Ante la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, Cáritas Española quiere alertar hoy, 21 de marzo, sobre la persistencia entre nosotros, como un virus, de actitudes de rechazo al otro, al diferente. Día a día, estas conductas actúan destructivamente en nuestros barrios y comunidades, ocasionan sufrimiento en muchas personas y acentúan en numerosas ocasiones las situaciones de precariedad y vulnerabilidad social.

Apuesta por la convivencia

Hoy es un día para mirar dentro de nosotros, de nuestra sociedad, de nuestras instituciones y de nuestra Iglesia en qué medida aceptamos convivir con esta realidad de la intolerancia que se oculta bajo el disfraz de lo habitual y cotidiano, sin comprender que depende de todos y cada uno de nosotros responder al rechazo al diferente con la generosidad de la acogida.

Esa es la dirección en la que, como red de acompañamiento y apoyo a las personas que llegan a vivir entre nosotros en busca de oportunidades, Cáritas quiere seguir avanzando. Para ello, necesitamos seguir apostando por la convivencia intercultural y no cejar en el empeño de construir espacios humanos acogedores, incluyentes, enriquecedores, libres de estereotipos y de prejuicios hacia los nuevos vecinos y vecinas.

Como nos recuerda Francisco, “se trata de niños, mujeres y hombres que abandonan o son obligados a abandonar sus casas por muchas razones, que comparten el mismo deseo legítimo de conocer, de tener, pero, sobre todo de ser ´algo más´”.

Llamada a los poderes públicos

Hoy es también un día para recordar que, según sean las políticas y las actuaciones de las Administraciones públicas, el racismo y la xenofobia se pueden “propagar” o se pueden “abordar”. Y en estos momentos, observamos con preocupación un debilitamiento y dispersión de las actuaciones, apoyos, programas y proyectos que, desde los ámbitos locales, podrían movilizar los recursos y servicios necesarios para avanzar en la integración y la cohesión social.

Además, mientras el marco legal de extranjería dificulta cada vez más que personas, familias y trabajadores –convecinos nuestros– puedan ejercer plenamente sus derechos y convivir en condiciones equitativas y dignas, se amplifican de forma irresponsable mensajes que no hacen sino generar alarma social y fortalecer la idea de que el “extraño” o el “diferente” son, cuando menos, sospechosos.

Respeto a los derechos humanos

Creemos que con todo ello se están poniendo en juego una serie de derechos humanos, que o son de todos o, simplemente, no son tales derechos. En ese camino, resta mucho trecho que recorrer si realmente deseamos erradicar del interior de nuestras comunidades y de nuestros corazones el virus del racismo y la xenofobia.

Cáritas, cuya misión es trabajar por la justicia, lo hace también para que “una cultura del encuentro sea capaz de construir un mundo más fraterno, un mundo mejor” (Mensaje Jornada Mundial Migraciones 2014).

(Cáritas)