Debido a la presión de líderes religiosos musulmanes

Pakistán: un tribunal mantiene en la cárcel a un matrimonio acusado falsamente de blasfemia

 

Dos cristianos inocentes, Shafaqat Emmanuel, paralítico, y su mujer, Shagufta Kausar, acusados de «blasfemia a través de sms» siguen en la carcel de Toba Tek Singh. La Corte Suprema de Lahore ha negado la solicitud de libertad provisional presentada por los abogados de la defensa. Anteriormente, un tribunal de primer grado había negado una solicitud de libertad bajo fianza. Las presiones de los grupos radicales islámicos son la razón de las decisiones judiciales

05/03/14 8:44 AM


(Fides) Como informa una nota enviada a la Agencia Fides, la Fundación «World Vision in Progress» (WVIP), que está siguiendo el caso, «los jueces de la Corte Suprema inicialmente se habían convencido de los argumentos de la defensa. Pero tras la presión de los líderes religiosos musulmanes y las amenazas de los extremistas en Gojra, los tribunales han negado la libertad bajo fianza, diciendo que el caso se analizará definitivamente dentro de dos meses».

Amenazas continuas

WVIP explica que «Los musulmanes radicales ya habían amenazado a los abogados defensores muchas veces. A nuestra Ong han llegado también cartas amenazantes, para desanimarnos en la defensa de la pareja. En respuesta a las amenazas, mientras el caso estaba ante el tribunal de primera instancia, presentamos una petición para transferir el caso a la Corte Suprema. Pero incluso estos jueces parecen estar de parte».

El riesgo es, según la Ong, que la Corte Suprema imponga la pena de muerte a un hombre enfermo y 35 años de cárcel a su esposa. Shafaqat ahora está en el hospital de la prisión, debido a múltiples úlceras de decúbito y pronto necesitará una intervención quirúrgica. No sabemos por cuánto tiempo Shafaqat podrá sobrevivir en la cárcel, sin asistencia, en sus condiciones», señala la Ong.

Acusaciones falsas

Shafaqat Emmanuel y su mujer, Shagufta Kausar, fueron detenidos en Gojra en julio de 2013 por el supuesto envío de mensajes sms de texto con contenido blasfemo a los musulmanes locales. La tarjeta SIM del teléfono estaba registrada a nombre de la mujer, pero Shagufta había denunciado que había perdido el teléfono un mes antes del episodio y había pedido varias veces bloquear la Sim. Ambos han sido sometidos a tortura por la policía, para extorsionarles una confesión. Sus cuatro hijos viven ahora con el abuelo.