“En Aleppo, hemos puesto en el centro de nuestra pastoral la condición en la que nos encontramos. Estamos viviendo todos los días lo que significa pasar con fe por momentos de sufrimiento. Ahora nos ayudará con su ejemplo también el padre Frans Van der Lugt, quien testificó hasta el martirio su amor a Cristo y al pueblo sirio” . Así lo ha manifestado a la Agencia Fides el sacerdote armenio católico Joseph Bazuzu, responsable de las reuniones mensuales de los sacerdotes y agentes de pastoral en la azotada metrópolis siria.

“Desde hace más de un año”, dice a la Agencia Fides el P. Joseph, “sugerimos orientar la pastoral ordinaria sobre palabras y pensamientos que puedan dar apoyo al pueblo de Dios en la condición en la que vivimos. Partimos de las palabras de Jesús en el Evangelio, y también de lo que dice san Pablo en su segunda carta a Timoteo: ‘también debes saber esto: en los últimos días vendrán tiempos difíciles’. A veces hay personas que eligen sus propias maneras de hacer penitencia por mortificación . Para nosotros los cruces que cargar llegan desde fuera, nosotros no las escogemos. Para ayudarnos a vivir estos días, en las homilías y catequesis, en las reuniones centramos la reflexión sobre los pasajes del Nuevo Testamento que describen este estado, en el que sólo la ayuda de Cristo nos puede sostener”.

El brutal asesinato del Padre Van der Lugt no solo ha sacudido a los cristianos. Con sus 72 años de edad, el jesuita holandés, durante cuarenta años en Siria, había construido canales valiosos de comunicación con los musulmanes gracias a su trabajo como psicoterapeuta. Él optó por permanecer en Homs, luchando con los bombardeos diarios y la falta de alimentos en el barrio de Bustan al- Diwan bajo control rebelde en el largo asedio por el ejército de Assad. Él se quedó en su residencia después de la evacuación de la población civil que tuvo lugar en Homs bajo la égida de la ONU, con el consentimiento de las partes en conflicto.

Hasta ahora no ha habido ninguna reivindicación oficial del asesinato. Los medios de comunicación estatales atribuyen a “terroristas” no especificadas, un término con el que el gobierno sirio, define todas las formaciones y las milicias de la oposición.

La Syrian National Coalition, de los grupos anti- Assad con el apoyo de medio oriente y países occidentales, ha condenado el asesinato del sacerdote, alegando que el Padre Van der Lugt estaba “bajo la protección” del Free Syrian Army, la designación militar anti- Assad a la que hace referencia laSyrian National Coalition.

(GV) (Agencia Fides).