El Obispo de Ávila, Mons. Jesús García Burillo, ha presidido esta mañana en la Catedral del Salvador, la celebración de exequias del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, “un católico en la vida pública”. Estas han sido las palabras con las que ha resumido el comportamiento de un político que buscaba el pacto y el consenso en la deliberación de la res publica donde se desenvolvió  “sin rencor ni venganza, impregnado con espíritu democrático. Le debemos al presidente Suárez una acción de gracias inmensa”.

Mons. García Burillo ha descrito el comportamiento público del político con las palabras mesura, serenidad, respeto y cortesía a los demás, evidenciando  siempre el “reconocimiento al ser humano”, monstrándose en su condición de creyente laico como ”testigo del Dios vivo en las instituciones y en las tareas de la sociedad”.

También el Obispo de Ávila se ha acordado durante la homilía en esta celebración de exequias del ex presidente citar una reflexión del Papa Francisco: “se hace posible una comunión en las diferencias (…) mirando a los demás en su dignidad”. Es por eso que igualmente ha destacado en la persona de Adolfo Suárez su ejercicio vital de “amor eficaz hacia las personas, la búsqueda del bien común, que es como se entiende la caridad política”.

Adolfo Suárez descansará en la catedral de Ávila junto a su esposa, Amparo Illana, una vez que en la mañana de ayer lunes se exhumaran sus restos de la Capilla de Mosén Rubí, y  fueran trasladados a la tumba preparada a tal efecto en el claustro de la Catedral. Fue el propio ex presidente quien, al poco tiempo de fallecer su mujer, manifestó (en sendas cartas al Cabildo Catedral y al entonces Obispo de Ávila) su deseo de ser enterrado en la Catedral. Esta decisión hubo de ser aprobada por el Obispo, y refrendada por el Cabildo mediante votación.

La celebración de exequias el Obispo de Ávila, Mons. Jesús García Burillo. Junto al Obispo de Ávila, han concelebrado el presidente de la Conferencia Episcopal y Arzobispo de Valladolid Mons. Ricardo Blázquez, el obispo de Segovia Mons. Ángel Rubio, y el Cardenal Antonio Cañizares, quien fuera antiguo obispo de esta diócesis de Ávila, y amigo personal y confesor del ex presidente Suárea. Junto a ellos, han concelebrado los miembros del Cabildo de la S.A.I. Catedral del Salvador de Ávila, y un grupo numeroso de sacerdotes.