CARTA DEL OBISPO

GESTO DE CUARESMA 2014

“AYUNA, COMPARTE Y ORA”

"Pobreza y riqueza"

 

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SANTANDER | 21.02.2014


 

Queridos hermanos en Cristo:

            Con el Miércoles de Ceniza empezamos el tiempo de Cuaresma, que se entiende mejor desde la meta, que es la Pascua, unida a los sacramentos de la Iniciación Cristiana. La Iglesia nos propone recorrer un camino espiritual de cuarenta días atravesado por las clásicas prácticas del ayuno, la oración y la limosna. Son los tres medios, consecuencia y fruto de la conversión cuaresmal. De ellos nos habla Jesús en el Evangelio (cfr. Mt 6, 1-6.16-18).

            Bajo el nombre de ayuno, la Iglesia entiende la abstinencia o privación total o parcial de comida por motivos penitenciales. Supone un dominio de sí mismo para centrarse en lo esencial de la vida cristiana. Es recomendado a menudo en la Biblia y Jesús mismo, antes de empezar su vida pública, ayunó en el desierto (cfr. Mt  4, 2).

            La oración es el diálogo con Dios, que nos sale al encuentro con su Palabra, los sacramentos, especialmente la Penitencia y la Eucaristía, y los acontecimientos de la vida vistos a la luz de la fe.

            La limosna encierra todas las obras de misericordia y solidaridad hacia el prójimo. Los Santos Padres de la Iglesia la han recomendado como complemento necesario del ayuno y de la oración. La enseñanza de los libros sapienciales no es menos explícita: “El agua apaga el fuego ardiente, y la limosna perdona los pecados” (Eclo 3, 30).

            El Papa Francisco en su primer mensaje para la Cuaresma de este año 2014 nos habla de pobreza y riqueza, poniendo como espejo a Cristo, que, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8,9). Jesús se hace pobre  -dice el Papa-  no por la “pobreza en sí misma”, sino por “consolar, salvar y liberar” a los hombres de la miseria material, moral y espiritual. La pobreza de Jesús es “su modo de amar, de estar cerca” de los hombres.

            Un año más el Gesto de Cuaresma  “AYUNA, COMPARTE Y ORA”, campaña diocesana consolidada entre nosotros desde el año 1999 y coordinada por Cáritas Diocesana,  quiere ser un signo concreto y una expresión práctica por la que las familias y comunidades cristianas viven este espíritu cuaresmal, que nos abre a Dios y a los hermanos, especialmente a los más pobres y necesitados. La recaudación media es de 150.000 Euros cada año. Ojalá no descienda la recaudación a pesar de la crisis económica que padecemos.

            Con esta carta pastoral os animo a colaborar generosamente para financiar los distintos proyectos presentados, pensando en los hermanos de otros países,  que son mucho más pobres que nosotros. Muchas gracias. Feliz Cuaresma.

            Con mi afecto, agradecimiento y bendición,

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander