peligrosísima: destruye la base de la sociedad, que es y seguirá siendo la familia natural. Defender la familia, rechazar el aborto… no es de izquierdas ni de derechas.

Una cosa es el movimiento feminista por igualdad de derechos, que lo apoyamos de todo corazón; pero de repente hay unos excesos, unos fundamentalismos en los que se proponen cosas absurdas: ya no es igualdad de derechos, sino igualdad en todos los aspectos, que los hombres parezcan mujeres y las mujeres hombres: ¡ya basta!