27.03.14

Apoyemos a Sor Teresa Forcades

A las 12:04 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Defender la fe

Esta semana, al menos que sepa el que esto escribe, se ha presentado una iniciativa de apoyo a Sor Teresa Forcades pues, como sabemos, ha sido excluida, su prédica, de un Congreso de Educación Religiosas a celebrar en la Arquidiócesis de Los Ángeles, allende los mares y en América.

La iniciativa dice esto:

Attn: Arzobispo José Gómez

Hermana Edith Prendergast, Directora de Educación Religiosa


El Congreso de Educación Religiosa de la Arquidiócesis de Los Ángeles ha sido ya por mucho tiempo un necesario espacio de formación y diálogo al que asistimos religiosos, académicos y laicos de diversas Diócesis y Arquidiócesis de Estados Unidos y el mundo. También es un invaluable empuje para nuestra iglesia católica, una antorcha de luz que ha ido marcando el paso y ha sido un ejemplo de lo que el Papa Juan XXIII identificara como un “abrir de las ventanas” que traería luz y aire puro (y por lo tanto la vida misma) a nuestra Iglesia.

En esa alta estima en la que tenemos al Congreso de Educación Religiosa, a la Arquidiócesis y a aquellos que lo hacen posible, es que escribimos esta carta; motivados por nuestra propia conciencia, la conciencia colectiva, parados en la luz de Cristo y hablando la verdad firmemente pero desde el amor.

Como fuera publicado en el website e impreso en el catálogo de talleres para el Congreso 2014, la monja benedictina y Doctora Teresa Forcades (quien posee dos doctorados, uno en Salud Pública y otro en Teología) estaba programada para impartir dos conferencias en español. La comunidad hispana en Estados Unidos que es una comunidad ágil, joven, sabia, inteligente y capaz, nos sentimos felices cuando supimos que tendríamos el privilegio de escuchar a una conferencista de alto nivel y reconocida internacionalmente. No solo eso, sino una mujer comprometida con la causa del evangelio, enraizada en el mismo, comprometida en mejorar la condición de los pobres, una mujer que ha asumido un rol protagonista a nivel mundial y que pone muy en alto a nuestra iglesia desde su perspectiva, siempre siendo hija de la Iglesia.

Es una pena el saber que una arquidiócesis tan diversa como es nuestra Arquidiócesis de Los Ángeles haya tomado la decisión de cancelarle a la Dra. Forcades su venida. Que una arquidiócesis con tan rica y basta diversidad cultural -y por lo tanto diversidad de pensamiento- haya cerrado sus puertas y ventanas al diálogo por creer que los laicos no tenemos la capacidad intelectual de comprender o estudiar ciertos conceptos, es verdaderamente una pena. Especialmente nos da tristeza que en esta toma de decisiones se alla hecho sin tener la gracia de tomar en cuenta a aquellos que nos inscribimos a su taller, o la integridad de dar una explicación veraz y congruente, descartando nuestra opinión y limitando nuestro crecimiento.

Cualquier persona que se tome el tiempo para comprender más a fondo lo que la Dra. Teresa Forcades expresa, puede reconocer claramente que ella es parte de la “primavera de la Iglesia”.

Oramos para que la Arquidiócesis reconsidere su decisión para años venideros, no solo con la Dra Teresa Forcades sino con cualquier otro temista que traiga la luz del evangelio y que sea excluido. Pedimos encarecidamente que escuchen a su conciencia y rectifiquen este acto para años venideros.

Que la Luz del Evangelio siga fortaleciendo a nuestra Iglesia, a ese pueblo que caminante forja el reinado de Dios, guiados por el espíritu santo, nuestro Papa Francisco y siempre de la mano de Cristo.

 

Pero lo mejor es esto:

Cualquier persona que se tome el tiempo para comprender más a fondo lo que la Dra. Teresa Forcades expresa, puede reconocer claramente que ella es parte de la “primavera de la Iglesia”.

Y eso es más que cierto. No hay más que ver lo que la susodicha religiosa y zascandil persona para darse cuenta de que, en efecto, se conoce y reconoce que es lo que es. Y nada más.

Y es que si, por ejemplo, dice que

“debería revisarse el tema de la anticoncepción en la Iglesia” o que “la estructura de la Iglesia católica es misógina” o lo que entiende la religiosa acerca del aborto, ya podemos ir pensando que no tiene muy claro a qué religión pertenece su corazón.

A lo mejor le podemos recomendar que se relea (estamos seguros que ya lo ha leído al ser una persona formada y con alta educación) el número 14 de la Lumen gentium. Dice esto acerca de quienes pertenece a la Iglesia católica y quienes no:

“El sagrado Concilio fija su atención en primer lugar en los fieles católicos. Y enseña, fundado en la Sagrada Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación. El único Mediador y camino de salvación es Cristo, quien se hace presente a todos nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia. El mismo, al inculcar con palabras explícitas la necesidad de la fe y el bautismo (cf. Mc 16,16; Jn 3,5), confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el bautismo como por una puerta. Por lo cual no podrían salvarse aquellos hombres que, conociendo que la Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como necesaria, sin embargo, se negasen a entrar o a perseverar en ella.

A esta sociedad de la Iglesia están incorporados plenamente quienes, poseyendo el Espíritu de Cristo, aceptan la totalidad de su organización y todos los medios de salvación establecidos en ella, y en su cuerpo visible están unidos con Cristo, el cual la rige mediante el Sumo Pontífice y los Obispos, por los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno y comunión eclesiástica. No se salva, sin embargo, aunque esté incorporado a la Iglesia, quien, no perseverando en la caridad, permanece en el seno de la Iglesia ‘en cuerpo’, mas no ‘en corazón’. Pero no olviden todos los hijos de la Iglesia que su excelente condición no deben atribuirla a los méritos propios, sino a una gracia singular de Cristo, a la que, si no responden con pensamiento, palabra y obra, lejos de salvarse, serán juzgados con mayor severidad.

Los catecúmenos que, movidos por el Espíritu Santo, solicitan con voluntad expresa ser incorporados a la Iglesia, por este mismo deseo ya están vinculados a ella, y la madre Iglesia los abraza en amor y solicitud como suyos.”

Por eso debemos apoyar a Sor Teresa Forcades. Pero no en la petición aquí traída sino a que, en verdad,

-Se convierta y ejerza de católica.

-Deje de zascandilear con posiciones anticatólicas.

-Se aleje, de una vez, de sus ideas claramente perversas.

-Haga el favor de dejar de esconderse tras su hábito.

-Deje de mirarse en el espejo y sentirse la más guay del mundo.

-Se olvide de sus ideicas van a tener futuro.

-Se vaya abrigando para el invierno que le espera.
 

Y, a ser posible, que ejerza de lo que se supone que es y se quede en su clausura.

¿A qué es fácil?

Eleuterio Fernández Guzmán