12.03.14

Bláquez-Osoro, muy buen tandem

A las 1:31 PM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Obispos españoles

 

La Conferencia Episcopal Española ya tiene nuevo presidente y nuevo vicepresidente. Mons. Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid, asume de nuevo la presidencia, en la que ya estuvo durante el trienio 2005-2008. Sabe por tanto muy bien lo que es ocupar ese puesto. Y Mons. Carlos Osoro, arzobispo de Valencia, será el nº 2 de la CEE.

A decir verdad, la elección de don Ricardo no ha sido ninguna sorpresa. Todo el mundo que conoce algo de estos menesteres la daba por hecha. El otro día tuve que contenerme la risa al escuchar a ciertos tertulianos de una programa de debate político haciendo el ridículo dando nombres que eran imposible que fueran elegidos. Señal de que en el mundo de los medios generalistas, el desconocimiento sobre la realidad eclesial español es proverbial.

Más dudas había sobre quién sería la figura del vicepresidente. Los que gustan de dividir el episcopado entre moderados y conservadores -hace décadas las categorías eran progresistas, moderados y conversadores-, creían que la vicepresidencia se jugaría entre Mons. Osoro y Mons. Del Río, arzobispo castrense. Pues bien, Mons. Del Río ha quedado tercero, por detrás incluso de Mons. Asenjo, arzobispo de Sevilla. El dato me parece ciertamente significativo, pero ya verán ustedes como los de siempre plantean lo ocurrido como una derrota espantosa del sector “rouquista", aunque la realidad sea exactamente lo contrario. Los hay que no permitirán que la realidad les cambie el guión que tenían previamente escrito.

De don Ricardo Blázquez se pueden decir muchas cosas menos que sea una fuente inagotable de declaraciones explosivas. Cuando fue por primera vez presidente de la CEE, tuvo como vicepresidente al cardenal Cañizares. Pues bien, el cardenal valenciano, por entonces arzobispo de Toledo, aparecía en los medios de comunicación muchísimo más que don Ricardo. Pero eso es lógico. Como ha recordado hoy Mons. Blázquez a una periodista de la Sexta, cada cual tiene la personalidad que tiene. Unos obispos son más extrovertidos que otros. Pero todos deben imitar a Cristo.

Me ha gustado mucho la primera rueda de prensa de don Ricardo como presidente de la CEE. Ha estado especialmente cariñoso con el cardenal Rouco. Ha mostrado el entusiasmo de los obispos españoles con el papa Francisco tras la recentísima Visita ad Limina. Ha sido especialmente kerigmático, cosa habitual en un obispo afecto al Camino Neocatecumenal. Es decir, le ha faltado un tris para pedir a todos los presentes que entreguen sus vidas a Cristo y le reconozcan como Señor y Salvador. Pero es evidente que estamos ante un presidente de la CEE que va a dar prioridad absoluta a la evangelización de España. Y eso es muy bueno.

De hecho, Mons. Osoro, vicepresidente, es también un obispo muy indicado para esa tarea evangelizadora. Tiene especial carisma entre los jóvenes de su archidiócesis. Tuve la oportunidad de conversar unos minutos con él en noviembre pasado y confirmé que estaba ante un pastor especialmente interesado en llevar la fe a las nuevas generaciones. Obviamente todos los obispos desean lo mismo, pero es necesario que se sepa que los que están al frente de la CEE tienen como prioridad “transmitir el evangelio desde la sintonía con el corazón de Dios“. ¿Significa eso un cambio o diferencia esencial respecto al cardenal Rouco? Dos palabras bastan para desmentirlo: Misión Madrid. Por no hablar de la JMJ celebrada en la capital de España.

Queda todavía por saber cuáles serán los presidentes de las comisiones episcopales. Según se vayan produciendo, iré añadiendo más texto a este post o, llegado el caso, escribiré otro. Mientras escribo estas palabras, solo se ha confirmado la continuidad de Mons. Asenjo, arzobispo de Sevilla, de Mons. Del Río, arzobispo castrense, y Mons. Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela en la ejecutiva. Dado que el cardenal Rouco es miembro nato por ser arzobispo de Madrid, ha quedado fuera Mons. Pérez, arzobispo de Pamplona. Bien que lo siento.

Luis Fernando Pérez Bustamante