«Nuestra misión es ver la realidad del mundo obrero con las gafas del Evangelio», así define el día a día de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) su presidente general, José Fernando Almazán (Madrid, 1966), que ha estado en Málaga recientemente, conociendo la realidad y las preocupaciones de los militantes de este movimiento en nuestra diócesis. Hace 25 años que entró, con su esposa Paloma, con quien tiene dos hijos, en un equipo de iniciación a la HOAC y hoy es su presidente general. Málaga no es desconocida para él, es más dejó en ella su huella profesional, pues intervino, como ingeniero, en el túnel de Gibralfaro.

 
–Las siglas de HOAC significan Hermandad Obrera de Acción Católica. ¿Cuál es la misión de este movimiento dentro del mundo obrero?
 
–El santo y seña de la HOAC, desde que fuimos fundados en los años 40, es la formación de militantes obreros cristianos. Pero una formación no tanto intelectual como para la vida. En los equipos y grupos utilizamos la metodología del ver, juzgar y actuar: ver la realidad en la que vivimos desde una visión cristiana, las situaciones de injusticia y de dificultad en los lugares en los que trabajamos y hacer un juicio de cómo debería ser esa situación, desde el plan de Dios; y plantearnos, desde nuestras posibilidades, un actuar que nos cambie a nosotros personalmente, para transformar los lugares donde estamos e ir haciéndo- los, poco a poco, más a imagen y semejanza de Dios. Y eso, partiendo de las circunstancias actuales del mundo obrero, que cambian como cambia la historia.
 
–La HOAC está presente en las redes sociales y los medios, además de forma activa, hasta denunciando públicamente situaciones de injusticia.
 
–Intentamos leer la realidad con las gafas del Evangelio. Es importante que la gente, entre tanta información, encuentre el punto de vista que nosotros le ofrecemos. Por eso somos muy cuidadosos con los medios de comunicación y los potenciamos. Tenemos dos publicaciones “Tú” y “Noticias obreras”. Y estamos presentes a través de una web y de las redes sociales, en las que tenemos muchos seguidores, porque ofrecemos opiniones y voces que, desde dentro de la Iglesia plantean la necesidad de que las cosas cambien.

–¿Caben en la HOAC el obrero y el empresario?
 

–La HOAC está enviada a evangelizar todo el mundo obrero. Es una decisión de la Iglesia que haya un movimiento dedicado a eso. Es nuestro campo de acción, en el que estamos, vivimos y sentimos y al estamos enviados a evangelizar.

–El papa Francisco ha tenido palabras sobre el mundo del empleo, el paro…
 

–Algunos dicen que no está diciendo nada que no se haya dicho antes, y es muy probable, pero es cierto que hay que reconocer que es un enorme comunicador que ha sabido sintonizar con los anhelos de mucha gente creyente y no creyente.

–El próximo día 27 se cumplen 50 años del fallecimiento de Guillermo Rovirosa, impulsor de la HOAC, ¿qué supone esta fecha para vosotros?
 

–Este año 2014 es importante para nosotros, además estamos en pleno proceso de beatificación de Rovirosa. Ser conscientes de dónde venimos es muy importante para reactualizar la misión que tenemos.

–¿Qué diría hoy a los miembros de la HOAC?
 

–El mundo obrero, el mundo del trabajo existe, con perfiles y rostros diferentes, pero yo me atrevería a decir que cada vez se parece más la situación que estamos viviendo, tanto en España, como en el mundo, a la de los inicios de la Revolución Industrial: hay una mayor precarización y cada vez son menos las posibilidades de tener empleos estables. Rovirosa era un entusiasta y nos estaría dando la vara y diciendo: «tenéis ahí a un montón de gente que os necesita y que necesita una palabra de liberación. Dios nos dice que no es hora de apatías, es hora de llevar la buena noticia de Jesús de Nazaret al mundo obrero, porque le pertenece».

(Encarni LLamas @enllamasfortes - Diócesis de Málaga)