22.02.14

¡Qué cantidad de tiros le hemos dado!

Diez mártires de la guerra civil nacieron un 22 de febrero: un pasionista palentino y otro zaragozano, un carmelita soriano y otro alavés, un agustino de Palencia y otro leonés, un lasaliano y una adoratriz gerundenses, un marista navarro, un laico valenciano.

Los doce pasionistas de Daimiel asesinados en Manzanares

Abilio (de la Cruz) Ramos y Ramos, de 19 años (nació en Resoba, Palencia, en 1917), era uno de los hermanos pasionistas de Daimiel que fueron asesinados en Manzanares (Ciudad Real) el 23 de julio de 1936 (ver entrada del blog del 3 de febrero), y con ellos fue beatificado en 1989, al igual que su compañero Tomás (del Santísimo Sacramento) Cuartero Gascón, de 21 años (nació en Tabuenca, Zaragoza, en 1915), asesinado también en Manzanares (Ciudad Real) pero justo tres meses más tarde, el 23 de octubre de 1936.

Un grupo de 12 pasionistas que había salido de Daimiel el 21 de julio tomó en El Campillo el primer tren que pasaba, a las 9,30 horas. Al llegar a Manzanares los encerraron en la perrera del ayuntamiento hasta las cinco de la mañana del 23 cuando los llevaron a la estación. Allí, los milicianos armados obligaron a los religiosos a andar por la vía del tren y sin previo aviso les dispararon. Murieron cinco de ellos -entre ellos el hermano Abilio de la Cruz- en el acto y los otros siete quedaron malheridos. La Cruz Roja los llevó al hospital, donde uno de ellos -el padre Ildefonso García- falleció, y los otros heridos -entre ellos el hermano Tomás del Santísimo Sacramento- fueron atendidos. Los médicos se hicieron renuentes a darles el alta conforme mejoraban, conscientes de que iba a significar la señal de su nuevo fusilamiento, cosa con la que fueron amenazados. Pero el 23 de octubre vinieron por ellos, los hicieron subir en una furgoneta conducida por personas que no eran de Manzanares, los llevaron a Ciudad Real y consultaron al gobernador, que dijo que era un asunto del respectivo comité. La furgoneta tomó de nuevo la dirección a Manzanares y en el camino los mandaron descender y los fusilaron. Esta vez murieron los seis (más un hombre no identificado, según el estado 2 conservado en el legajo 1029, expediente 3, folio 10 de la Causa General).

¡Qué cantidad de tiros le hemos dado!

El carmelita descalzo del convento de Toledo Pedro Jiménez Vallejo (padre Pedro José de los Sagrados Corazones), de 75 años (nació en Valdeprado, Soria, en 1861), fue asesinado en la ciudad de su residencia el 31 de julio de 1936 y beatificado en 2007. Pertenecía al grupo de siete religiosos que se refugiaron en casa del médico Emilio González Orúe, de los que era con diferencia el mayor (sacaba 35 años al siguiente). Entre sus compañeros de martirio se cuentan fray Félix de la Virgen del Carmen (ver post del 9 de enero), fray Daniel de la Sagrada Pasión (mencionado en el post del 17 de febrero), Melchor (del Niño Jesús) Martín Monge, de 22 años; José Luis Collado Oliver (fray Plácido del Niño Jesús), de 24 años; el padre Nazario (del Sagrado Corazón) del Valle González, de 35; José Grijalvo Medel (padre Ramón de la Virgen del Carmen), de 40 años.

El padre Pedro José había sido maestro y, queriendo ser religioso, se hizo sacerdote (1885) hasta que murió su madre. Profesó como carmelita en 1895 y en 1900 marchó a Cuba, volviendo a España en 1906. Desde 1924 estaba en Toledo. Al ser descubierto por los milicianos en la casa contigua a la del médico, casi no los podía seguir al bajar las escaleras. Camino del lugar del suplicio iban los otros seis de dos en dos cogidos de la mano, menos el padre Pedro José, que iba el último con las manos en alto e iban dándole culatazos porque no podía casi andar. Se dirigió a los verdugos, preguntándoles: “¿Qué mal os he hecho; por qué me fusiláis?” Creyéndole el superior del convento por ser el más anciano, se ensañaron y le destrozaron el cráneo. Antes de disparar le descalzaron y le registraron, buscando dinero hasta en los calcetines. Uno de los ejecutores volvió a casa del médico a pedir agua y comentó: “¡Qué cantidad de tiros hemos dado al padre Pedro, que hasta el techo han saltado los sesos!”. Los cadáveres quedaron unas horas en la calle hasta que se los llevaron en un camión sucio de obras.

El también carmelita descalzo Pedro (de San Elías) Heriz y Aguiluz, de 69 años (nació en Barajuen-Aramayona, Álava, en 1867), fue asesinado en Torredembarra (Tarragona) el 11 de noviembre de 1936 y beatificado en 2013. Es uno de los 14 mártires de la última saca del barco Río Segre (ver post del aniversario). Según la biografía publicada por la provincia carmelita de Arizona y California, fue minero antes de hacer el servicio militar, y entonces su hermano mayor le animó a hacerse como él carmelita. Ordenado en 1897, tres años después marchó a México y en 1905 marchó a Los Ángeles para establecer allí un noviciado, pero al no saber inglés el obispo mandó de vuelta a los carmelitas a México, de donde el padre Pedro salió en 1911 para Arizona, donde fueron acogidos en Tucson por un sacerdote al que habían cuidado en México, que intercedió por ellos ante el obispo: este dejó predicar al padre Pedro en la catedral e, impresionado por su sencillez, les dio una pequeña iglesia en un pueblo. En 1930 marchó a Cataluña, al ser elegido provincial definidor y maestro de novicios.

Florencio Alonso Ruiz, sacerdote agustino de 47 años (nació en 1889 en Osorno, Palencia) fue asesinado en Gijón el 27 de agosto de 1936 y beatificado en 2007, al igual que el también sacerdote agustino Matías Espeso Cuevas, de 35 años (nació en 1901 en San Martín de Valdetuéjar, León), al que mataron el 30 de noviembre en Paracuellos.

De Palmerola (Girona), donde nació en 1888 (tenia 48 años) era Josep Camprubí Corrubí (hermano Jacint Jordi, en la congregación de la Doctrina Cristiana), fue asesinado el 28 de agosto de 1936 en La Canonja (Tarragona) y es uno de los siete beatificados (en 2013) entre los asesinados en la saca de ese día del barco Río Segre.

Gerundense de Anglès y de 43 años (nació en 1893) era Josefa (de Jesús) Boix Riera, una de las 23 esclavas adoratrices del Santísimo Sacramento asesinadas en Vicálvaro el 10 de noviembre de 1936 - que murieron “con la sonrisa en los labios y bendiciendo a Dios”- y beatificadas en 2007.

Abilio Villarreal Abaza (hermano Roque) era un marista de 51 años (nació en 1885 en Arazuri, Navarra), asesinado en Málaga el 18 de octubre de 1936 y beatificado en 2013.

José Perpiñá Nácher, casado, radiotelegrafista y abogado de 25 años (nació en Sueca, Valencia, en 1911), fue asesinado en el picadero de Paterna el 29 de diciembre de 1936 y beatificado en 2001 (ver su biografía en el aniversario).

Más sobre los 1.523 mártires beatificados, en “Holocausto católico”.