23.04.14

Asesinada por cobijar a un cura


Cinco mártires de la guerra civil española nacieron un 23 de abril: un carmelita segoviano, un sacerdote capuchino castellonense, un sacerdote secular alicantino, otro terciario capuchino valenciano y un marista navarro.

Adalberto (María) Vicente Muñoz, de 20 años y natural de Cuéllar (Segovia), fue uno de los clérigos profesos carmelitas de la antigua observancia asesinados en Carabanchel Bajo (Madrid) el 18 de agosto de 1936 y beatificados en 2013 (ver artículo del 2 de febrero). Por error en algunos lugares se da como su segundo apellido el de Vicente.

Superior de la custodia de Bogotá

José Ferrer Adell (padre Joaquín de Albocácer), sacerdote capuchino de 57 años, oriundo de Albocásser (Castellón), hizo la profesión religiosa en 1897 y se ordenó sacerdote en 1903. Diez años después fue destinado a Colombia y allí fue elegido en 1925 superior regular de la Custodia de Bogotá. Terminado este ministerio volvió a España y fue nombrado rector del seminario seráfico de Massamagrell. Al empezar la guerra, procuró poner a salvo a los jóvenes y luego se refugió en una casa en Rafelbunyol (Valencia). Allí lo arrestaron los milicianos el día 30 de agosto y lo llevaron a su pueblo natal, ante cuyo presidente del Comité debió comparecer, luego de haber visto a sus familiares y de decirles que si no volvían a verse se verían en el cielo, siendo llevado a las 16 horas a la Carretera de Puebla Tornesa a Villafamés (Castellón), donde fue fusilado, y enterrado en lugar desconocido. Fue beatificado en 2001.

Dijo a sus asesinos: “Os perdono, hermanos”

Francisco Sendra Ivars, de 37 años y natural de Benissa (Alicante), era el cura regente de Calpe. Según la biografía publicada por Antonio Ferrer Such, se ordenó en 1924 y desde fines de 1930 fue coadjutor en Calpe, localidad agrícola y pesquera con 2.241 habitantes. Dos años después, el párroco Juan Rostoll, se retiró a su pueblo natal, dejando a Sendra como regente. Al estallar la guerra, también él marchó a su pueblo natal. El 4 de septiembre, lo sacaron de su casa, donde vivía con su madre, y a las afueras del pueblo fue torturado y abandonado en la carretera de la Garganta de Teulada. Antes de expirar dijo: “Os perdono, hermanos” y “¡viva Cristo Rey!”. Fue beatificado en 2001.

Asesinada por acoger a un sacerdote

Manuel Legua Martí (padre León María de Alacuás), de 61 años y oriundo de Alaquàs (Valencia), hizo sus votos en 1892 en manos de padre fundador, Luis Amigó. Por enfermedad, no pudo hacer la profesión perpetua hasta 1904. Fue ordenado en 1906. Asaltada la Escuela de Reforma de Santa Rita de Madrid (de la que era director) el 20 de julio de 1936, los milicianos reunieron a todos los religiosos en la dirección del centro. “Hicimos -contó uno de ellos- un acto de contrición colectivo y nos dimos mutuamente la absolución. Siguió un silencio profundo. Estábamos todos tranquilos. Ni un solo gemido o suspiro. Ni un solo gesto de intentar huir”. Una vez libres, Legua fue a casa de un alumno hasta que fue capturado. Lo fusilaron el 26 de septiembre de 1936 junto a la señora de la casa en la carretera de Francia. Fue beatificado en 2001.

Lucio Zudaire Aramendía (hermano Teódulo), de 46 años y natural de Echávarri (Navarra), fue uno de los 46 maristas asesinados el 8 de octubre de 1936 en el cementerio de Montcada i Reixac (Barcelona) y beatificados en 2007.

Más sobre los 1.523 mártires beatificados, en “Holocausto católico”.