Aunque la situación humanitaria sigue siendo dramática

El arzobispo maronita de Damasco ve signos de luz y esperanza en Siria

 

Una nueva Cuaresma vivida bajo la guerra «significará violencia y dolor», pero «en las profundidades del sufrimiento» se vislumbran también «signos milagrosos de luz y esperanza». Así lo asegura el arzobispo maronita de Damasco, Samir Nassar, en una carta enviada a la Agencia Fides. «Las nuevas corrientes de refugiados», explica, «vienen a nuestras parroquias y las peticiones de ayuda superan nuestra disponibilidad. Toda nuestra actividad pastoral y social se concentra en el socorro a las familias afectadas».

15/03/14 9:02 AM


(Fides) El número de refugiados y personas desplazadas - recuerda el arzobispo maronita - ha llegado a la escalofriante cifra de 12 millones de personas, de los cuales 3 millones de expatriados en los países vecinos (Líbano, Jordania, Iraq, Turquía). Millones de estudiantes han interrumpido todas las actividades escolares. Mientras que el embargo afecta a todos, pero especialmente los niños, los pobres, los hospitales y el sector de atención médica».

Los obispos y sacerdotes –explica Mons. Nassar- a veces no saben cómo consolar a los cristianos que «comparten el mismo sufrimiento de sus conciudadanos» y ahora representan «un pequeño rebaño tomado por el miedo».

Ayuda, solidaridad, fe

Sin embargo, en esta situación humanamente insostenible - reconoce el prelado - hay signos de fe y esperanza, luminosos: «la ayuda mutua y la solidaridad se manifiestan de forma espontánea entre las familias pobres que abren sus puertas a los refugiados; hay nuevas iniciativas para el diálogo y la reconciliación entre los enemigos; hay un renacimiento de la fe que fortalece nuestras comunidades. El Evangelio es nuestro punto de referencia y nuestra inspiración. Los fieles vienen a misa, incluso bajo la amenaza de las bombas, y pasan mucho tiempo en oración y adoración de la Eucaristía».

Todos - concluye Mons. Nassar - reciben consuelo «de la mirada de María, Nuestra Señora de la Paz»