5.03.14

¿Un Papa "superstar"?

A las 5:52 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Papa Francisco

Algunas semanas atrás un amigo y cercano colaborador del Papa le expresó a Francisco, durante una charla sincera, su preocupación por las señales contradictorias que la prensa transmitía y la opinión pública recibía sobre su persona. El pontífice “superstar", ídolo de las revistas mundanas, el líder de la ruptura en la Iglesia, el pastor dispuesto a deshacer de un plumazo la doctrina católica sobre el aborto, la anticoncepción y el homosexualismo. En resumen: una imagen mediática que no corresponde a la realidad.

“No te preocupes, en tres meses eso queda arreglado", respondió entonces Jorge Mario Bergoglio. Dicho y hecho. Desde aquel entonces el mismo pontífice se ha encargado de desmontar todos y cada uno de los malos entendidos con respecto a su verdadera esencia. Muchas de sus clarificaciones quedaron plasmadas este día en una entrevista publicada por el diario italiano “Il Corriere della Sera". Abajo presentamos un extracto. A destacar: Su poca afección a la “franciscomanía", su claridad respecto a que “el problema no es cambiar la doctrina” en materia de moral y su afirmación, sin medias tintas, que “el matrimonio es entre un hombre y una mujer".

Francisco: “Pintarme como Superman es ofensivo”
Del Vatican Insider

“No me gustan las interpretaciones ideológicas, una cierta mitología del Papa Francisco”. Por primera vez Jorge Mario Bergoglio confesó su incomodidad con el excesivo entusiasmo que genera su imagen en los medios de comunicación y en la opinión pública. En una entrevista publicada simultáneamente por los diarios “Il Corriere della Sera” (Italia) y “La Nación” (Argentina) aseguró que a él le gusta verse como “una persona normal”.

“Cuando se dice, por ejemplo, que salgo de noche del Vaticano para ir a darles de comer a los mendigos de Via Ottaviano… Jamás se me ocurriría. Sigmund Freud decía, si no me equivoco, que en toda idealización hay una agresión. Pintar al Papa como si fuese una especie de Superman, una especie de estrella, me resulta ofensivo. El Papa es un hombre que ríe, llora, duerme tranquilo y tiene amigos como todos”, agregó.

El texto reportó algunas opiniones ya conocidas del pontífice con respecto a temas como el marxismo (que considera una ideología errada) o su decisión de no viajar a la Argentina hasta el año 2016. Pero incluyó algunos detalles inéditos como, por ejemplo, los contactos fluidos y un intercambio de cartas entre él y el presidente de China, Xi Jinping.

Entre otras cosas reconoció que en marzo de 2013, cuando fue elegido, “no tenía ningún proyecto para cambiar la Iglesia” ya que no se esperaba una “transferencia de diócesis”. Por eso precisó que su gobierno no responde a un plan personal sino a la búsqueda de poner el práctica las ideas surgidas durante el debate antes del Cónclave.

Aceptó también que su estilo de gobiernos es consultar las opiniones de todos porque el Papa se aislaría si decidiese “sin escuchar a nadie o fingiendo que escucha”. Pero aclaró que existe un momento en el cual es necesario “poner la firma” y ahí, quien gobierna, “queda solo con su sentido de la responsabilidad”.

Sobre las discusiones abiertas con cardenales y obispos respecto de la pastoral familiar, aseguró no sentirse preocupado por el disenso y el encendido debate sobre la posibilidad de entregar la comunión a los divorciados y vueltos a casar.

“Es difícil formar una familia. Los jóvenes ya no se casan. Hay muchas familias separadas, cuyo proyecto de vida común fracasó. Los hijos sufren mucho. Y nosotros tenemos que dar una respuesta. Pero para eso hay que reflexionar mucho y en profundidad. Es eso lo que están haciendo el consistorio y el sínodo”, explicó.

“Hay que evitar quedarse en la superficie del tema. La tentación de resolver los problemas desde la casuística es un error, una simplificación de cosas profundas. Es lo que hacían los fariseos: una teología muy superficial. Y es a la luz de esa reflexión profunda que podrán afrontarse seriamente las situaciones particulares, también la de los divorciados”, agregó.

Por primera vez dijo también con claridad que “el matrimonio es entre un hombre y una mujer”, pero sostuvo que las situaciones de convivencia, impulsados por la necesidad de regular aspectos económicos entre las personas, deberían ser evaluadas “en su diversidad”.

“El tema no es cambiar la doctrina, sino ir a fondo y asegurarse de que la pastoral tenga en cuenta las situaciones de cada persona y lo que esa persona puede hacer”, añadió.

Destacó la valentía de Benedicto XVI por haber presentado su renuncia y deslizó: “Tal vez haya otros. No lo sabemos”. Se refería a los Papas que pudiesen dejar sus puestos por propia voluntad antes de tiempo. “Algunos hubiesen querido que se retirara a una abadía benedictina muy lejos del Vaticano. Y yo pensé en los abuelos, que con su sabiduría y sus consejos le dan fuerza a la familia y no merecen terminar en una casa de retiro”, precisó.

Además subrayó que Joseph Ratzinger hizo más que nadie para enfrentar los “tremendos casos de abuso” que dejan “heridas profundísimas”. Y advirtió que, no obstante la violencia contra los niños esté muy difundida y la Iglesia haya sido la única institución pública que se movió con transparencia y responsabilidad, es ella la única en ser atacada.

Y a la pregunta sobre si siente nostalgia por Argentina replicó: “La verdad es que no siento nostalgia. Querría ir a ver a mi hermana, que está enferma y es la única que queda de nosotros cinco. Me gustaría verla, pero eso no justifica un viaje a la Argentina: la llamo por teléfono y con eso alcanza. No tengo pensado ir antes de 2016, porque en América latina ya estuve cuando fui a Río. Ahora tengo que ir a Tierra Santa, a Asia y después a África”.