La Conferencia Episcopal de los Estados Unidos ha elaborado“Mejores prácticas en parroquias compartidas: Para que todos sean uno” (Best Practices for Shared Parishes: So That They May All Be One) una guía para los sacerdotes que trabajan en las comunidades de etnia, idioma y cultura diferente. La ayuda pastoral, publicada en Inglés y en Español, pretende dar respuesta a las nuevas necesidades de la población católica de los Estados Unidos, donde crece la participación de los miembros de otras lenguas y grupos étnicos.

La diversidad cultural en las parroquias ha crecido significativamente en los últimos diez años, pasando del 22% en 2000 al 33% en 2010. Las parroquias compuestas de comunidades con fieles de diferentes lenguas, culturas y grupos étnicos, son 6.300, y aumentan con los cambios demográficos y la fusión de las parroquias en algunas diócesis.

Con el fin de redactar las recomendaciones contenidas en el subsidio se ha consultado a los sacerdotes que han dirigido con éxito estas parroquias, con el objetivo de lograr un alto nivel de integración y la inclusión de las comunidades eclesiales.La Iglesia Católica en los Estados Unidos tiene un gran número de fieles latinos y otros grupos llegados desde el continente asiático. Es difícil calcular el número real, porque muchos de ellos son indocumentados y tienen miedo de ser rastreados por las autoridades y deportados, así viven la vida de fe casi en la clandestinidad. Conscientes de esta realidad, la Iglesia ha pedido reiteradamente a las autoridades resolver el problema.

“Cambios poblacionales traen más diversidad a nuestras parroquias y diócesis”, dijo el Obispo Daniel Flores de Brownsville, Texas, presidente del Comité. “Los obispos católicos de los Estados Unidos reconocieron esta realidad en el 2007 al hacer que nuestra necesidad de abordar el tema de la diversidad cultural en la Iglesia se convirtiese en una de nuestras prioridades. También recomendaron el desarrollo de una guía práctica para asistir a pastores de parroquias con diversidad cultural en los retos de construir unidad católica en medio de una amplia diversidad católica.
El número de parroquias católicas que son compartidas por comunidades culturalmente diversas creció dramáticamente en última década, ascendiendo de un 22 por ciento a un 33 por ciento en el 2010, y todos los indicadores muestran que esta tendencia continuará en la próxima década. Hoy en día se estima que unas 6,300 parroquias en todo el país sirven a comunidades con diversidad de idiomas y culturas. Esto es debido en parte a la inmigración, pero cambios en las poblaciones estatales y fusiones y cierres de parroquias también han jugado un papel.

El término ‘parroquias compartidas’ describe a comunidades en parroquias en las que dos o más idiomas o contextos culturales están presentes en la vida ministerial. El Comité de Diversidad Cultural desarrolló una guía a través de un proceso de consultas con párrocos que han tenido éxito logrando un alto nivel de integración e inclusión eclesial entre sus feligresías culturalmente diversas. Veinte pastores de distintos grupos étnicos y regiones del país fueron consultados durante 18 meses, y tres de ellos supervisaron el desarrollo de este recurso en su resultado final.

“La guía es una herramienta práctica para evaluar situaciones ministeriales desafiantes, identificar respuestas pastorales basadas en mejores prácticas demostradas, y aplicar competencias interculturales en la forma de actitudes, conocimientos y habilidades”, dijo Mar Muñoz-Visoso, directora ejecutiva del Secretariado sobre Diversidad Cultural en la Iglesia. “La guía también ayudará a discernir estrategias de planeamiento pastoral, inclusión y sensibilidad cultural, las cuales llevan a un nivel más alto deco-responsabilidad ,” agregó.

“Estamos muy agradecidos con los sacerdotes y otros expertos que nos ayudaron a reflexionar sobre este tema”, dijo Muñoz-Visoso. “Esperamos que este recurso sea de ayuda a muchas comunidades que están pasando por cambios poblacionales similares, para que puedan llegar y convertirse en verdaderos discípulos misioneros en sus comunidades.”

 

(Agencia Fides/ USCCB)